“Hoy el programa está en riesgo por la decisión del MEF [Ministerio de Economía y Finanzas] de congelar el presupuesto asignado en 2019 por todo el período del actual gobierno en 484 millones de pesos, sin prever los ajustes anuales de salario correspondiente”, posteó la filial de Medicina de la Asociación de Docentes de la Universidad de la República (ADUR-Medicina) en Twitter la semana pasada, en una serie de tuits destinados a difundir la situación de las Unidades Docentes Asistenciales (UDA).
Las UDA conforman el Programa de Formación y Fortalecimiento de los Recursos Humanos de los Prestadores Públicos de Servicios de Salud, que se creó mediante la Ley de Rendición de Cuentas 18.362 de 2008. El programa es gestionado de manera conjunta por la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Udelar) y apunta a la formación de recursos humanos para cubrir necesidades asistenciales de ASSE.
Rafael Vignoli, integrante de la Comisión Directiva de ADUR-Medicina explicó a la diaria que el problema de las UDA tiene “un componente viejo y uno nuevo”. Dijo que en el transcurso de estos 12 años de funcionamiento, el programa pasó a financiar sueldos, fundamentalmente, y el problema es que como no pertenece formalmente al rubro “sueldos”, recibe una partida fija, que no contempla de antemano los incrementos salariales. Según Vignoli, hasta 2019 “el programa se hacía cargo de pagar los aumentos salariales del año en curso y el MEF daba la plata al final año”, mediante partidas complementarias, y el presupuesto que se solicitaba al siguiente año incluía esa última partida. El problema “nuevo”, comentó Vignoli, es que la partida que se le asignó al programa en la Ley de Presupuesto Quinquenal fue idéntica a la solicitada en 2019, y ese monto quedó congelado hasta 2024.
“En este momento el MEF sigue plantado en 478 millones de pesos, pero el presupuesto para cubrir los aumentos en 2020 debió ser de 550 millones y se cree que con aumentos que se les están dando a los funcionarios públicos para 2022 se necesitan 580 millones. Tenemos un déficit de 90 millones de pesos, entre 15% y 20% del programa”, detalló Vignoli.
“El gobierno atribuye que el déficit es del programa, pero en realidad el déficit es del presupuesto, no es que el programa gastó más de lo que debería gastar y, de hecho, gasta cada vez menos porque el programa cada vez es un poco más chico”, agregó. Según Vignoli, en realidad, se trata de “un recorte salarial” porque los aumentos fueron asignados en 2019 y en 2020 (el MEF autorizó, finalmente, dar una partida extra el año pasado.
“Lo que queda es reducir el programa con rebaja salarial y/o de puestos de trabajo en 15%”, comentó el docente. El programa tiene dos componentes: por un lado, las UDA propiamente dichas; la otra pata es la llamada UDA-Facultad de Medicina, un complemento que se les paga a docentes de la facultad que trabajan en tareas asistenciales en ASSE, solución pensada para equiparar el salario de los docentes universitarios a los de los médicos de ASSE. El componente UDA tiene 530 docentes y el UDA-Facultad de Medicina comprende a 1.043, informó Vignoli.
Según el docente, la falta de presupuesto “redundaría en una pérdida de la calidad de asistencia de los usuarios de ASSE en un momento en que ASSE tiene 130.000 usuarios más que antes de la pandemia”.
Hasta ahora, parte del faltante lo asumió el propio programa al no renovar cargos que han quedado vacantes ni programas que no pasaban las evaluaciones. Para revertir la situación, ADUR-Medicina está “abriendo una negociación” con el Sindicato Médico del Uruguay y con la Federación Médica del Interior para tratar de llegar al Parlamento y al MEF, comentó Vignoli, que dijo que el decano de Medicina, Miguel Martínez, está negociando directamente con ASSE para obtener más recursos.
Gestión en disputa
Eduardo Henderson, gerente general de ASSE, discrepa con la lectura de ADUR-Medicina: en diálogo con la diaria sostuvo que hablar de recorte es un “enorme error” y que “si hay recorte, viene desde 2018”, cuando se dejó de ajustar el monto del programa. Dijo que eso mismo fue lo que se hizo en la Ley de Presupuesto de 2020, cuando se votaron 484 millones que se asignaron, por año, hasta 2024. “El primer año hubo déficit y se pidió un refuerzo presupuestal al MEF y el MEF se lo dio”, dijo, pero comentó que el incremento salarial de 2020 “fue menor de 10% y se dio mucho más de 10% de aumento, o sea que evidentemente hubo un déficit de gestión”.
Ese es uno de los puntos que busca atacar ASSE: “Hay 12 millones de pesos que se gastan en la gestión”, planteó Henderson, y por eso le propuso a la Facultad de Medicina que esa tarea sea cubierta por funcionarios de ASSE “y nos ahorramos 12 millones de pesos por año, pero eso no lo aceptaron”, informó. Según Henderson, el sueldo del coordinador del programa “es más alto que el del decano de la Facultad de Medicina y que el del presidente de ASSE”.
Por otra parte, Henderson considera que “hay UDA que no son efectivas”: “y pusimos nombres, por ejemplo hay UDA quirúrgicas que no operaban pacientes, tampoco se nos aceptó”, criticó, y reprobó que las evaluaciones sean hechas por los propios coordinadores de las unidades y no por terceros.
El gerente de ASSE discrepa, también, con el complemento salarial que se les da a los docentes que trabajan como clínicos en ASSE. Entiende que “no es equitativo porque los demás docentes que no son clínicos y los docentes de las demás facultades no los cobran, es como un diferencial”, explicó.
“Cuando ADUR te dice que no hubo ajustes, es cierto, pero tampoco los hubo en 2018, ni en 2019 ni en 2020. Hubo un ajuste presupuestal el año pasado que permitió pagar todos esos complementos en tiempo y forma. Quedamos de ir con el decano, con [el presidente de ASSE, Leonardo] Cipriani a pedir refuerzo al MEF, pero si ya lo pedimos el año pasado, nos comprometimos a hacer un ajuste –a ajustar la caja chica y las cuentas de la casa– y no se hizo, y no hay vías de hacerse...”, deslizó, adelantando que son pocas las posibilidades de tener más presupuesto. “No hay peor trámite que el que no se haga, pero realmente es una situación muy difícil”, remató.
“No estamos de acuerdo con la evaluación, no estamos de acuerdo con la gestión”, sostuvo Henderson. “La solución para mí pasa por que se gestione de otra manera. Mi proyecto fue que se crearan dos programas: UDA Facultad de Medicina, que esté dirigido fundamentalmente por la Facultad de Medicina y controlado por ASSE, y el programa UDA, que esté dirigido por ASSE y controlado por la Facultad de Medicina, y en UDA vamos a dar prioridad a todas aquellas UDA que realmente cumplen con los objetivos de ASSE, mientras que a las que no lo cumplen les tenemos que dar de baja”. En el esquema que propone Henderson, cada uno de los componentes tendrá 50% del presupuesto (242 millones de pesos) y la facultad “se tiene que adaptar a que va a tener complementos de UDA Facultad de Medicina y si incrementan los docentes, el monto tiene que ser inferior de acuerdo al número de personas”.
UDA en números
Hay 64 UDA, ubicadas en 14 departamentos del país.
Según la información publicada por ADUR Medicina, entre 2013 y 2019 las UDA quirúrgicas hicieron casi 10.000 procedimientos terapéuticos de coordinación y más de 3.800 de urgencia; las UDA pediátricas registraron más de 65.000 consultas en policlínica y más de 112.000 en emergencia; la UDA de Cuidados Paliativos atendió más de 6.000 consultas de policlínica y de emergencia, y la UDA de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica y la Escuela de Parteras hizo más de 64.000 procedimientos diagnósticos de coordinación y más de 70.000 de urgencia.
Por año, se hacen más de 140.000 consultas en UDA del primer nivel de atención y en ellas se forman más de 2.000 estudiantes de Medicina.
Si bien cumplen tareas fundamentalmente asistenciales, los docentes de las UDA también hacen investigación: entre 2013 y 2019 publicaron más de 470 trabajos de investigación en revistas arbitradas y presentaron 2.200 trabajos en congresos o jornadas académicas.