Pasado un mes desde que el otoño ingresó en el territorio uruguayo y a casi dos meses de que llegue el invierno, los fríos se hacen presentes y la campaña de vacunación contra el virus influenza –vacunación antigripal– también. Este lunes, con la iniciativa de la Organización Panamericana de la Salud, tendrá lugar la 20ª Semana de Vacunación en las Américas en el Ministerio de Salud Pública (MSP) para “visibilizar la importancia y los beneficios de la vacunación y fortalecer la confianza de la comunidad en esta estrategia de prevención”, según un comunicado de la cartera.
En este marco, se lanzará oficialmente la campaña contra el virus influenza y se informará sobre el “desempeño” del Programa Nacional de Vacunaciones durante la pandemia. En esta semana de conmemoración, la consigna es “#DateLasVacunas”. Según el MSP, Uruguay se destaca en la región por las altas tasas de vacunación, que superan el 90%.
Por segundo año consecutivo, la vacuna antigripal estará habilitada al mismo tiempo que la vacuna contra la covid-19. Sin embargo, una cosa no quita la otra: “La protección no es cruzada: hay que estar vacunado para covid por un lado, que es un coronavirus, y hay que estar vacunado para la gripe por otro, que es el virus de la influenza”, explicó a la diaria Victoria Franchetz, infectóloga e integrante de la Comisión Nacional Asesora de Vacunaciones.
Por ende, estar vacunado contra la covid-19 con una, dos, tres o cuatro dosis no significa estar más protegido para la gripe. La única protección que comparten ambos virus respiratorios, según Franchetz, son los cuidados: el lavado de manos, la mascarilla y los espacios abiertos.
En este contexto, la infectóloga narró que en 2021 se decidió separar ambas inmunizaciones por 14 días no a raíz de “argumentos teóricos, que una inactive a la otra o que fuera a haber más efectos secundarios”, sino porque cuando se inició la vacunación contra el virus pandémico se estaba “conociendo [las nuevas vacunas] y no queríamos que se atribuyera a la vacuna de covid efectos adversos de la vacuna de la gripe”.
El tiempo pasó y la evidencia mostró que, efectivamente, nada pasa cuando una vacunación se recibe cercana a la otra, y ya se conocen los efectos adversos de cada una. En consecuencia, la infectóloga contó que para este año los adultos que quieran pueden vacunarse con ambas en el mismo momento o con cercanía en el tiempo. En niños, como también reciben otras vacunas, dijo que se estableció una separación entre las dosis de siete a 14 días.
¿Me vacuno contra la gripe?
En cuanto a la gripe, Franchetz afirmó que existen distintos tipos, pero son dos los que dan la gripe estacional: la influenza A y la B. La vacuna, según la infectóloga, “se construye con las cepas de virus de influenza que circulan en el hemisferio norte en la temporada de gripe. Siempre son dos tipo A y un tipo B. Es mayor la protección cuando es concordante lo que circula en el hemisferio norte con lo que circula después acá”.
La vacuna antigripal está recomendada, principalmente, para mujeres embarazadas, niños de seis meses a cinco años, mayores de 65, quienes tengan comorbilidades y para el personal de salud. “El objetivo de la campaña es que estos grupos de riesgo estén vacunados. Después, si se quiere vacunar toda la población en general, genial”, manifestó Franchetz.
Además de los mitos que se han generado en torno a la entremezcla de las vacunas, también está “esa cosa histórica de me vacuno y me agarro gripe”. La realidad es que, según explicó la infectóloga, “la vacuna de la gripe es una vacuna con un virus inactivado: es un virus muerto. Es decir que es imposible que uno se dé la vacuna y se agarre el virus”. En esta línea, aseguró que pueden suceder dos situaciones: “La vacuna comienza su efecto el día 14, es decir que puede contraer la gripe antes que la vacuna haga su efecto”, y, por otro lado, “la vacuna no es 100% eficaz, por tanto uno podría contraer la gripe igual”.
Franchetz aclaró que el resfrío y síntomas similares “pueden ser por cualquier coronavirus estacional, por covid o por otros montones de virus respiratorios”, pero no son el virus influenza. Cuando se habla de este, el A y el B –contra los que protege la vacuna–, en los grupos de riesgo, “puede ser una enfermedad mortal, no es un ‘resfriíto’”. Para la infectóloga, en resumen, la aplicación de la vacuna es de lo “más efectivo para salvar vidas”.