“Entregamos un proyecto fusionado”, declaró a la prensa el diputado frenteamplista Luis Gallo, luego de que la Comisión de Salud Pública y Asistencia Social de Diputados resolviera comenzar mañana a tratar el articulado del proyecto de ley para legalizar la eutanasia, que el Partido Colorado (PC) y el Frente amplio (FA) terminaron de unificar hace apenas unos días. El articulado se votará la primera semana de setiembre, según Gallo, por una prórroga que pidió el Partido Nacional (PN), debido al trabajo que se está realizando por la Rendición de Cuentas, pero, a partir de este miércoles, se comenzará a “considerar artículo por artículo”.

Consultado sobre el apoyo con el que el proyecto cuenta dentro de la Comisión de Salud, Gallo aseguró que 99% de los legisladores del FA, la “gran mayoría” de la bancada colorada, el Partido Independiente, “seguramente” el Partido de la Gente y “algunos legisladores” del PN brindarán su voto. “Pensamos que los votos en la Cámara de Representantes van a estar”, acotó.

El diputado colorado Ope Pasquet, quien en un principio presentó un proyecto propio, “concebía la eutanasia desde el acto de despenalización del acto médico”, sostuvo Gallo, y planteó que el FA centró “la eutanasia en el derecho que tiene el paciente en decidir en circunstancias muy especiales”. En cuanto al proceso de unificación de ambas propuestas, comentó que “se trabajó todo el año”.

Por otra parte, Gallo aclaró algunos puntos fundamentales del proyecto. Sobre cómo evitar que se produzcan abusos, explicó que “esa posibilidad” se trabajó mucho en el artículo 2. “Hay condiciones que tiene que tener el paciente para solicitar la eutanasia y [eso] es muy claro”, remarcó. Para solicitar el procedimiento, el paciente tiene que ser mayor de edad, estar psíquicamente apto y consciente de lo que está sintiendo, tener una o varias patologías que, además deben ser crónicas, irreversibles e incurables, deben de estar produciendo “un dolor insoportable, que menoscaben gravemente al paciente”, informó el diputado. “Se tienen que dar todas esas circunstancias para que el médico actuante habilite el procedimiento de la eutanasia”, resumió.

En cuanto a una posible intervención de la familia en la solicitud del paciente, aclaró que esa opinión “no cuenta [porque] es un derecho personal”. También dijo que una vez que la petición sea admitida por el médico tratante, se pasa a considerar una segunda opinión médica “que certifique que ese paciente entra dentro de las características” que plantea el proyecto.

Asimismo, Gallo aclaró que bajo ninguna circunstancia el médico puede adelantarse a la decisión: “Es una voluntad que la solicita el paciente en una primera entrevista y lo reafirma en una segunda”. Además, “el médico también debe ofrecer tratamientos previos y luego de [contar con] toda esa información el paciente decide”, acotó Gallo. De todas maneras, al reafirmar la decisión el proceso no termina. Luego se solicitan dos testigos y finalmente se firma la voluntad. “Queremos dar las máximas garantías al paciente al tomar una decisión tan drástica como es quitarse la vida”, sentenció.

Por último, aclaró algunas cuestiones relacionadas al personal de salud, las instituciones médicas y los métodos a utilizar. En cuanto a los prestadores, explicó que “como el proyecto crea un derecho para la ciudadanía, [el prestador] tiene la obligación de brindarle el servicio para morir”. De todas maneras, el proyecto contempla la objeción de conciencia. El personal de salud que vaya a actuar en ese momento “tiene la opción de decir ‘yo no lo voy a hacer'”, aclaró Gallo. El legislador también recordó que “las encuestas recogen un amplio consenso: 60% de los médicos está a favor de legislar la eutanasia”.

En cuanto a los fármacos a utilizar en el proceso, consideró que “queda a criterio de la reglamentación” porque “no se incluyen drogas en una ley”.