“La ministra de Economía debe estar recibiendo felicitaciones por su excelente trabajo en ahorrar plata del Estado. En el Pereira Rossell no hay ni paracetamol”, publicó en Twitter, el 18 de febrero, Rodrigo Suárez, reumatólogo del hospital pediátrico de referencia de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). Ahora hay paracetamol, pero por hacer su posteo Suárez recibió, hace diez días, una comunicación de las autoridades del hospital en la que le anunciaron que iban a rescindir su contrato.

Esta fue una de las denuncias por las que el viernes se reunió de manera urgente y extraordinaria el Comité Ejecutivo del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) que, por mayoría, resolvió “repudiar y rechazar todo tipo de amenaza o acción que tenga como objetivo dañar derechos constitucionales como la libertad de agremiación y la libertad de expresión, y afecten la capacidad de denuncia de situaciones que vulneran los derechos de los usuarios, la calidad asistencial y los derechos de los trabajadores”. El Comité Ejecutivo del SMU habla de “múltiples y reiteradas denuncias” de médicos que trabajan en ASSE por difundir “situaciones de interés público”.

Fuentes del SMU informaron a la diaria que entre esas otras situaciones estuvo, por ejemplo, el pedido de las autoridades del Hospital Español a Iriniya Fedorovna, residente de CTI, para que bajara de Twitter la publicación que había a comienzos de abril sobre sus primeras 24 horas de trabajo en el hospital, en el que relataba la falta de camas y de insumos para tratar el aluvión de pacientes en estado crítico. Incluyó, también, las presiones hacia referentes de algunas sociedades científicas que hicieron declaraciones que daban cuenta de las debilidades en la atención a los pacientes.

El Comité Ejecutivo del SMU solicitó una reunión urgente con el directorio de ASSE, decidió que notificará al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social acerca de la “persecución y acoso” y solicitará una reunión con la Comisión de Asuntos Laborales de la Cámara de Senadores para dejar constancia de lo que está ocurriendo.