La enfermedad covid-19 en niños es “rara” y “hasta el momento, en la mayoría de los lugares del mundo, ha sido poco frecuente”, afirmó en diálogo con la diaria Sebastián González-Dambrauskas, pediatra especializado en cuidados intensivos pediátricos. A su vez, comentó que los niños “no son los principales transmisores del virus” y que cuando contraen el virus, lo hacen de forma “menos grave” que los adultos.
Los casos críticos de covid-19 en niños son aun más escasos, sostiene el especialista. Los datos surgen de un informe preliminar del estudio Critical Coronavirus and Kids Epidemiology (CAKE) de la Red Pediátrica Latinoamericana (LARed Network), publicado en junio en la revista Pediatrics, órgano oficial de la Academia Americana de Pediatría (Estados Unidos). En palabras de González-Dambrauskas, se trata del “primer pantallazo” de la investigación, que presenta datos recogidos entre marzo y abril de casos informados por 60 unidades de cuidados intensivos pediátricos (UCI, comúnmente conocidas como CTI) en 18 países de América y Europa. En este primer informe, los investigadores presentan el estudio de 17 niños con covid-19 en estado grave registrados en diez hospitales de Chile, Colombia, Italia, España y Estados Unidos.
Según contó el especialista, este estudio se planificó cuando comenzó la epidemia, en China, y sospechaban que podría extenderse a otras partes del mundo. Así, LARed, junto con otros grupos de investigación internacional, extendieron la invitación a hospitales y centros de cuidados intensivos pediátricos de todo el mundo. En aquel primer momento eran 60 UCI; hoy más de 100 centros participan del estudio CAKE y el número de pacientes registrados hasta la fecha ascendió a 120. El objetivo es continuar recolectando datos hasta diciembre. González-Dambrauskas explicó que la invitación a los centros hospitalarios es “abierta” y que el único requisito es que “tengan la capacidad logística de una UCI para atender niños críticos sin tener que derivarlos. Principalmente, es tener accesibilidad a ventilador mecánico, a sostén cardiovascular avanzado y/o renal”. En la siguiente entrega de datos, habrá una fuerte presencia de centros y casos de América Latina, excepto de Brasil, que no integra el estudio.
“Enfermedad poco común”
“Estado crítico quiere decir que en el paciente un órgano vital falló y necesita sostén y cuidados especiales. Lo más frecuente hasta ahora han sido problemas en el sistema respiratorio”, explica el pediatra y añade que “la enfermedad respiratoria grave determina que el paciente requiera algún tipo de ayuda respiratoria”. En el artículo, los autores mencionan que consideraron casos críticos los de niños que fueron sometidos a tratamientos en UCI con “cánula nasal de alto flujo, ventilación no invasiva, ventilación mecánica invasiva, soporte vasoactivo o terapias de reemplazo renal continuo”. Sólo incluyeron niños, niñas y adolescentes con diagnóstico confirmado de covid-19, es decir, exceptuaron los casos sospechosos.
Entre los 17 pacientes, 65% eran varones; la edad media era cuatro años en un rango entre 0,08 a 18 años. Las comorbilidades, es decir enfermedades previas de base, “fueron comunes” entre los pacientes, pero “variables”, dice el documento. Entre ellas se registraron cardiopatías, obesidad, cáncer, enfermedades respiratorias, patologías congénitas. González-Dambrauskas sostuvo que estas enfermedades pueden predisponer a los niños a una mayor gravedad ante este virus, así como ante cualquier otro.
Los síntomas más comunes presentados por los pacientes fueron fiebre, tos y afecciones gastrointestinales. En los hospitales de Europa los pacientes fueron diagnosticados con miocarditis, sin que se tuviera conocimiento previo de que padecieran una enfermedad cardiovascular. González-Dambrauskas aclaró que los datos no permiten establecer si el coronavirus afecta más a varones que a niñas, y lo mismo ocurre con los diagnósticos de miocarditis en Europa. Además, señaló que aún no hay datos suficientes para determinar si algunos grupos de población presentan algunos síntomas y otros no. Adelantó que su grupo tiene un nuevo trabajo que fue aceptado para publicarse en Argentina, que plantea que hay casos de niños con covid-19 que “han manifestado complicaciones cardiovasculares e inflamatorias vinculadas a coronavirus, que si bien no son exclusivas de este virus se presentaron en varios pacientes y puede ser que haya algunos grupos que las desarrollen más que otros”. Para determinar esas cuestiones, González-Dambrauskas señaló que se deberán “juntar muchos más casos y que participen más países para evaluar con mayor seguridad epidemiológica cómo se comporta la enfermedad”, manifestó. El investigador dijo que es posible que de aquí a fin de año se pueda determinar “a cabalidad” cómo se comportó esta enfermedad en la región. El hecho de que varios países latinoamericanos participen en CAKE posibilitará estudiar el impacto en varios grupos étnicos y evaluar si manifiestan diferentes síntomas por la enfermedad provocada por el SARS-Cov-2.
Casos de covid-19 en Uruguay
Actualmente hay cinco UCI pediátricas uruguayas registradas en el estudio CAKE y que están “atentas” para alertar en caso de recibir a un niño en estado crítico por covid-19. Hasta el momento, no se ha registrado ningún caso de este tipo en el país, aseguró González-Dambrauskas.
Según un informe publicado el martes 17 de por el Ministerio de Salud Pública (MSP), hasta el 16 de agosto el Departamento de Vigilancia en Salud del MSP había registrado a 76 niños, niñas y adolescentes de cero a 15 años con diagnóstico de covid-19. La división por género muestra que ha habido más casos en mujeres (42) que en varones (34). Del total, 50 pacientes ya están recuperados y 26 cursan la enfermedad. “Ninguno requirió internación” y “todos han presentado buena evolución”, sostiene el informe del MSP.
Del número total de casos, 44 fueron sintomáticos (aunque no se detallan los síntomas), 29 asintomáticos y tres casos están siendo monitoreados.
El departamento que ha tenido más casos es Montevideo, con 20; le siguen Rivera (18), Canelones (10), San José (9), Maldonado (7), Treinta y Tres (5); Artigas (4) y Cerro Largo, Colonia y Río Negro, con uno cada uno.
El informe sostiene que 61 de los casos contrajeron la enfermedad por un contacto intradomiciliario con un caso positivo; en nueve casos el contagio se produjo en un centro educativo y en uno en un viaje de retorno. En dos casos no se logró identificar el nexo epidemiológico y tres están en investigación.
El estudio establece que los pacientes fueron sometidos a pruebas de laboratorio frecuentes, en las que se encontraron “hallazgos comunes”, como “leucocitosis, linfopenia, marcadores inflamatorios elevados, dímero D y troponina I”, y “cuatro pacientes tenían coinfección respiratoria viral o bacteriana”. La mayoría de los niños requirió asistencia respiratoria y “casi la mitad” fue tratada con ventilación no invasiva. Cinco pacientes que fueron tratados inicialmente con cánula nasal de alto flujo “no necesitaron escalada”, es decir que ese tratamiento fue suficiente y no necesitaron más asistencia respiratoria. En tanto, tres fueron intubados (uno de ellos había comenzado el tratamiento con ventilación no invasiva, pero finalmente tuvo que ser intubado). Entre los diagnósticos frecuentes, los autores destacan “la neumonía y el síndrome de dificultad respiratoria aguda”. Al momento de la presentación del estudio, tres pacientes permanecían hospitalizados, uno permanecía en la UCI y uno había muerto. Acerca del niño fallecido, el pediatra sostuvo que su caso era muy complicado por la enfermedad de base que tenía.
Gónzalez-Dambrauskas expresó que los síntomas por coronavirus se solapan con los de otras enfermedades, y en niños no es específico: “No tiene ninguna característica especial en la que vos digas que esto es de covid o haya que estar atento a algo particular. No hay nada”. Otro aspecto conocido hoy es que a medida que el niño crece y se acerca a la adolescencia, la enfermedad tiende a comportarse de forma más similar a como lo hace en adultos.
Los investigadores concluyen que, en particular, la descripción sobre covid-19 pediátrico crítico revela una “enfermedad poco común, pero heterogénea”. “Los niños con frecuencia tenían síntomas gastrointestinales en lugar de respiratorios después de una breve enfermedad y se recuperaron rápidamente a pesar de requerir sostén vital avanzado significativo”, señalan. Además, plantean que se encontraron datos de “variabilidad regional de diagnósticos (miocarditis en Europa), de tratamientos (remdesivir en América del Norte) y de edad, que continuarán estudiando.
El pediatra insistió en subrayar la escasez de casos críticos de covid-19 en niños y en lo infrecuente que ha sido el desarrollo de este tipo de complicaciones en los más jóvenes. Dijo que “Italia, Perú, Brasil, tienen más niños críticos por covid-19, pero también son miles, miles y miles de casos que tienen o tuvieron en toda la población. Brasil tiene un Uruguay entero de enfermos por covid-19, y colegas de ese país publicaron este mes casos de UCI pediátrica y no llegaron a 80 niños desde que empezó la pandemia”, sostuvo el médico, para ilustrar la real magnitud del problema. Para completar, puso otro ejemplo próximo: “Un hospital referente de Argentina tuvo, en toda la pandemia, 12 gurises; un país de 45 millones de habitantes”, comparó.
“La epidemiología de covid pediátrica la vamos a conocer a cabalidad dentro de un tiempo, pero las señales que podemos dar ahora es que sigue siendo una enfermedad rara, con buen pronóstico de los niños que terminan en estado crítico, y que hay algunas poblaciones ‒sobre todo los que, de base, son muy enfermos ‒ que pueden ser afectadas con un poco mayor de severidad”, resumió.
Inverno “inédito”
Una preocupación con la llegada de la pandemia era cuál iba a ser la evolución de la expansión del virus con la llegada del invierno y la superposición con las “epidemias invernales de todos los años”, cuenta el doctor. “En pediatría año a año se registran epidemias por el virus de la gripe, el virus sincitial respiratorio (VRS) y otros cientos de virus que circulan en invierno y que determinan mucha cantidad de ingreso hospitalario e ingreso a UCI, pero eso este año no se dio. Es un hecho inédito”, expresó González-Dambrauskas.
Según el pediatra, enfermedades muy frecuentes, como la bronquiolitis, las neumonías se “desplomaron”, y prácticamente “desaparecieron de los hospitales”. Lo mismo sucedió en otros países. Es el caso de Chile y Colombia, donde el coronavirus tuvo mayor impacto en los niños y “no se colapsaron las UCI pediátricas, como sí suele ocurrir todos los años con los virus comunes que sí generan saturación del sistema de salud y de los hospitales que atienden niños”, señaló. “Se desplomó la circulación del virus influenza, VRS, una reducción absoluta. Prácticamente no hubo pico invernal”, subrayó el pediatra.
Para los especialistas, la causa principal de este invierno “inédito” podría ser la aplicación de las medidas de aislamiento social, la cuarentena y la poca circulación de niños en sus ámbitos cotidianos, lo que determinó “una menor tasa de contagio y de circulación de los casos”. González-Dambrauskas sostuvo que esta información es “muy valiosa” para los países del hemisferio norte que están por ingresar en las estaciones frías.
Formar parte de CAKE
La investigación CAKE sigue abierta a centros de cuidados intensivos pediátricos del mundo que quieran participar. Quienes lo deseen pueden inscribirse en [email protected]. El estudio preliminar está disponible en ladiaria.com.uy/U5W
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