El Instituto Nacional de Carnes (Inac) hizo este jueves el balance de gestión de 2019, en el que resaltó los principales hitos de la administración y advirtió sobre la continuidad de los precios elevados de la carne vacuna por lo menos durante los dos próximos años. El presidente del Inac, Fernando Stanham, explicó que el alza en los precios de la carne bovina está estrechamente vinculada con los precios de exportación, debido a que Uruguay exporta 75% de lo que produce. A esto se suman la suba del dólar y la demanda creciente de China, que está sustituyendo la carne de cerdo por carne vacuna, debido a un problema sanitario que atraviesa el sector en esa región. “Los precios altos de la carne vacuna vinieron para quedarse y arrastran a los precios de las otras carnes”, advirtió Stanham.

“El consumidor uruguayo se va a tener que acostumbrar a los precios elevados” de la carne vacuna, aseguró el titular del Inac, y destacó que el problema sanitario que afecta a China y otros países de Asia es uno de los principales factores que inciden en el alza de los precios. “La carne de cerdo, que es la principal carne que se consume en esos países, ha bajado muchísimo la producción, por lo que aumentó muchísimo la demanda del principal importador de carnes del mundo, que es China”, explicó. Stanham señaló que hasta que no se restituya la producción de carne de cerdo en esa región “va a ser difícil” que se produzca una baja de los precios, y estimó que esto va a llevar por lo menos dos años, al margen de que “en general, la demanda de carne vacuna en el mundo está en aumento, por lo que la tendencia también sería a la suba por ese lado”. “No es una buena noticia, pero es a lo que nos vamos a tener que enfrentar”, lamentó el jerarca.

Otro factor que incide en este fenómeno es que las plantas exportadoras del país, que son 25, faenan 97% del ganado, lo que significa que las plantas que no exportan abastecen a un porcentaje muy pequeño del mercado interno. Esto deriva en un vínculo estrecho entre el precio de exportación y el precio por el que los frigoríficos venden a distribuidores y carniceros, y estos últimos a los consumidores. “El carnicero es el que está dando la cara ante el consumidor y tiene que recibir las quejas por un producto tan importante para los uruguayos como es la carne. A veces el carnicero no entiende por qué está ocurriendo esto y puede pensar que se debe a algún tipo de intencionalidad, pero es muy simple: sube el precio de exportación, sube el precio del ganado, sube el precio al que se les vende a los carniceros”, sostuvo Stanham. Como consecuencia de esta situación, el Inac prevé un descenso en las cifras de consumo de carne vacuna de este año, con lo que se acentuará la tendencia que se registra desde 2018, cuando hubo una baja de 2,300 kilogramos per cápita.

Por otra parte, Stanham se refirió al alza de los precios del pollo. Al respecto, señaló que al dispararse los precios de la carne roja lo hizo también la demanda de carne avícola, pero dado que este producto no tiene la misma fluidez de importación que la carne bovina, la producción nacional no dio abasto. Es decir que el precio de la carne vacuna arrastró el precio de la carne de ave. “La producción de pollo se planifica con mucha anticipación, porque se debe importar los huevos de las reproductoras, incubarlos, y recién después de que nacen los pollos se inicia el proceso de engorde. Eso lleva muchos meses, y la producción que se está faenando hoy se decidió meses atrás. Entonces, cuando saltó el precio de la carne vacuna, los pollos que había eran los únicos que estaban disponibles, y eso hizo saltar los precios”, explicó Stanham. Por último, el titular del Inac señaló que con la suba del precio de la carne vacuna también aumentó el consumo de la carne de cerdo, y si bien en este rubro también aumentaron los precios, indicó que es un caso diferente porque 80% de la carne de cerdo que se consume en Uruguay proviene de Brasil.