Durante la campaña electoral el Partido Nacional había anunciado que eliminaría el corralito mutual, con el argumento de que no se podía limitar la libertad de los usuarios para elegir la institución de salud en la que atenderse. En enero, antes de asumir como titular del Ministerio de Salud Pública (MSP), el ministro Daniel Salinas se reunió con representantes de las mutualistas y abordó con ellos este punto. El lunes, el Rotary Club de Montevideo organizó una conferencia titulada “Gestión, innovación y liderazgo en pandemia”, en la que participó Salinas, que es socio de esa organización y fue premiado por su gestión en el MSP durante la pandemia. Según publicó el diario El País, Salinas expresó allí que no estaba dedicado exclusivamente a la pandemia, sino que quería lograr “una agenda diferencial”, y anunció “el fin del corralito mutual”, parafraseó el matutino.
Según supo la diaria, el tema será tratado este miércoles en la sesión de la Junta Nacional de Salud (Junasa). Consultado por este medio, el director general de la Junasa, Luis González Machado, se excusó de hacer declaraciones hasta que se apruebe el decreto que modifique el procedimiento actual. Desde 2009, si una persona que se quiere cambiar de institución de salud (si no es afiliado individual sino que está amparado por el Seguro Nacional de Salud que administra la Junasa y no se mudó a otro departamento ni tiene motivos comprobados de disconformidad en la atención) tiene que esperar a la apertura del corralito mutual, que se abre cada febrero. Este proceso se interrumpió en 2018 y 2019, cuando las autoridades del MSP del gobierno anterior resolvieron mantenerlo cerrado para evitar hechos ilícitos, como se comprobó que había ocurrido en 2017.
Varios integrantes de la Junasa consultados por la diaria prefirieron esperar a la reunión de este miércoles. No obstante, Jorge Bermúdez, secretario general de la Federación Uruguaya de la Salud (FUS) y representante por los trabajadores de la Junasa, adelantó, en diálogo con la diaria, que “hablar de la apertura del corralito en un escenario de pandemia nos planea muchas más incógnitas que certezas”, porque todavía no se ha firmado el convenio colectivo del sector, que venció el 30 de junio, y mediante el cual los trabajadores intentan mantener el salario real durante los 24 meses de vigencia, entre mucha incertidumbre, por las desafiliaciones que amenazan al sector mutual. “Yo creo que hablar de la apertura del corralito mutual es apresurase, pero eso lo tenemos que discutir mañana”, remató Bermúdez.
¿Qué es el corralito?
La apertura del corralito mutual es la forma popular de llamarle a la movilidad regulada de usuarios dentro del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS). La inamovilidad se había instalado a comienzos de la década de 2000 -antes de la creación del SNIS- para terminar con la intermediación lucrativa –el pago a los usuarios para que se cambiaran de mutualista-, que además de ser un delito en sí mismo, atentaba contra la previsión y estabilidad de las instituciones de salud. En consideración al nivel de sustentabilidad de los prestadores y la estabilidad del SNIS, en 2009, como paso intermedio entre la inamovilidad y la movilidad total, el MSP habilitó el primer período de movilidad regulada: les permitió el cambio de institución a quienes tuvieran diez años de afiliación ininterrumpida. En 2010 el MSP volvió a abrirlo y les permitió cambiarse a quienes tuvieran más de siete años de afiliación a un prestador. En 2011 se aprobó el decreto que sigue vigente, que habilitó el cambio (en cada febrero) a quienes tuvieran tres o más años de afiliación a una institución.