El neumólogo José Pedro Arcos es el nuevo presidente de la Academia Nacional de Medicina

“El principal objetivo del estatuto de la Academia [Nacional de Medicina, ANM] es estimular el conocimiento y la investigación en todos los campos de las ciencias médicas. Recibo la presidencia como un honor y acepto la responsabilidad que se me confiere”, afirmó el neurólogo José Pedro Arcos en la ceremonia de toma de posesión de las nuevas autoridades de la ANM, el jueves, ante autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP), del Ministerio de Educación y Cultura y de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República.

Arcos será el nuevo presidente de los próximos dos años de mandato, en sustitución de la médica nuclear Graciela Lago, quien había asumido la presidencia de la Academia en 2020.

La ANM “inicia un nuevo ciclo, renovando sus autoridades. Quienes tuvimos la responsabilidad de conducirla en estos dos últimos años celebramos décadas de trabajo que nos precedieron, consolidando una tradición de servicio a la ciudadanía y sucesivos gobiernos”, esbozó Lago en el discurso de cierre de su mandato. “Es un honor para los académicos poder asesorar en conocimientos desde las ciencias de la salud, con un enfoque sentidamente ético y solidario”, agregó.

Lo hecho y los pendientes

A los pocos días de asumir, en una entrevista con la diaria, Lago manifestó que “la idea” de su período era continuar con lo que habían hecho sus antecesores, los médicos Guido Berro, Enrique Pons y Henry Cohen. “Ellos tienen un pensamiento muy abierto”, explicó. A su vez, dijo que con el consejo directivo estaba “muy tranquila” ya que muchos pertenecían al equipo anterior. Esa “impronta va a ser muy buena”, adelantaba, y resumía que la gestión se trataba de un “trabajo conjunto, liderar hasta por ahí nomás”.

En su discurso de cierre de su período, Lago especificó que los dos años pasados “coincidieron exactamente con la situación de emergencia nacional” y que, por tanto, “nuestra vocación de cuidar la salud ha sido más que nunca el centro de los desvelos y la participación activa de todos los uruguayos. Hemos estado mancomunados con todos quienes han ennoblecido esta profesión, desde los servicios de atención, el desarrollo científico y en el análisis y gestión de cada una de las etapas de la pandemia”. En ese marco, reconoció el trabajo “inalcanzable” y de “dedicación total” de los académicos integrantes del Grupo Asesor Científico Honorario y de la asesoría del MSP.

A pesar de la pandemia, Lago recalcó que las comisiones académicas “continuaron estudiando los temas prioritarios”. Puntualizó en el trabajo de la comisión de ética, que “culminó un proceso de reflexión y consulta a todos los académicos sobre los aspectos éticos de nuestra responsabilidad abordados en el proyecto de ley de eutanasia y suicidio médicamente asistido”. Asimismo, dijo que se aportó al “análisis de una iniciativa parlamentaria de creación de una comisión nacional de ética, como disponen otros países”.

Por otro lado, referenció a la comisión de historia de la medicina, que durante ambos años “participó en la conmemoración de la vida y obra de dos médicos pioneros, que forman parte del patrimonio nacional”, y a partir de una de las conmemoraciones, realizada en conjunto con la Academia Nacional de Ciencias del Uruguay, se “dio lugar a la creación del primer premio nacional de ciencias Roberto Caldeyro Barcia, que fue adjudicado a nuestro académico Rafael Radi y que esperamos que el Poder Legislativo lo integre formalmente en la agenda nacional”, señaló.

Lago enumeró seis libros que se publicaron en el período –anunció que también hay otros prontos para publicar– y remarcó que se impulsó crear un museo de historia de la ciencia de la salud. Informó que la comisión de salud mental asesoró al MSP en la implementación de la Ley de Salud Mental, en “la simultánea necesidad de evaluar la calidad de la atención de estas prestaciones”, que “se abordó la problemática de la violencia de la sociedad en la salud mental de la mujer durante la pandemia y se abocó en todo el trabajo de la pandemia en la salud mental”.

En esa misma línea, afianzó que “ahora nos aboca la comisión de salud de la mujer” que, según dijo, “inició un productivo vínculo con el MSP en la prevención y el control de las personas portadoras de cáncer de mama”, y destacó la “integración del estudio del ganglio centinela del cáncer mamario y la gratuidad de las prótesis mamarias”. Sobre lo pendiente en este ámbito, dijo que están los planteos de la ANM de “integrar al país la resonancia nuclear magnética de los estudios genéticos en el cáncer de mama en población específica, y la vacunación HPV en edades mayores, que aún tienen un pesado costo que genera inaccesibilidad en muchas mujeres”. En diálogo con la diaria, la médica nuclear profundizó en que, igualmente, “hay varias cosas pendientes, porque todas las comisiones siguen trabajando en las distintas áreas”. Aun así, valoró que la comisión de ética “es fundamental”, así como la de salud mental, sobre todo “ahora en la pospandemia”.

Por último, Lago hizo referencia al grupo de trabajo sobre prestaciones y medicamentos de alto costo, ya que “estudió y propuso contenido” para la reglamentación de la agencia de evaluación de tecnologías sanitarias, creada en la Ley de Presupuesto de 2020. En cuanto al grupo de trabajo de siniestralidad vial, dijo que continuó “cooperando” con la Unidad Nacional de Seguridad Vial y la Sociedad Uruguaya de Emergencistas, y entre otras puntualizaciones del recorrido de ambos años de trabajo, anunció que en 2022 “se abrirán nuevas oportunidades presenciales” para “el intercambio formativo de profesionales uruguayos y para la promoción de actividades académicas” en el marco de las relaciones internacionales.

Para finalizar, Lago agradeció a los presidentes anteriores y a los académicos que conformaban el consejo directivo. “Sin todos ustedes no hubieran sido posibles todas estas actividades”, concluyó, y remarcó su disposición y compromiso para continuar trabajando “en el lugar que me precisen”.

Lo que se viene

En nombre del nuevo consejo directivo, Arcos esbozó algunas líneas de su “compromiso de gestión”, entre las que prioriza las “actividades educativas”, ya que actualmente al médico “la sociedad le exige demostrar que está actualizado y que posee las destrezas necesarias para crecer en la profesión”. En ese marco, anunció el compromiso de “continuar colaborando en la implementación” de la “comisión de educación profesional y recertificación médica”.

Desde la ANM se llevarán a cabo “iniciativas que promuevan el humanismo médico a la vez que mejoren la equidad en el acceso a la medicina”. Arco enfatizó, además, en la “pseudociencia” que proliferó durante la pandemia. Es por ello que difundirán “las buenas prácticas de las medicinas basadas en evidencia, colaborando en disminuir la incertidumbre que generan las técnicas propagandísticas alejadas de la ética médica, y las situaciones de crisis sanitarias como las que hemos vivido. Las publicaciones y congresos predatorios no contarán con nuestro auspicio”, afirmó.

Subrayó la necesidad de la medicina traslacional, y señaló que la ANM se compromete a “facilitar las iniciativas que lleven el conocimiento de las ciencias básicas a la actividad clínica, continuando y ampliando nuestro programa de premios, becas y distinciones”. Por otro lado, se detuvo en las relaciones interinstitucionales, con academias de otras disciplinas, tanto uruguayas como del resto del mundo, y la importancia de la tecnología para que ello pueda seguir adelante. En esa línea, recordó al acervo digital que poseen, que lo mantendrán en una colección digital: “Agrupará y resguardará la producción de ciencias médicas que, en forma abierta, permanente y gratuita, en un sistema institucional, interoperable con otras plataformas, recontribuirán a incrementar su visibilidad y difusión”, complementó.

A modo de cierre, Arcos manifestó que “es imprescindible, para que los progresos de la medicina lleguen a beneficiar a los enfermos, el esfuerzo de los individuos con vocación, dedicación y empeño que puedan cuestionar modelos y paradigmas vigentes, permitiendo el despliegue de nuevas ideas”. Ese devenir, dijo, “sólo es posible en ámbitos institucionales, como el de esta Academia: con objetivos altruistas, independientes en sus decisiones, que cuenten con los recursos adecuados, donde pueda crecer el pensamiento libre”.