Se torna necesario discutir y proponer en la perspectiva de ampliar miradas que complementen la democracia representativa con un enfoque participativo y de apropiación ciudadana.
Hoy Montevideo y los festejos por el inicio del proceso que nos vio nacer nos permitieron discusiones interesantes. Reflexiones que salieron de la caja de zapatos de la historiografía para hacerse colectivas.
El contraste entre las posiciones y conocimientos convencionales y las posiciones de los multimillonarios del sector tecnológico se ha convertido en una cuestión bastante recurrente, que aparece en distintos asuntos.
Feyerabend no ataca a la ciencia sino a la postura casi dogmática que la concibe como una actividad sacrosanta. Una racionalidad que pretende ser única y de alcance universal fracasa como herramienta de investigación.
Lo único que tiene de original Milei son los perros clonados y los delirios místicos públicos. El resto es una copia torpe de la agenda de la derecha y ultraderecha internacional.
Hay formas más sutiles de hacer morir a una democracia, quizás no tan rimbombantes para los expertos, pero no por ello menos relevantes para los ciudadanos. La muerte por inanición del debate político podría ser una de ellas.
En Uruguay estamos transitando un camino que representa un caldo de cultivo perfecto para que los fenómenos que hoy suceden en Ecuador encuentren terreno fértil en nuestro país.
La conducción política del gobierno, relaciones internacionales incluidas, entendió que no tenía nada que decir ni a los ciudadanos ni a la colectividad internacional sobre la suerte de la democracia en Guatemala.