Tras el anuncio del Ministerio de Salud Pública (MSP) sobre un “aumento inusual” de casos de enfermedad meningocócica, este martes, en diálogo con la prensa, la ministra de Salud Pública, Karina Rando, dio algunos detalles más sobre la circulación de la bacteria. En ese marco, comunicó que en lo que va del año se registraron nueve casos y tres fallecimientos.

De las nueve personas afectadas, cuatro son del sexo femenino y cinco del sexo masculino. La ministra puntualizó que “no hubo relación” entre los casos, es decir, que son aislados; tampoco hubo cadena de contagios ni hay un brote. En cuanto a los serotipos de la enfermedad meningocócica, explicó que se detectó la circulación de dos casos del serotipo B, cuatro del C, uno del serotipo W-135 y dos “sin determinar”.

La cartera llamó a “expertos para que den su opinión sobre medidas a tomar”, adelantó la jerarca. Si bien en Uruguay hace una buena cantidad de años que se usan vacunas contra la enfermedad meningocócica, causada por la bacteria Neisseria meningitidis, la inoculación no es general y se recomienda sólo para casos puntuales. En 2018, la Comisión Nacional Asesora de Vacunas lo definió así debido al bajo número de casos que se registran en el país.

Consultadas por la diaria, fuentes del MSP indicaron que por el momento la cartera no prevé solicitar a la comisión asesora una actualización de las recomendaciones.

“Asimetría” en el acceso a las vacunas

Actualmente, están registradas en el MSP dos vacunas: la conjugada tetravalente Menactra y la vacuna para serogrupo B Bexsero. En diálogo con la diaria, Javier Prego, pediatra e integrante de la Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP), consideró que las vacunas disponibles son “efectivas y tienen una seguridad importante”, y explicó que la recomendación actual de inoculación es para pacientes que presentan factores de riesgo, como enfermedades crónicas, o para médicos que manipulan muestras. A su vez, los pediatras tratantes pueden recomendar la inoculación.

Lo que interfiere en el acceso es el costo. “No es una vacuna barata”, apuntó. Si bien depende de si se trata de un afiliado a la institución o no y varía según el prestador de salud, cada dosis supera los 3.000 pesos y puede costar hasta 7.000 pesos. A su vez, se indican entre dos y cuatro, dependiendo de la edad. Para Prego, eso genera “una asimetría entre quienes pueden acceder y quienes no”, y es un tema que ha estado siempre en discusión, ya que se trata de una vacuna que, incluso en los países desarrollados, se ha ido incorporando “poco a poco”.

Sobre los casos y los fallecimientos registrados hasta ahora, Prego opinó que el número “es alto” y que anualmente suele registrarse una decena de casos. Por ello, “tal vez este momento sea propicio para reevaluar” la vacunación y los grupos a los que se exhorta inocular, planteó.

Características de la enfermedad meningocócica

Todas las enfermedades generadas por la bacteria tienen rápida evolución, aunque al principio presentan síntomas poco específicos o fácilmente confundibles con otras patologías por los que, en general, la población no consulta, como un resfriado agudo o gripe.

Si bien la enfermedad se manifiesta de forma “muy variada”, por lo general presenta fiebre elevada que se acompaña de otros síntomas como decaimiento, vómitos, somnolencia, cefalea y dolor corporal, puntualmente, en los miembros inferiores, la espalda y el abdomen.

“Sin importar el serotipo” se trata de una afección contagiosa que se transmite por gotas, indicó Prego. Las personas pueden estar enfermas o ser portadoras sanas. Los grupos más afectados son los niños. “Cuanto más pequeños, poseen menor cantidad de defensas en su organismo, así que están más expuestos”, señaló.

El espectro puede ir desde la meningitis, que es una infección de las meninges que envuelven al sistema nervioso central, o diseminarse a la sangre y provocar una infección generalizada denominada sepsis, detalló Prego. Se trata de enfermedades rápidas, que se caracterizan por que los síntomas evolucionan en cuestión de horas, por eso se les llama enfermedades tiempo-dependientes. Para Prego, la mejor prevención es prestar atención a los síntomas y consultar de forma precoz.

En el desarrollo de la enfermedad inciden otros factores, sobre todo, las enfermedades que afectan las defensas, agregó el pediatra.