Un grupo de 11 personas que están a la espera de un trasplante de pulmón alertan sobre las demoras que existen en el proceso previo y posterior al ingreso de la lista de espera, y piden que la realización del procedimiento en Uruguay, una posibilidad que se empezó a gestar hace poco más de un año, se agilice.

“El camino para poder ingresar a esta lista de espera se nos hace largo, lento y complicado. No es fácil aceptar un diagnóstico que nos dice que nuestras vidas cambiarán por completo, que nuestra salud se irá deteriorando progresivamente y nuestra expectativa de vida será de tres a siete años, a menos que nos realicen un trasplante pulmonar”, relata una carta firmada por el grupo, a la que accedió la diaria.

Sobre el proceso, explican que una vez que asumen la noticia y comienzan los trámites jurídicos para acceder a medicación y tratamientos, deben cumplir con una serie de requisitos establecidos por el Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Fondo Nacional de Recursos (FNR) para ingresar a la lista, mientras esperan la cirugía. Uno de los pedidos es asegurar una vivienda “en condiciones” para el posoperatorio.

Si bien los pacientes entienden la complejidad del proceso, creen que es necesario y urgente “humanizar y flexibilizar” el sistema de salud con algunas acciones, como la reducción de los tiempos de espera para especialistas, facilitar el acceso a tratamientos y reducir los costos en algunos prestadores de salud privados.

Lo económico es un factor crucial para los pacientes, ya que la mayoría son personas oxígeno-dependientes y los tickets son muy elevados. Algunas de las enfermedades por las que requieren trasplante son hipertensión pulmonar, linfangioleiomiomatosis, fibrosis pulmonar idiopática y epoc, pero cualquiera sea, quienes la padecen tienen una expectativa de vida limitada, con una sobrevida que varía entre tres y 15 años.

Por este motivo el tiempo es crucial y algunos factores hacen que la espera sea cada vez más larga. Una de las situaciones que influyen es la actualidad crítica de la Fundación Favaloro, de Argentina, donde los uruguayos van a realizarse los trasplantes desde 2003, producto de un convenio binacional que ya superó los 50 trasplantes.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de la Donación y Trasplante de Células, Tejidos y Órganos, en 2023 se hizo un solo trasplante de pulmón, tres menos que en 2022. Si bien no hay datos oficiales actualizados, el grupo de pacientes agregó que en lo que va de 2024 se realizó un transplante. Actualmente, hay aproximadamente 28 personas en lista de espera.

La Asociación Española será la primera mutualista en realizar trasplantes

Bajo el entendido de que agilizaría los tiempos y disminuirían los costos al realizar el trasplante en Uruguay, el FNR hizo un llamado a las empresas de salud para que se postulen como oferentes del servicio. El único prestador que se presentó fue la Asociación Española, aunque la situación es mejor que en los llamados anteriores, cuando no hubo interesados.

En diálogo con la diaria, Alfredo Torres, actual gerente general de la mutualista, explicó que las primeras conversaciones con el FNR y el MSP se dieron hace más o menos un año y medio ya que la empresa cuenta con “un importante equipo de recursos humanos” integrado, entre otros, por Gerardo Bruno, cirujano grado 5 especializado en tórax, y Pablo Curbelo, del mismo grado, especialista en neumología, a lo que se agrega la estructura del Instituto de Medicina Altamente Especializada (IMAE) cardiológico, que es “uno de los mejores del país”, donde se administra la cirugía cardiológica, que “tiene muy buenos resultados”.

Respecto al trasplante pulmonar, Torres, quien también integra el FNR, explicó que los últimos años la inestabilidad económica y política argentina hicieron que los costos de la cirugía que realiza la fundación aumenten, incluso, a veces, quincenalmente. Además, “muchos médicos muy capacitados, que no estaban bien pagos, abandonaron la fundación”. Por los motivos anteriores fue que el FNR realizó el llamado, al que se presentó la Asociación Española, porque tiene “todos los recursos materiales, la infraestructura y los recursos humanos”, según Torres.

La mutualista ya está autorizada para realizar la ablación (preparación) y se están revisando aspectos del contrato entre el FNR y la empresa para que todas las etapas del trasplante se hagan en el país. En Uruguay ya se hace la ablación del órgano con un equipo que viene desde Argentina, prepara el órgano en el lugar en el que se encuentra el donante y lo envía a la fundación. “En esas idas y vueltas se perdía [el trasplante] porque muchas veces el órgano o la persona no llegaba en óptimas condiciones al procedimiento”, agregó Torres, y explicó que, por esta motivo, será favorable que todas las etapas del proceso se realicen en el mismo país.

Para ello, falta ultimar aspectos jurídicos, económicos y técnicos que van a llevar una o dos semanas, según Torres. Luego entrarían en la última etapa previa, que es la capacitación de los médicos, que seguramente sea en algún centro de referencia español, y “en unos seis meses se podrían iniciar los procedimientos”.

“La capacitación de los cirujanos y de todo el equipo quirúrgico, el seguimiento de los pacientes y las instalaciones adecuadas” fueron algunos de los requisitos que el FNR pidió a la empresa, que también recibió una visita de la fundación argentina, que, a través de una carta, “elogió las instalaciones de la mutualista” como base para realizar una de las “intervenciones más complejas a nivel mundial”, contó Torres.

Para el gerente, lograr que la intervención se pueda realizar en el país ayudaría a reducir los costos, seguramente aumentaría el número de donantes y sería menor la espera.