“Tratamos diversos temas, sobre todo, la armonización de reglamentaciones a nivel de fronteras, el acceso a vacunación con mayor equidad, la vacunación en fronteras, las epidemias estacionales de virus respiratorios, la importancia de los planes de vacunación regulares”, informó el martes el ministro de Salud Pública de Uruguay, Daniel Salinas, al terminar la IV Reunión Extraordinaria de Ministros de Salud del Mercosur y Estados Asociados.

Lo acompañaban, en la mesa de la conferencia de prensa que se hizo en el hotel NH Columbia, sus pares de Argentina, Carla Vizzotti, de Brasil, Marcelo Queiroga, de Chile, María Begoña Yarza, y de Paraguay, Julio Borba.

Salinas informó que los cinco países de América del Sur elaboraron “una estrategia de transición” que está dejando atrás la pandemia. “Estamos en una etapa parecida según el resumen que hicimos”, transmitió Salinas, con “un muy alto porcentaje de la población vacunada o inmunizada”, y eso permite “ir armonizando” los requisitos de ingreso a cada país. “¿Cuándo?”, preguntó un periodista. El ministro reconoció que esa era la gran pregunta, pero acotó que cada país tiene independencia para hacerlo a su ritmo.

“Lo que se trató es de comparar los regímenes de admisión, tanto de nacionales como de extranjeros, pero dentro de la región Mercosur, comprendiendo que tiene un comportamiento bastante similar en sus características, desde el punto de vista epidemiológico y, por lo tanto, tratar de ir a un punto de convergencia de las exigencias de ingreso al país, tanto en cuanto a vacunas, las formas de declaración jurada, el test de ingreso, todo ese tipo de medidas que vemos que hay algunas diferencias”, amplió Salinas luego, en rueda de prensa. Allí, resumió que “la tendencia es pedir menos cosas para poder ingresar a cada país”.

Vizzotti afirmó que la región está “en un momento distinto, mejor”, con respecto a los años anteriores, aunque recordó la amenaza que representa la circulación de otros virus respiratorios y la llegada del invierno. Por eso, pidió mantener las medidas no farmacológicas, como el uso de tapabocas y la ventilación de espacios cerrados.

De mantenerse la tendencia actual, informó que “los requisitos en relación a los testeos y controles en el tránsito fronterizo se van a ir simplificando”, y que con la vigilancia de los virus respiratorios y el nivel de vacunación “la necesidad y rigidez de controles fronterizos se va diluyendo”.

Borba habló de trabajar ahora en “la mitigación” de la pandemia y dijo que es el tiempo de “reposicionar” otros problemas de salud, como las enfermedades inmunoprevenibles y las arbovirosis, entre las que están enfermedades como dengue, zika y chicunguña.

Queiroga opinó que el momento actual es “de más equilibrio” y que ya hay grandes ciudades de Brasil en donde se tiene “una situación bien avanzada en el control de la pandemia”.

Vacunas y medicamentos para el sur

Vizzotti comentó que América Latina fue “el continente que ha tenido mayor impacto en la pandemia y junto con África ha tenido menos acceso” a la vacunación, pero destacó que América del Sur es la región “que más ha avanzado en vacunación gracias al recorrido técnico, los programas ampliados de inmunización, el trabajo que se ha hecho para acceder a las vacunas a pesar de las dificultades”. Yarza también se refirió a la desigual distribución mundial de las vacunas.

El ministro uruguayo comentó que uno de los “temas significativos” que se habló en la reunión fue sobre “la capacidad productiva de vacunas de ARN mensajero de la República Federativa do Brasil y de Argentina que están muy avanzados en su desarrollo e implementación, lo que va a asegurar la soberanía regional en materia de vacunas”.

Según Salinas, esa plataforma, que es la que desarrollaron los laboratorios Pfizer/Biontech y Moderna para hacer su vacuna contra la covid-19, no sólo sirve para esa enfermedad, “sino para diferentes tipos de patógenos”. La iniciativa será diferente al desarrollo de vacunas contra la covid-19 que han hecho hasta ahora Argentina y Brasil, que han trabajado en la fabricación de otras plataformas –de virus inactivado, en el caso de Brasil, y de vector viral, en el caso de Argentina-.

Otro de los “temas significativos” fue el de los medicamentos de alto precio, para mejorar “el poder de negociación de los países” frente a esto. “Sabemos y enfrentamos la judicialización de la medicina, y que incluso, fuera de lo presupuestal, obliga a erogaciones a los diferentes Estados, muy importantes, entonces vamos a trabajar en conjunto, como región y como bloque, para tratar sistemas de compra, que de alguna manera mejoren la accesibilidad a estos fármacos de alto costo”.

Si bien ya hay estrategias conjuntas de los países para compras regionales, dijo que son muy pocas, y que tratarán de explotar el Fondo Extraordinario de la Organización Panamericana de la Salud.

Más Mercosur

Tanto el ministro de Salud de Brasil como el de Paraguay reafirmaron la importancia del Mercosur. Queiroga dijo que su aporte es “extraordinario” en la integración de los países y que “ha mostrado su valor en sus tres décadas”. Brasil asumió, además, la tarea de revisar el Reglamento Sanitario Internacional, que se aprobó en la Asamblea Mundial de la Salud de 2005 para prevenir la transmisión de enfermedades infecciosas; Queiroga dijo sentirse honrado en que su país represente a América del Sur “para la elaboración de un nuevo tratado de pandemia”, tarea que se extenderá hasta 2023.

“Hemos definido que el Mercosur es el espacio por excelencia para definir estrategias regionales para su implementación en nuestros países y los países de la región asociada al Mercosur”, evaluó Borba, que insistió en la necesidad de revalorizar la promoción de la salud en el bloque.

A una semana de asumir su cargo, Yarza le agradeció al resto de los ministros que la hubieran invitado a la reunión, puesto que Chile no es un miembro pleno, sino un país asociado.

“Decidimos acompañar porque la mirada que tenemos sobre las necesidades sanitarias de Chile, con quién queremos aprender de lo que nos ha ido pasando en pandemia, con quién queremos colaborar en primera instancia son con los países latinoamericanos y los países del sur; era una señal de cómo nos vamos a mover en los temas de salud y con quiénes vamos a empezar a trabajar”, adelantó la ministra, y saludó la “autosuficiencia sanitaria” que se quiere alcanzar con la producción de vacunas.

Indicadores en vez de “número de casos”

La ministra de Salud argentina sostuvo que “ya se está escuchando hablar de endemia”, aunque aclaró que ese pasaje “va a ser un proceso”. De todos modos, afirmó que los países deben “poner el foco fuera del número de casos” y pasar a dar “información semanal en lugar de diaria”, y centrarse en la vigilancia de virus respiratorios, algo que catalogó como “una tendencia que cada país está trabajando y como región nos estamos posicionando también”.

“Queremos corrernos de contar el número de casos para ir viendo hospitalizaciones por SARS-CoV-2, la tensión del sistema de salud porque vacunamos, no para que no haya virus, sino para que no haya hospitalizaciones y fallecimientos”, argumentó Vizzotti.

Algo parecido dijo Salinas: “La situación epidemiológica actual es de control estable y eso se visualiza en índices de calidad, que es lo que interesa, como los que utiliza España, que tiene que ver con el porcentaje de camas de cuidados moderados, ocupadas por covid o con covid, y porcentaje de camas ocupadas en CTI por covid o con covid, entre otros temas, los días laborales perdidos; en fin, toda una serie de parámetros duros que te permiten tener una línea clara de definiciones para ir avanzando”. Dijo que esa información es la que permite mantener “firme” una decisión, y evitar ir “para adelante y para atrás”.