El distanciamiento social voluntario, el cierre de instituciones de enseñanza, el aislamiento de personas con Covid-19, la cuarentena de quienes han estado en contacto con estas y la creciente utilización de test de diagnóstico son, para la Academia Nacional de Medicina (ANM), medidas acertadas para combatir la pandemia de Covid-19. En un comunicado de prensa que emitió ayer, firmado por Graciela Lago y Mario Varangot, presidenta y secretario general de la ANM, respectivamente, la academia “considera apropiadas las medidas graduales, adecuadas a cada etapa evolutiva de la epidemia”, y acertado que se procure “evitar o postergar medidas más drásticas, de efectos poco previsibles, que puedan conllevar efectos adversos sobre otras áreas de la salud o sobre aspectos relevantes de la vida en comunidad”. No obstante, advierte que no deben descartarse medidas sanitarias más profundas que puedan ser “tomadas oportunamente” en función de la evolución de la pandemia.

Salud física y mental

La ANM señala la necesidad de “prestar atención a los posibles efectos directos e indirectos” de la pandemia y las medidas para combatirla. De ese universo, destaca “el efecto negativo que tienen el aislamiento social y la soledad sobre la salud física y mental”, y advierte la necesidad de “desarrollar estrategias que apunten a los sectores que por su edad, historia previa o condiciones de vida se encuentran en situaciones más vulnerables”. En ese sentido, sugiere ampliar el campo de algunos recursos sanitarios, como la Línea Vida, de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), “para incluir estas situaciones”.

En diálogo con la diaria, integrantes de la Dirección de Salud Mental de ASSE dijeron que están reorganizando el servicio de la Línea Vida (0800 0767 desde un teléfono fijo y *0767 desde un celular), que atiende consultas por intentos de autoeliminación. Los funcionarios trabajarán a distancia y ASSE volverá a difundir la línea. Coinciden con los académicos en la necesidad de facilitar la comunicación, porque “la emergencia sanitaria que atravesamos genera, entre otras cosas, sintomatología ansioso-depresiva que puede dar lugar a ideas de muerte relativas a la situación”.