El Ministerio de Salud Pública (MSP) anunció que a la brevedad implementará un modelo de prevención de consumo problemático de drogas islandés que, en principio, se aplicará en cuatro departamentos: Canelones (San Jacinto), Colonia (Colonia del Sacramento), Maldonado (Pan de Azúcar) y Rivera (Tranqueras), lo que abarca unos 1.129 jóvenes de aproximadamente 15 años.

El proyecto, que se aplica en Islandia desde hace 25 años, ya se extendió a 20 países. Planet Youth es un modelo que se compone de diez pasos y se puede calificar como una iniciativa con enfoque participativo que apunta a fortalecer los factores de protección, mitigar los factores de riesgo y crear entornos comunitarios saludables para “el desarrollo positivo de los jóvenes centrándose en dominios clave de la comunidad”, según difundió la cartera.

El MSP explicó que optó por esta estrategia en el entendido de que es “la mejor metodología a seguir”, ya que pone el centro en modificar los entornos en los que crecen y se desarrollan los adolescentes “para promover la exposición a conductas más saludables y limitar las situaciones más riesgosas”. En definitiva, la estrategia apuesta al impacto en el entorno social como forma de influenciar en los comportamientos individuales e incluye al entorno escolar y local de los adolescentes.

El modelo se basa en tres pilares: evidencia científica, metodología comunitaria y diálogo y colaboración entre diversos grupos sociales, civiles y gubernamentales. El cronograma de trabajo tiene diez pasos que incluyen desde el relevamiento de las comunidades hasta la alineación final entre las políticas y las prácticas.

Según publicó El País y confirmó la diaria, el modelo tiene un costo de 1,5 millones de pesos anuales. Por el momento, el gobierno planea aplicarlo a través de la Dirección General de la Salud en conjunto con diferentes gestores de las comunidades seleccionadas, durante un año, transcurso en el que se pondrá en marcha la primera etapa del proyecto. Luego, se evaluará su continuidad. Planet Youth sugiere cinco años de aplicación para evaluar resultados.

Para Rando, el programa es una “importante oportunidad” de prevención

En la presentación de la iniciativa, la ministra de Salud Pública, Karina Rando, detalló que el consumo de alcohol y drogas es un problema social y de salud pública a nivel mundial. A su vez, planteó algunos datos; con relación a la marihuana, América tiene una prevalencia de consumo de 8,8% en la población de entre 15 y 64 años de edad, y en alcohol 40% más que el promedio mundial, sumado a que “hay baja percepción de riesgo del consumo de estas dos sustancias”.

El modelo de prevención islandés es una “importante oportunidad” para prevenir el consumo de manera efectiva porque “es innovador, transformó la manera de abordaje y cambió la forma de prevenir a nivel mundial”, consideró la ministra y resaltó que la iniciativa también busca prevenir otras conductas como los intentos de autoeliminación y el suicidio.

Los resultados en Islandia “han sido notables” porque el consumo de alcohol se redujo de 42% en 1998 a 5% en los últimos años. Las encuestas muestran un aumento de la salud mental y satisfacción de los jóvenes así como disminución de conductas de riesgo. Además, tuvo buenas repercusiones en México, Chile, España y Argentina, valoró la jerarca, y además reconoció que para que el programa funcione se requiere el esfuerzo de todos los involucrados.

Especialista en consumo entiende que el MSP debió apostar a un modelo con “cierto resguardo”

Paul Ruiz Santos, licenciado y doctor en Psicología, docente de la Universidad de la República y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Uruguay, y que hace varios años estudia el consumo de alcohol y otras drogas, más que nada en jóvenes liceales, dijo en diálogo con la diaria que el modelo contratado por el MSP es “uno de los tantos” programas de prevención disponibles.

“Algunos programas están difundidos y son públicos, otros están patentados y tienen un costo. Si vas a pagar, tienes que elegir un sistema que tenga cierto resguardo”, agregó Ruiz. El investigador resaltó que el programa por el que optó el MSP tiene “muy pocos artículos científicos que refieran a su impacto”, algo que “se tiene en cuenta cuando se evalúa” un modelo de este estilo, y además en lugares como Chile, donde ya se aplicó, “dejó muchas dudas”.

Para Ruiz “hay que ser más cauto con los fondos del Estado” y se invirtió una suma que podría haber apostado al trabajo que realizan tanto la Universidad de la República (Udelar) como otras universidades privadas en Uruguay. “Hay personas que ya trabajan en el tema sin retribución económica a cambio; con lo que se invirtió se podía contratar, dentro de la Udelar, por lo menos 20 becarios grado 1 con los que se podría implementar “un gran programa de prevención”, con apuesta al trabajo nacional, porque “en Uruguay hay un montón de personas que tienen cosas para decir respecto a la prevención del consumo, a quienes no se consultó”, concluyó.