Desde el viernes 8 de abril la policlínica Casa de Mario, que pertenece a la regional sur de la Red de Atención Primaria (RAP) de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), está cerrada. El centro de salud funciona junto al centro cultural y comunitario Casa de Mario, en una propiedad del barrio que donó la familia de un artista de la zona que siempre se integró en los proyectos de la comunidad y conoció a una gran parte de los vecinos.

“Nos enteramos del cierre de una forma un poco extraña, porque a pesar de que la comisión del centro cultural tiene un convenio con ASSE desde 2009, quien nos comunicó la noticia fue la enfermera de la policlínica”, contó a la diaria Clara von Sanden, integrante de la comisión vecinal de Pueblo Victoria. “La enfermera nos preguntó si sabíamos de la noticia y nos dijo que se le informó que, a partir de la semana próxima, iba a empezar a trabajar en otro lugar”, agregó.

Von Sanden contó que, una vez enterada, la comisión se comunicó con el Centro Coordinado del Cerro y la respuesta de la dirección fue “que la policlínica se cerraba por malas condiciones edilicias”, pero que la comisión, que “siempre tuvo diálogo con ASSE, incluso para llevar adelante varios arreglos del lugar”, “nunca recibió un aviso al respecto como motivo de cierre”.

La noticia llegó a los vecinos el viernes, y el lunes siguiente se pusieron a juntar firmas para evitar el cierre de la policlínica. Hasta el momento juntaron alrededor de 800 firmas. “Según el médico, la enfermera y una revisión de números que hicimos los últimos días, en este centro se atienden entre 20 y 22 usuarios por día, y en el último año se atendieron unos 800 usuarios en total, en su mayoría niños y adultos mayores”, contó Von Sanden. El centro atendía de lunes a jueves; los viernes el equipo médico hacía visitas domiciliarias a los pacientes crónicos del barrio.

“Desde abajo”

La Casa de Mario se divide en dos partes. Por una puerta se entra al centro cultural, que cuenta con varios espacios. Tiene un teatro, una biblioteca e incluso un archivo fotográfico con las fotos de Mario Benabbi, el expropietario de la casa. Por otra puerta, que antiguamente era la del garaje de la propiedad, se ingresa a la policlínica, que ahora tiene un candado y varios carteles. “La policlínica permanecerá cerrada provisoriamente. Para atenderse con un médico llame al 1902. También podemos atenderlo en el centro de salud del Cerro. Agradecemos su comprensión”, dicen algunos de los carteles.

“Si bien la policlínica funciona desde 2009, la gestión se comenzó a brindar antes, ya que el centro de salud era una de las prioridades de nuestra comisión”, recordó Von Sanden. “Además Mario, el expropietario de la casa, fue un vecino muy preocupado por el barrio y, sobre todo, se interesó mucho por que existiera una policlínica”, agregó. Según la vecina e integrante de la comisión, antes de la policlínica Casa de Mario, lo más cercano era la policlínica que hubo en el club Bauzá, “pero estaba en malas condiciones y finalmente fue cerrada. La gente tenía que movilizarse un montón para poder atenderse”, acotó.

Aunque se firmó un convenio con ASSE para el funcionamiento del centro de salud, según los vecinos, el espacio fue acondicionado por la comisión, que se encargó de preparar la casa para que parte de ella se convirtiera en una policlínica. Hasta ahora la gestión fue conjunta y siempre que surgió un problema se conversó desde las dos partes, contaron los vecinos. “Buena parte de la estructura la hicieron los vecinos. ASSE aportó algunos insumos, pero armamos algo en función de que el médico tenga donde acostar pacientes, un lugar para la enfermera, un escritorio y un archivo”, explicó Fernando Ambrosi, otro integrante de la comisión de vecinos. Agregó que todo se acomodó “desde abajo” y que transformaron “un garaje en un lugar para que esté la gente; hasta hicimos rampa, conseguimos la donación de un aire acondicionado y vamos mejorando el lugar”, agregó.

La casa se sostiene con recursos económicos que aportan los vecinos por medio de una modesta cuota mensual, de donaciones de lo recaudado en festivales, rifas y otras acciones que la comisión, integrada por entre 12 y 15 personas, lleva adelante durante todo el año. “Lo que le comunicamos a ASSE es que si hay dificultades hay que hablarlas”, opinó Ambrosi. “Hace tres años convocamos una asamblea porque en la comisión quedaban sólo tres personas. De hecho, dijimos que si se disolvía se cerraba la policlínica; en ese momento se sumaron varios más y pudimos sostenernos”, recordó el vecino.

En cuanto a las condiciones edilicias como un motivo de cierre, los vecinos opinan que el lugar está mejor que cuando se inauguró, por lo que entienden que no es válido cerrarlo. Fuera de la casa hay una mesa con hojas para firmar y, aunque este lunes fue el último día para juntar las firmas, hay vecinos que siguen llegando no sólo a firmar, sino también a llevar hojas que se llevaron hace unos días y que ahora vuelven completas de firmas.

“Soy de La Teja, que es una prolongación de Pueblo Victoria. De hecho, conocí a Mario, quien donó la casa, y la sorpresa del cierre la recibí el miércoles de Semana de Turismo: nos enteramos porque la comisión lo divulgó en las redes sociales”, contó a la diaria Cecile Regent, una vecina que se acercó a dejar su firma junto a su familia. “Enseguida nos comunicamos entre vecinos, porque la policlínica es súper importante para todos: acá pasas y siempre hay alguna cartelera afuera con información o alguna movida del barrio”, valoró la vecina. La cartelera a la que se refiere en este momento tiene una receta de un jarabe para la tos. “Esas cosas son bien de barrio y se logran porque hay un conjunto de personas trabajando. El cierre es una injusticia por la importancia que el centro tiene para el barrio”, reiteró Regent.

Ambrosi también resaltó que la policlínica “es más que un lugar de atención”, porque tiene otras cosas valorables, como el hecho de que el médico los viernes vaya a los hogares a ver a los pacientes; eso hace que “la atención sea más personalizada, más humana”. Por otra parte, Ambrosi contó que la policlínica y el centro cultural organizan otras actividades vinculadas a la salud, como grupos de personas con determinadas enfermedades que comparten espacios de reflexión, jornadas de alimentación saludables y actividades en días puntuales vinculados a la salud.

Trasladar la atención

“Lo que ASSE les propone a los usuarios es que vayan a la policlínica Tres Ombúes, donde ahora está atendiendo el médico que atendía acá”, explicó Von Sanden. La integrante de la comisión apunta que la dificultad está en que esa policlínica se ubica a más de 20 cuadras de Casa de Mario. “Para ir caminando es lejos, para tomar ómnibus hay que ir hasta la avenida Agraciada”.

Por su parte, Ambrosi agregó que “otra de las dificultades es que [en Tres Ombúes] hay una población de usuarios bastante amplia, es decir que si antes las fechas demoraban un mes, ahora podrían demorar dos o más”. También contó que en el barrio se sabe que antes de que existiera la policlínica “la gente mayoritariamente se atendía en el Cerro o iba al HHospital Maciel, pero muchos no se atendían; pensamos que es lo que puede pasar si cierran”, agregó.

Este martes a las 11.00 habrá una reunión entre los integrantes de la comisión vecinal de la Casa de Mario y autoridades del Centro Coordinado del Cerro y de la RAP. “La directora del Centro Coordinado nos dijo que en principio la reunión es para que hiciéramos la sugerencia de a dónde pueden ir los usuarios, pero luego de haber juntado las firmas y recibido el apoyo del barrio, la idea es plantear que abran la policlínica de nuevo”, adelantó Von Sanden.

“Después de que la comisión del centro y algunos vecinos nos comunicaran la situación, nos pusimos en contacto con las autoridades de la RAP para saber cuál era el motivo del cierre”, contó a la diaria Martín Pereira, presidente de la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP). Acotó que las autoridades le informaron a la federación que el cierre se debía a un “plan de obra por reformas”. Pereira agregó que al pedir detalles de la obra, por ejemplo, si iban a comenzar de inmediato o no, la RAP respondió que no. “Ante la situación, sugerimos que la policlínica se mantenga abierta y que los cambios se coordinen con la comisión vecinal para poder hacer las gestiones en conjunto”, señaló. Por último, Pereira adelantó que la FFSP este martes acompañará la reunión y opinó que “el cierre no tiene sentido si las refacciones no van a comenzar de inmediato, porque además la policlínica tiene algunos problemas edilicios como tantos otros centros de la RAP”, concluyó.

Por su parte, Federico Focco, el director de la RAP, dijo a la diaria que “no es un cierre” y que, “luego de la reunión con los vecinos, se ampliará la información”.