El grupo de legisladores del Frente Amplio (FA) y el neurólogo Federico Preve –exintegrante del Comité Ejecutivo del Sindicato Médico del Uruguay–, que realizaron varios pedidos de acceso a la información a la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) sobre las compras de servicios y medicamentos en el período 2018-2021, siguen analizando los datos enviados por la institución de salud luego de que la Justicia intimara a cumplir el pedido.
El pedido de información sobre medicamentos se hizo en mayo de este año. En cuanto a compras, según un informe que hicieron en base a la información recibida, ASSE redujo 50% las compras en 2020 y 2021 en comparación con 2018 y 2019, es decir, cinco de cada diez fármacos se compraron en menor cantidad. El informe muestra un análisis más minucioso del recorte general de 30% en la compra de medicamentos, según los datos de la ejecución presupuestal de 2021. En el pedido y el análisis de la respuesta se tomaron en cuenta 32 medicamentos básicos que incluyen tratamientos para la enorme mayoría de enfermedades prevalentes.
Compras en área metropolitana e interior
El grupo de legisladores y Preve avanzaron en el análisis y realizaron nuevos informes. Uno de ellos compara las compras y el stock de medicamentos en el área metropolitana y en el interior del país. Según el informe al que accedió la diaria, para el análisis se consideró área metropolitana a los centros asistenciales de Montevideo y a los centros de la Red de Atención Primaria (RAP), y el resto se contabilizó como interior.
Los principales hallazgos fueron que en 2020 y 2021, comparado con 2018 y 2019, se redujeron las compras de medicamentos pero hubo diferencias. La reducción de compra del total de medicamentos analizados “se redujo 65% en el área metropolitana y 53% en el interior”.
Según el informe, los medicamentos que se compraron en menor cantidad los últimos dos años fueron para la hipertensión, inhaladores para el control y las enfermedades respiratorias, prednisona, antiepilépticos, atorvastatina para hipercolesterolemia, ácido acetil salicílico, medicamentos para el dolor crónico, para el hipotiroidismo, y omeprazol. La reducción de compra en todos los fármacos fue mayor en el área metropolitana, es decir, se compró menos que en el interior.
Sobre el stock final de cada año, en 2020 y 2021 “se observa una reducción de 78% del total de los medicamentos analizados en el área metropolitana y 53% en el interior del país”. De esto concluyen que la situación de contingencia que debió aplicarse ante el incendio del laboratorio Fármaco Uruguayo en diciembre de 2021 “encontró a ASSE con menor capacidad de abastecimiento” sobre todo en el área metropolitana.
Otras conclusiones evalúan que “en el área de prevención cardiovascular el recorte es más profundo y consistente” en el área metropolitana y en el interior, lo que “aumenta el riesgo de los usuarios de ASSE” ante estas enfermedades. También “se pudo verificar que hubo recortes en otras áreas de extrema sensibilidad”, vinculados a medicamentos para enfermedades respiratorias y analgésicos, entre otros.
Además de los recortes, el análisis mostró “un incremento en compras de medicación para salud mental de 15% a nivel país”, pero más acentuado en el área metropolitana que en el interior.
Las cifras de ASSE
En diálogo con la diaria el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, manifestó su punto de vista en cuanto a los análisis. En primer lugar, consideró que el pedido de informes, las conclusiones y la relación de los medicamentos con la cantidad de usuarios de ASSE abarca 32 fármacos “de 970 fármacos que se manejan en el vademécum de la institución, más otros 60 que están fuera pero se incorporaron”.
Agregó que “se nota que los pedidos fueron hechos por alguien que no maneja la administración de la salud” o “lo hace con una intención, muy bien pensada, para que dé así”.
Explicó que los medicamentos en stock “no se miden por la cantidad de usuarios que tiene la institución”, sino “por el número de consultas realizadas, que es cuando el usuario se lleva el medicamento”. En este sentido, recordó que en los dos últimos años, durante la pandemia por covid-19, las consultas se suspendieron y eso generó una importante disminución en las cifras. Según Cipriani, en 2018 y 2019 hubo aproximadamente cinco millones de consultas que en 2020 rondaron los cuatro millones, es decir, se redujeron un millón. “En 2021 y hasta agosto de 2022 vamos a superar los récords”, estimó.
Por otra parte, repasó la cantidad de recetas por consultas de la institución durante los últimos años. En 2018 y 2019 fueron alrededor de 18 millones de recetas, en 2020 bajaron casi un millón. “En 2021 las consultas subieron a las mismas cifras que cerraron el 2018, se llegó a la recuperación, específicamente en el segundo semestre”, detalló.
Agregó que el indicador “recetas sobre consultas es el verdadero indicador” para medir la entrega de medicamentos a los usuarios. “Siempre se mantuvo constante; en 2018 indicó 3,5 recetas por consulta y en 2020 se ubicó en 3,8”, es decir que “se dieron más medicamentos que los años anteriores”, sostuvo. “Es un error evaluar la compra de medicamentos por la cantidad de usuarios que tiene ASSE, porque no todos consultan”, por lo tanto “no todos reciben receta”, acotó.
Sobre las compras dijo que, siguiendo el razonamiento anterior, los medicamentos se compran “según la demanda” y no en números fijos”, algo que significaría ser “muy mal gestor”.
De todas maneras, informó que los últimos años, a pesar de que durante la pandemia las consultas disminuyeron, ASSE aumentó las compras de medicamentos. Desde 2020 y 2021 “las compras aumentaron respecto de todos los años anteriores”, reafirmó.
Otro de los puntos del análisis que para Cipriani “está errado” es que se marcó una disminución en la compra de determinados fármacos, por ejemplo, los que se indican para la presión arterial. Según el jerarca, los fármacos que se consideraron dentro de la lista del pedido de información “no son los únicos que se indican” para este tipo de tratamientos”. “Empezamos a incrementar la compra de otros fármacos que antes no se usaban”, agregó.
También estuvo en desacuerdo con el incremento de compras en fármacos para la salud mental que incluyeron los legisladores y Preve en el informe. Según Cipriani estas compras no aumentaron 15% sino 25%.
En términos generales, comentó que ASSE lleva 4.570 millones de pesos gastados en medicamentos, “lo que representa un aumento de 40%” respecto de los años anteriores, y en 2020 la cifra “rondaba los 3.000 millones”. En 2021 se gastaron “3.427 millones”, “aumentó 14% respecto de 2020”, y “lo que dicen que bajó es por un criterio en economía que agrupa algunos medicamentos en un punto sobre compras que incluye otras cosas en la clasificación” y que, si bien no se detalla, “también incluye compras de medicamentos”.
“Lo explicamos en todas partes y no lo quieren contar”, apuntó. Por último, respecto de 2022 dijo que se gastó “33% más” respecto de 2019, dijo.
Cipriani afirmó que si el mismo pedido de informes se hiciera en el resto de los prestadores de salud, “en todos hubiera dado más bajo que en ASSE”, porque si bien la institución pública disminuyó las consultas durante la pandemia, “no fue tanto como en los prestadores del resto del sistema”.
Hospital Pereira Rosell
Por otra parte, en base a los datos hicieron informes específicos por centro de atención. Uno de ellos fue en el hospital Pereira Rossell, en el que se constató que en el período 2018-2021 “la reducción de medicamentos es aún más acentuada que en ASSE en general”.
Según los legisladores, las compras de unidades “se redujeron 70%”, es decir, siete de cada diez medicamentos analizados se compraron menos los últimos años respecto de las compras de 2018 y 2019. Con el mismo criterio de análisis para las compras de todo ASSE, se observó que las compras que más disminuyeron fueron de inhaladores, “casi 60% menos”, fármacos antiepilépticos, “20% menos”, prednisona para múltiples tratamientos, “24% menos”, y fármacos para atender la salud mental “20% menos”.
También se redujeron entre 18% y 39% las compras de medicamentos para tratar la diabetes, medicamentos para tratar alergias, tratamientos para la hipertensión arterial y fármacos para tratar el hipotiroidismo.
Los stocks de medicamentos “se redujeron” a finales de 2020 y 2021 respecto de las cifras de 2019.