Cada día mueren en el mundo unas 7.600 personas como consecuencia de accidentes laborales o de enfermedades relacionadas con el trabajo. Según la Organización Internacional de Normalización (ISO, por su sigla en inglés), eso fue lo que motivó la creación de la nueva norma 45.001, declarada de interés por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que aborda distintos aspectos de la salud y la seguridad en el trabajo.

Se trata de un documento que describe un sistema de gestión que “conduce a un compromiso” de toda organización que lo implante, “con la mejora progresiva y continua del entorno laboral”, según el Instituto Uruguayo de Normas Técnicas (UNIT, por su sigla en inglés). En particular, apunta a “la prevención de los daños y del deterioro de la salud relacionados con el trabajo”. Pero, además de la gestión de la seguridad y la salud, también hace referencia a cuestiones como el bienestar laboral, que según la UNIT se puede entender como “la ergonomía y exposición a peligros”. También sostienen que cobra “especial importancia” el contexto de la organización y la participación de los trabajadores “a todos los niveles” –con orientaciones en este aspecto–, más allá de que el sistema enfatiza en el liderazgo y compromiso de la dirección de la empresa.

Desde el PIT-CNT, Walter Migliónico, integrante de la Secretaría de Salud Laboral de la central, reconoció que “tiene cosas positivas”, aunque se paró sobre el hecho de que “no es menor que no sea obligatoria”. “Estas normas no son de cumplimiento obligatorio; son normas para el uso de bienes y servicios, declaraciones de buenos principios, y eso implica que ninguna empresa está obligada a cumplirlas a priori”, estableció, en el entendido de que “mientras no se integre al marco normativo nacional, no da garantías”. Por otro lado, llamó la atención sobre el hecho de que “muchos de los sindicatos que participaron en su redacción no la votaron”; entre ellos están la Confederación General del Trabajo de Argentina y la Unión General de Trabajadores de España.