El presidente del Banco de Previsión Social (BPS), Alfredo Cabrera, planteó en una reciente reunión de la Junta Nacional de Salud (Junasa) que el organismo deje de hacerse cargo del gasto que generan los timbres profesionales que se utilizan en las certificaciones médicas de los trabajadores. Según los datos de 2021, el gasto representa 30 millones de pesos y, en la interpretación del jerarca, no corresponde al organismo hacerse cargo del costo.
En el proceso de la certificación médica hay dos partes, “el beneficiario, que es el usuario, el cual recibe la atención del profesional médico, y el médico, que por su trabajo aporta a la Caja Profesional; en eso el BPS no tiene ni arte ni parte”, dijo Cabrera a la diaria. Subrayó que el BPS “no recibe ni otorga nada” por este proceso, “aunque es un gasto del que se hace cargo desde 2009”, en referencia al costo del timbre profesional.
El Sistema Nacional de Certificación Laboral (SNCL) surgió luego de un acuerdo entre los prestadores de salud y el BPS. Según se estableció, al enfermarse el trabajador, puede ser atendido y certificado por su médico tratante, sin tener que acudir a un médico certificador del BPS. Consultado sobre por qué dentro de ese acuerdo que hubo el organismo quedó a cargo del pago de los timbres profesionales, Cabrera señaló: “Cuando las certificaciones eran en un papel el usuario compraba el timbre profesional y se lo agregaba al certificado antes de presentarlo en el trabajo”; y cuando se creó el SNCL, “el papel desapareció y la certificación pasó a ser electrónica, y lo que se encontró en ese momento fue que el BPS lo fuera pagando, algo que se mantiene hasta hoy”.
Por entender que no tiene relación directa en el proceso es que Cabrera planteó el cambio en la reunión de la Junasa. “Los prestadores manifestaron la voluntad de analizar el tema y buscar otra forma de ejecución; si bien se conversó la semana pasada, hoy hubo una nueva reunión y lo que sigue es reunirse con los prestadores para seguir analizándolo”, agregó.
El presidente del BPS aseguró que “no tiene ningún fundamento legal ni reglamentario que el BPS se haga cargo de ese gasto”, y que además como el instituto previsional “es deficitario [recibe asistencia de Rentas Generales], ese pago es un beneficio que le está dando el Estado de manera indirecta a la Caja Profesional”.
Fuentes de las mutualistas dijeron a la diaria que el BPS asumió el cargo de los timbres en 2008 cuando se firmó un acuerdo con los prestadores, y que no sólo se decidió en base a cuestiones económicas, sino también administrativas. Por las certificaciones médicas, que antes se hacían en los departamentos de salud del BPS, los prestadores no reciben ninguna contraprestación, y el cambio se dio porque el proceso era dificultoso; ante esos problemas que había fue que los prestadores asumieron las certificaciones, indicaron desde el sector privado.
Desde los prestadores de salud se estima que de ser ejecutado el cambio que planteó el BPS en la Junasa, el costo del timbre pasaría a ser responsabilidad del trabajador, lo que podría generar dificultades en el proceso. Además, confirmaron que se reunirán con las autoridades del BPS por el tema.