Cultura
Injustamente, el común denominador de la crítica suele considerar a Nanni Moretti como el Woody Allen italiano. La injusticia no viene tanto por el lado de la apreciación de valores, sino más bien por ciertas diferencias sustanciales en referencia al contenido que esconde, en un caso y el otro, la forma de lo neurótico. Los dos directores, que gustan de aparecer en cámara en gran parte de sus películas, siempre se caracterizan por sus modos nerviosos, con una neurosis encapsulada en monólogos en los que siempre hay algo tan desesperado como desesperante. Sin embargo, detrás de estas cavilaciones suele arreciar algo distinto, un horizonte ético diferente.
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18 de diciembre de 2015