En mayo, la Asociación de Familiares y Usuarios del Centro Martínez Visca (CMV) presentó una denuncia ante la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) por el “inminente” cierre del establecimiento. La causa, según lo planteado en su momento, eran los problemas financieros que atraviesa la Comisión Honoraria del Patronato del Psicópata (CHPP), de la que depende el centro que atiende a 275 personas con trastornos de salud mental.
Dos meses después, el último día de julio, el CMV despidió a la coordinadora del programa de vivienda –uno de los cuatro proyectos enfocados en la inserción sociocomunitaria que se implementan en el sitio– “porque se negó a una rebaja horaria y rebaja salarial del orden del 25%”, de acuerdo a lo expresado en un comunicado por la asociación de familiares. Desde entonces, la iniciativa, que busca “estimular” la autonomía a través de pensiones sociales, apartamentos supervisados y apoyos en domicilios, no tiene ningún coordinador.
Asimismo, “han reducido salarios y horarios a otros trabajadores” y le han solicitado al resto de los coordinadores que devuelvan los celulares institucionales, “quitándoles una herramienta de trabajo fundamental para la buena ejecución de sus tareas”, plantean.
Según el documento, estas medidas contradicen declaraciones del Ministerio de Salud Pública (MSP) que aseguraban que se potenciaría a la CHPP. “También nos preguntamos si este tipo de resoluciones restrictivas continuarán, aumentando, de ser así, la afectación del funcionamiento global de la institución”, añaden.
“Muy pobre”
“Si bien ha habido algún movimiento en torno a los dineros para los próximos ejercicios, en realidad no está nada claro y no sabemos si van a alcanzar”, contó a la diaria Nelly Guarneri, integrante de la Asociación de Familiares y Usuarios del CMV. Desde la presentación de la denuncia, la evolución ha sido “muy lenta”, pues recién en agosto existió una respuesta “muy pobre” por parte del MSP, explicó Guarneri.
Aunque en la Rendición de Cuentas se propone una inversión de 35 millones de pesos para la CHPP, “no se detalla para qué y nosotros entendemos que ese dinero no es suficiente”, por lo que “vamos a volver a tener problemas”, agregó Guarneri. En lo que respecta a lo que queda de este año, tampoco hay certezas de que alcancen los recursos, aunque el MSP tiene una visión optimista.
Por otro lado, más allá de lo económico, la forma en que se han reducido los sueldos ha sido “muy de golpe, de una manera bastante poco amable”, indicaron. La entrevistada consideró que es comprensible la necesidad de actuar ante una situación financiera de estas características, pero recortar los salarios de “personas clave” es “bastante complejo”. A la vez, mencionó que el despido de la coordinadora en cuestión “fue bastante desagradable” porque “todo se hizo de palabra” y no se tuvo en cuenta su trayectoria ni su vínculo con el espacio. “La despidieron rápidamente, sin ninguna ceremonia”, lamentó.
Además de destacar la preocupación por la falta de certezas, Guarneri expresó: “Lo que pedimos de forma insistente es que tiene que haber un lugar para pensar en otra estructura de la rehabilitación del CMV”. “Este mes se juegan muchas cosas y todavía estamos en el aire, sin respuestas muy concretas y con algunas cosas que no son las que esperábamos”, concluyó.