El niño era víctima de maltrato físico y aunque ingresó en un centro de salud por un supuesto accidente doméstico, en la autopsia se determinó que tenía fracturas y que murió por un golpe en la cabeza.
Su abogado, Marcos Prieto, descartó que hubiera un enfrentamiento previo entre ellos y dijo que fue algo “circunstancial”, “como le puede pasar a cualquiera”.