El Ministerio de Salud Pública (MSP) confirmó en su informe semanal que se registró un cuarto caso de viruela símica en el país. La información brindada corresponde al informe del 27 de agosto y se limita a destacar el cuarto caso confirmado y que hay cuatro casos sospechosos, además de agregar que ya se han descartado en todo el país 42 posibles cuadros de viruela del mono.
| Último informe sobre #ViruelaSímica en Uruguay correspondiente al 27 de agosto de 2022 | pic.twitter.com/6gNrgIxwB5
— MSP - Uruguay (@MSPUruguay) August 29, 2022
En otras oportunidades, el MSP ha aclarado que se entiende como caso sospechoso una persona de cualquier edad que tenga una erupción en la piel aguda que no se pueda explicar por otras razones, como una alergia, y supone que se agregue algún otro síntoma, como dolores de cabeza, fiebre, dolores musculares o de espalda, astenia (cansancio crónico) o linfadenopatía (inflamación o aumento del tamaño de los ganglios linfáticos). Además, se descarta que tenga otras enfermedades habituales que causan erupción en la piel, como varicela, sarampión, zika, dengue, chikungunya y otras.
Sólo se entiende que un caso está confirmado cuando hay una prueba de laboratorio positiva para el virus de la viruela símica mediante pruebas moleculares.
Vías de contagio
Este martes se realizó una jornada de actualización sobre la viruela símica a cargo del Instituto de Higiene de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República. Lorena Pardo, integrante del Departamento de Bacteriología y Virología de la facultad, recordó que la transmisión del virus entre humanos se da a través del contacto estrecho con las lesiones, incluido el contacto sexual, aunque “aún no se estableció claramente si la vía sexual propiamente dicha es una vía de transmisión posible [por los fluidos]”.
Entre las posibles vías de contagio también se incluye el contacto con la ropa y ropa de cama utilizada por alguien que tenga la infección; asimismo, se puede transmitir de madre a hijo por la placenta. Otra de las posibles vías de transmisión que están en estudio son por la vía respiratoria y la propagación en personas asintomáticas. La transmisión puede darse desde la aparición de los primeros síntomas y hasta que hayan sanado las heridas que la viruela genera.
Sobre el cuadro clínico explicó que el período de incubación es de seis a 13 y hasta 21 días. Los síntomas más frecuentes son la fiebre –uno de los que más se presentan, en 64% de los casos–, dolor de cabeza, dolores musculares y cansancio, entre otros. “La infección es autolimitada y suele extenderse entre dos y cuatro semanas”, agregó Pardo.
Lesiones rápidamente progresivas
En cuanto a las lesiones, Pardo informó que son rápidamente progresivas. Primero aparecen máculas pequeñas que generalmente están agrupadas en la zona de exposición al contagio, luego evolucionan a la pápula, que “es delimitada y firme”, sigue evolucionando a una vesícula, que es menor a un centímetro, y por último a una pústula “de contenido purulento que finalmente se convierte en una costra que se cae”.
La cantidad de lesiones puede ser variable. Los casos que se observaron en África durante brotes anteriores “poseen un importante número de lesiones” pero en otras regiones, por ejemplo en brotes como el de Estados Unidos en 2003, se muestran casos con pocas lesiones más similares al brote de 2022, en el que 40% de los infectados posee menos de cinco lesiones.
En cuanto al lugar del cuerpo en el que se manifiesta, los últimos reportes recientes indican que 73% de las lesiones se han manifestado en los genitales, 25% en el rostro, 55% en el tronco y los miembros y 10% en las palmas de manos y las plantas de los pies.
Los tratamientos se basan fundamentalmente en el control de los síntomas, la higiene de las lesiones y el aislamiento durante 21 días. En la actualidad existen antivirales que están en estudio pero por ahora no cuentan con licencia para ser comercializados, entre ellos Cidofovir, Brincidofovir o Tecovirimat.
Sobre las complicaciones de la enfermedad, Pardo explicó que en lo que va del año la mayoría de los ingresos son de tratamiento ambulatorio y aproximadamente sólo 12% de los pacientes requieren ingreso a cuidados moderados. Ese ingreso suele ser por el manejo de los síntomas o, por ejemplo, por sobreinfección bacteriana, entre otros motivos. Hasta el momento hay alrededor de 48.800 casos y 15 fallecimientos reportados a nivel mundial.