“El control de la glucosa en sangre en las personas con diabetes, enfermedad crónica que produce una elevación de los niveles de glucosa, es un elemento transversal e imprescindible”, explicó a la diaria Bruno Carrattini, licenciado en Nutrición y educador de la Asociación de Diabéticos del Uruguay (ADU). Agregó que todos tenemos cierta cantidad de glucosa en la sangre que es normal, pero cuando esa cantidad se eleva, se diagnostica la diabetes. Según datos del Ministerio de Salud Pública (MSP), en 2013 la prevalencia de la diabetes en la población de 15 a 64 años era de 6%, y de 7,5% en el grupo de 25 a 64 años, y se estima que afecta a 10% de la población.

Aunque el nivel elevado de glucosa es la característica en común de la enfermedad, a partir de eso se determina la existencia de dos tipos. La diabetes tipo dos “es la más frecuente, representa 90% de las personas que la padecen y se trata con medicación oral, ejercicio físico y alimentación saludable”. La diabetes tipo uno, que reúne a los insulinodependientes –también llamada diabetes juvenil, porque suele diagnosticarse en niños y adolescentes–, “es una enfermedad autoinmune que destruye las células que producen insulina, por eso es necesario que las personas se inyecten insulina a diario”, explicó Carrattini. “Si en los diabéticos tipo dos la enfermedad avanza, también se pueden volver insulinodependientes”, aclaró.

En cuanto al monitoreo de la enfermedad, Carrattini explicó que hay dos formas de hacerlo: el monitoreo sanguíneo capilar, utilizado por la mayoría de las personas con diabetes en Uruguay, sobre todo porque está incluido en el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) –“por decreto y desde el año 2005”–, y el monitoreo continuo o freestyle, un método que si bien está disponible en Uruguay –desde 2019–, se accede de forma privada y el costo mensual de mantenimiento del dispositivo es de aproximadamente 130 dólares. “La forma clásica que casi todos conocemos, la del pinchazo en el dedo, le da a la persona información de su glucemia correspondiente al momento puntual en que la mide”, valoró Carrattini. El monitoreo continuo, por su parte, mediante un “sensor subcutáneo que es una especie de parche, mide los niveles de glucosa, pero todas las variaciones, almacena toda la información y permite tener infinitas mediciones a diario”, remarcó.

Este segundo método de medición es el que Carrattini, en representación de ADU y por varios motivos que hacen a una mejora en la salud de los pacientes, recomienda que Uruguay actualice e incluya en el SNIS para que más personas tengan acceso. En primer lugar, el educador reiteró que una persona diagnosticada con diabetes suele pincharse para saber cómo está su nivel de glucosa en sangre entre cinco y seis veces por día. De todas maneras, “son mediciones de momentos puntuales”. Por el contrario, el monitoreo continuo “da infinitas mediciones y mejora la condición clínica de los pacientes”, aclaró. En Uruguay el sistema continuo “no es para todos, y si al costo de más de 100 dólares mensuales se suman los costos que tiene padecer diabetes, es menos accesible aún”, puntualizó.

Monitoreo continuo

Como ejemplo del uso del sistema continuo, la ADU toma un estudio experimental reciente que se realizó en Reino Unido y gracias a cuyos resultados se modificaron las guías terapéuticas del ministerio de salud de esa región para pacientes con los dos tipos de diabetes. El estudio implicó que, durante 24 semanas, 156 personas con diabetes tipo uno utilizaran para medir su nivel de glucosa en sangre monitoreo sanguíneo capilar o monitoreo continuo (o freestyle). Todos comenzaron con valores similares de glucemia, pero el monitoreo continuo mostró un rango de niveles de glucemia más bajo que el método capilar. En quienes usaron el método continuo se registraron dos horas más con la glucemia en un rango objetivo y 80% menos de tiempo sin bajos niveles de glucosa, según el estudio. Por otra parte, el estudio experimental también concluye que las personas que participaron utilizando el monitoreo continuo expresaron sentir la reducción de la carga del manejo de la diabetes en el día a día, con mejoras en su bienestar.

“El freestyle libre o flash es uno de los tipos de monitoreo continuo, el que hace un par de semanas se utilizó en el estudio en Reino Unido”, comentó Carrattini. Agregó que, por otra parte, las personas que participaron en el estudio “no tenían la mejor evolución clínica” y el método freestyle generó “una buena evolución en los pacientes, mejores resultados en términos de la diabetes, mejor hemoglobina glucosilada, parámetro que evalúa si el paciente está bien o no, y también contribuyó a disminuir los picos de hipoglucemia y las complicaciones agudas”, resumió el educador. También remarcó que desde el punto de vista sanitario, el costo-beneficio es positivo. “Más que una opinión, es un hecho de los beneficios innegables de este método para las personas con diabetes”, resumió.

Si bien el estudio se llevó a cabo con el dispositivo freestyle dos, mientras que el que se encuentra disponible en Uruguay es el uno, Carrattini aclaró que “la diferencia entre ambos es la evolución tecnológica” y que empezar con el uno sería un buen avance para Uruguay. “Desde ADU queremos continuar el diálogo con las distintas instituciones competentes para tomar el ejemplo de lo que sucede en el mundo y conversar sobre la inclusión del método en nuestro SNIS”, remarcó Carrattini.

Por último, se refirió a la ley de “fijación de medidas para mejorar las actividades de control y tratamiento de la diabetes y otras enfermedades no transmisibles” (19.789) –que se aprobó en 2019 y derogó la ley anterior, de 1971– y el Compromiso por la Diabetes 2020-2025. “La ley aún no tiene reglamentación; se supone que la pandemia se interpuso en este como en muchos otros procesos, pero se está intentando avanzar”, contó Carrattini. La misma valoración hace en cuanto al compromiso: “Ese documento fue firmado por todos los candidatos a la presidencia de la República de cara a la última elección nacional. Entre otras cosas incorpora las tecnologías y tratamientos, es un gran punto del compromiso, por el que también se quiere continuar”, agregó. Por el momento, desde ADU esperan que “el cese de la emergencia sanitaria sea el punto de partida para que las autoridades vuelvan a trabajar temas pendientes, y que una de las primeras puntas a retomar sea el monitoreo”, concluyó.