Este lunes comenzó a venderse en farmacias el inyectable de semaglutida, más conocido como Ozempic por su nombre comercial. En principio, se utiliza para el tratamiento de la diabetes tipo 2, pero en otros países muchas personas lo conocen y adquieren con la finalidad de bajar de peso.
El costo ronda entre 15.000 y 17.000 pesos, dependiendo de si se trata de la presentación FixDose de 4 miligramos o la DualDose de 2 miligramos. Para su conservación se requiere cadena de frío, algo que aclara la farmacia que tiene el producto a la venta, y que para adquirirlo es necesario receta blanca.
En Uruguay, el fármaco fue habilitado por el Ministerio de Salud Pública (MSP) hace un año. Ozempic incide en el metabolismo: mejora la resistencia a la insulina y disminuye el apetito, lo que lo convierte en una herramienta efectiva en pacientes con sobrepeso u obesidad. En general, produce un descenso de peso gradual y moderado. De todas formas, debe ser acompañado de hábitos saludables que sostengan la pérdida de peso.
La dosis inicial recomendada de semaglutida para pacientes con obesidad es de 0,25 miligramos semanales, con ajustes progresivos hasta alcanzar 2,4 miligramos semanales.
El mes pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó la semaglutida en la actualización de la lista de medicamentos esenciales contra el cáncer y la diabetes. El comité de expertos de la organización revisó los últimos estudios disponibles, que demuestran que un grupo de fármacos denominados agonistas del receptor del péptido glucagonoide tipo 1 (GLP-1) puede ayudar a las personas con diabetes tipo 2 a mejorar el control de su glucemia, reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares y renales, favorecer la pérdida de peso e incluso disminuir riesgos mayores, especialmente en quienes presentan otras afecciones como insuficiencia renal o cardíaca.
Se incorporaron a la lista de medicamentos esenciales los agonistas del receptor GLP-1: semaglutida, dulaglutida, liraglutida y tirzepatida, esta última con una acción combinada sobre el receptor GLP-1 y el péptido insulinotrópico dependiente de la glucosa, como guía para nuevos tratamientos en los países asociados.
Sin embargo, tanto la OMS como los profesionales de la salud han remarcado la importancia de que Ozempic se administre únicamente bajo prescripción médica, debido a los efectos secundarios que puede causar un uso incorrecto. Entre ellos, se destacan efectos gastrointestinales y también otros más complejos, como la pancreatitis. Asimismo, existen efectos secundarios clasificados como “muy raros” por su baja frecuencia, motivo por el cual la OMS también emitió una alerta.
Por ejemplo, en junio de este año, basándose en los resultados de dos estudios recientes, la OMS advirtió sobre el posible riesgo de neuropatía óptica isquémica anterior no arterítica (NAION, por sus siglas en inglés) asociado al uso de semaglutida. Esta afección es una de las causas más frecuentes de pérdida de visión en adultos, y la segunda neuropatía óptica más común después del glaucoma.
Por lo general, se presenta como una pérdida repentina e indolora de la visión en un solo ojo, acompañada de edema del disco óptico. La pérdida visual suele ser irreversible, y actualmente no existe un tratamiento eficaz.
Ante estos registros, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) recomendó actualizar la información del producto de estos medicamentos para incluir esta patología como efecto secundario, especialmente debido al auge del uso del fármaco a nivel mundial como herramienta tanto para profesionales como para pacientes.