Más de 20 casos de covid-19 se detectaron en Rivera en los últimos tres días. Para controlar el brote, este lunes el gobierno resolvió implementar varias medidas. Habrá más controles del Ejército en la frontera Rivera-Livramento y puestos sanitarios en el límite departamental con Tacuarembó, en donde se les tomará la temperatura a los pasajeros de ómnibus y autos; en palabras del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, con esto se tratará “de que sea lo menor posible el tránsito hacia adentro y hacia afuera de la capital departamental”. Habrá control policial en las calles de la ciudad para evitar aglomeraciones y para “desestimular” actividades que están prohibidas desde el 13 de marzo, según anunció Lacalle. Este martes se harán 17 hisopados y el miércoles comenzará a hacerse el testeado aleatorio de 1.084 personas de diferentes puntos de la ciudad. Las clases no se retomarán al menos hasta el 15 de junio. Los freeshops continuarán abiertos y la Intendencia de Rivera fiscalizará el cumplimiento de las pautas en los comercios.

El Ministerio de Salud Pública (MSP) había anunciado el domingo que iniciaría gestiones para el cierre de los comercios del microcentro de Rivera durante 15 días para asegurar el cumplimiento de las medidas sanitarias y desestimular el ingreso de 800 vehículos por fin de semana que llegan del estado brasileño de Rio Grande do Sul. En un hilo de Twitter, el MSP había aclarado que las medidas habían sido conversadas entre las autoridades de Rivera y de Santana Do Livramento y que estaban sujetas a la aprobación de las autoridades nacionales, algo que no ocurrió. Lacalle Pou informó este lunes que no iban a clausurase los establecimientos comerciales, y comentó que le transmitieron a la asociación de comerciantes de Rivera que “la ausencia de las medidas de cierre va a depender íntimamente de la conducta de los comercios” (y anunció que tendrán la misma actitud con las empresas de ómnibus).

Tratado binacional

Otra de las medidas anunciadas fue la reactivación de un acuerdo binacional que permite a personas jurídicas uruguayas y brasileñas contratar servicios de salud; se había aprobado en 2009 y no había sido puesto en práctica porque no se ha reglamentado. La coordinación la está haciendo el canciller, Ernesto Talvi. Según el acuerdo, las instituciones de salud podrán dar servicios de carácter preventivo, de diagnóstico, clínicos, quirúrgicos, internaciones y la atención de urgencia y emergencia. La idea del gobierno es “apoyar en todo lo necesario para el control considerando a la ciudad como una”, dijeron fuentes del MSP a la diaria.

Uno de los puntos débiles de Brasil es que no hace test de PCR en tiempo real; esta técnica molecular permite identificar si la persona tiene el virus en ese momento. En Livramento no se están haciendo estos test, sino que utilizan los test serológicos, que no identifican el virus, sino la respuesta inmunológica. Los anticuerpos generados contra el virus se llaman inmunoglobulina G y B, y se generan varios después de que la persona cursó la enfermedad. Se entiende que para controlar la expansión de la enfermedad es más efectivo hacer los test de PCR porque se puede saber antes si la persona tiene el virus, y eso permite identificar y testear a sus contactos y aislarlos en caso de que den positivo. Médicos de Rivera informaron a la diaria que la idea es que Uruguay le haga los hisopados a la población de Livramento; en el intercambio, Brasil hará los test serológicos, que permiten decir al instante de hacerlos si la persona ya tuvo la enfermedad.

Advertencia médica

En la tarde del lunes el Sindicato Médico de Rivera, integrante de la Federación Médica del Interior (Femi), tuvo una reunión y a últimas horas de la noche estaba redactando un documento sobre las medidas anunciadas por Lacalle y la instrumentación de otras. 20 días antes, el sindicato había pedido tomar algunas de estas medidas: el 4 de mayo le habían enviado una carta al director departamental de Salud de Rivera, Carlos Sarries, en la que manifestaban preocupación por “la cantidad de turistas brasileños desde los más diversos orígenes que visitan la frontera por turismo de compras, especialmente en freeshops, casas de ventas de productos lácteos y tiendas en general”, y daban cuente de que se había incrementado la llegada de turistas el primer fin de semana de mayo, al tiempo que aumentaba de manera exponencial el número de casos en Brasil. Los médicos plantearon que no había un protocolo único para aplicar en los comercios y que en algunos no se les exigía a los clientes usar tapabocas; manifestaron que estaban preocupados por la salud del pueblo de Rivera, que, según dijeron, seguía mayoritariamente las pautas sanitarias. Asimismo, estaban preocupados por los ingresos de casos desde el sur del país, y por eso solicitaban instalar una “barrera sanitaria” en el límite con Tacuarembó, para hacerle controles de temperatura a quienes llegaran de Montevideo, Canelones y Maldonado, que eran en ese momento los departamentos en los que más circulaba el virus.

En esa carta, el sindicato les pidió a las autoridades “declarar a la frontera con Brasil una zona de alto riesgo de contagio”. Solicitaron, además, crear un protocolo de atención al público que minimizara los riesgos de contagio en los comercios, coordinar “una política que desestimule el viaje de turismo de compras a las ciudades fronterizas con Uruguay” y “desarrollar en Rivera por su localización estratégica un laboratorio de diagnóstico de PCR covid e inmunoglobulinas IgG e IgM que permita reducir los tiempos de diagnóstico y de respuestas a las necesidades de diagnóstico de poblaciones”.

Respuesta sanitaria

Leonardo Cipriani, presidente de Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), estuvo también ayer en Rivera. Dijo que el hospital departamental, que atiende a 65.000 usuarios, ha establecido pautas, y que de las 125 camas que tiene, hay 22 para aislamiento de pacientes con covid-19 y se prevé aumentar el número en el correr de la semana. Anunció que las camas de terapia intensiva se aumentarán de cinco a ocho y que llegó una ambulancia más –ahora son cinco– para el traslado de pacientes. A la vez, recordó algo ya anunciado previamente: se fortalecerá la recepción de pacientes con covid-19 en Tacuarembó y en Salto.

Carlos Cardoso, presidente de la Federación de Prestadores Médicos del Interior (Fepremi), a la que pertenece Casmer, una de las dos mutualistas del departamento, dijo que evalúa que la situación está siendo bien conducida y que está siendo gestionada. Dijo que Fepremi tiene “un amplio margen” de internación. ASSE tiene un nivel de ocupación de 50%.