En el discurso que dio este domingo Yamandú Orsi frente a La Huella de Seregni, luego de consagrarse como el candidato único del Frente Amplio (FA) para las elecciones nacionales del próximo 27 de octubre, puso “los problemas de salud” como una de las prioridades en un eventual cuarto gobierno frenteamplista. “Nada de esto se arregla con promesas ni con los anuncios de los anuncios de un futuro prometido”, expresó el candidato.

Una semana antes, en su cierre de campaña en Las Piedras, Orsi adelantó que, si ganaba en la interna, pensaba “plantear transformar el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), que hoy nos da muestra de que la ‘i’ de integrado está debilitada y que no funciona como un sistema integrado”.

En diálogo con la diaria, la líder del equipo de salud del candidato y diputada por el FA Cristina Lustemberg explicó que Orsi se refirió a que es necesario atender “temas pendientes” respecto del SNIS que quedaron de las administraciones del FA, y otros que se generaron en la actual administración. “Debemos avanzar en la implementación de los cambios en los modelos de atención, gestión y financiamiento porque son los pilares de la reforma”, explicó Lustemberg.

El cambio en la atención implica fortalecer la atención primaria y buscar que el primer nivel “resuelva” intensificar “la salud en territorio”, la prevención y la promoción de problemas de salud, detalló la diputada. De todas maneras son ajustes ya establecidos en normativas vigentes. “Todos estos aspectos se encuentran en las leyes que se aprobaron en nuestro primer gobierno, pero en 2019 faltaba desarrollarlos y fortalecerlos, y en este gobierno no sólo no se fortaleció, sino que se retrocedió”, agregó.

Además, “sin desconocer la pandemia que azotó a nuestro país y al mundo”, en el comienzo de este período de gobierno, “sabemos que hubo retrocesos importantes en la participación social y en el fortalecimiento de la atención primaria”, apuntó Lustemberg, y mencionó como otro “retroceso” el debilitamiento de las políticas de lucha contra el tabaquismo.

Señaló que del modelo de gestión también importa destacar la participación social, que fue uno de los principios de la reforma implementada por el FA, pero también el rol rector del Ministerio de Salud Pública (MSP) y, en concreto, de la Junta Nacional de Salud. “Un sistema como el nuestro, basado en el financiamiento público con prestadores integrales de salud de gestión privada, como son las instituciones de asistencia médica colectiva, requiere necesariamente un control y una fiscalización que permitan monitorear la calidad de la atención y la sostenibilidad financiera. No se fortaleció la fiscalización de los prestadores integrales de salud ni del resto de los prestadores del SNIS”, apuntó.

Nuevas incorporaciones

Además de trabajar sobre lo ya establecido, Lustemberg dijo que hay que tener en cuenta que la medicina “avanzó muchísimo” y que debido a eso cada vez existen más medicamentos y tecnologías sanitarias, “no necesariamente de alto costo como para ser financiadas a través del Fondo Nacional de Recursos”. A su entender, estas prestaciones deberían incorporarse al Plan Integral de Atención a la Salud (PIAS) y al Formulario Terapéutico de Medicamentos.

Si bien en el actual período esto ya se hizo, la diputada considera que quedaron por fuera “algunas de las prestaciones más frecuentes por las que los afiliados y afiliadas a las mutualistas deben pagar precios diferenciales” y “muy altos, en algunos casos”. Eso es “inequidad y restricción al acceso de la atención a la salud, que ha aumentado progresivamente en esta administración”, opinó.

El equipo también plantea abordar “como prioridad” una atención integral a problemas cada vez más prevalentes, como los de la salud mental, entre ellos las adicciones, y las enfermedades crónicas, como la diabetes, la hipertensión y la obesidad. También señaló que es necesario trabajar en las patologías vinculadas a la salud materno infantil, “sobre las que hubo un retroceso” importante, por ejemplo, en el control del embarazo, que provocó un aumento en la incidencia de la sífilis gestacional y la prematurez, entre otros problemas.

Por último, con respecto a la sostenibilidad económica del sistema, Lustemberg dijo que el equipo trabaja en “medidas concretas” para fortalecer el sistema y para que “no ocurran más” cierres de instituciones, como ocurrió con Casa de Galicia.