La integrante del Grupo de Trabajo Institucional en Vigilancia Genómica de SARS-CoV2 Natalia Rego informó a la diaria que es muy probable que se encuentren más casos en Uruguay de la nueva variante C37, identificada en la región andina, luego de que la semana pasada se informara que se detectó en un paciente de Canelones.

Esta sospecha se basa en que la persona en la que se detectó la variante andina “no viajó” ni tampoco lo hicieron sus contactos, explicó Rego, investigadora de la Unidad de Bioinformática del Institut Pasteur de Montevideo. “Seguramente haya alguna otra persona que viajó e introdujo la variante, pero parte de esa trasmisión nunca fue muestreada”, añadió.

La experta no descartó que la situación pueda contenerse y que este evento de ingreso “quede en la nada”, pero aseguró que es “claro” que “empiezan a llegar introducciones de estas variantes más transmisibles una y otra vez” al país.

Rego recordó que esta variante apareció por primera vez a finales de 2020 en Perú, pero que recién hace tres semanas se comprobó que empezó a ser más prevalente y que estaba jugando un rol en la trasmisión en ese país, así como en Chile.

Los datos argentinos, que “son bastante preliminares”, arrojaron que en el Gran Buenos Aires circulan prácticamente en la misma proporción la variante P1, la C37 y la B117, que se identificó por primera vez en Reino Unido, detalló. En este sentido, recalcó que esto significa que “aumentan las posibilidades” de que estas dos últimas circulen en Uruguay.

Si bien el conocimiento científico sobre la variante C37 es limitado, Rego sostuvo que “se sabe que tiene varias mutaciones y algunas deleciones [tipo de mutación genética en la cual se pierde material genético] que ya fueron asociadas en otras variantes con una mayor transmisibilidad o con un escape a la neutralización por anticuerpos”. En otras palabras, parecería que, al igual que la P1, “disminuye la eficacia de la vacuna”, lo que, según Rego, puede provocar que la inmunidad de rebaño demore más en alcanzarse y que la transmisión comunitaria sea “más difícil de bajar”.

El grupo de trabajo diseñó un abordaje que, por medio de la técnica de PCR, permite evaluar la presencia de variantes de preocupación (VOC, por sus siglas en inglés) del SARS-CoV-2; a esa técnica la llaman PCR-VOC. “Buena parte de las muestras que analizamos por PCR-VOC las pasamos también a secuenciación genómica. De hecho, fue así como identificamos la presencia de esta variante C37”.

Variante india

La Organización Mundial de la Salud (OMS) modificó el lunes la clasificación de la variante B1617, detectada originalmente en India, que hasta ese momento era considerada “de interés” y ahora pasó a ser de “preocupación” a nivel mundial.

La responsable técnica de la lucha contra la covid-19 en la OMS, Maria Van Kerkhove, explicó que no sólo hay informes que sostienen que la B1617 “es más contagiosa” sino que también tiene un grado de resistencia a las vacunas.

Si bien esta variante aún no fue identificada en Uruguay ni circula en la región, Rego aseguró que en este momento es importante “reforzar los controles” en el aeropuerto de Carrasco. Si estos se logran hacer de forma rigurosa y, además, las personas que llegan al país realmente cumplen la cuarentena, “esta variante no se debería de colar tan fácilmente”, consideró.

Para Rego, teniendo en cuenta que la variante P1 tiene 90% de circulación en el país, el ingreso de la cepa andina o la india tampoco cambiará la realidad de Uruguay. “La realidad ya cambió con respecto a lo que fue 2020 y, en principio, esto es lo mismo. Va a demorar mucho más en haber un control de la pandemia, de la circulación y de la transmisión comunitaria, porque frente a las mismas conductas es más fácil contagiarse”, subrayó. En esta línea, recordó que la población debe mantener los cuidados pese a ya haber recibido las dos dosis de la vacuna contra la covid-19.