Durante los últimos años América Latina experimentó caídas en el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, el consumo, la inversión y las exportaciones, al tiempo que sufrió un deterioro en la calidad del empleo, señala la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). En ese contexto, 2019 cerrará con un crecimiento de la economía de apenas 0,1%, y para 2020 se prevé que ese crecimiento llegue a 1,3%, señala el organismo de Naciones Unidas.

En caso de que la situación en 2020 se mantenga dentro de estas previsiones, se completarían seis años consecutivos de bajo crecimiento y “el período 2014-2020 sería el de menor crecimiento para las economías de América Latina y el Caribe en las últimas siete décadas”, afirma la CEPAL.

“Ante este escenario, la región no aguanta políticas de ajuste y requiere políticas para estimular el crecimiento y reducir la desigualdad. Las condiciones actuales necesitan que la política fiscal se centre en la reactivación del crecimiento y en responder a las crecientes demandas sociales”, dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, al presentar ayer el documento Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe. El informe también menciona las demandas sociales, con reclamos de que se reduzca la desigualdad y aumente la inclusión social.

La CEPAL destacó el impacto que tiene en la región la desaceleración de las economías de Estados Unidos y China, sus principales socios comerciales. El primero crecerá en 2020 menos de 2% y la segunda menos de 6%, según prevé el organismo. El informe señala que esto puede afectar a los países de la región en el comercio con Washington y Pekín, y también por el efecto en los precios de las materias primas. En el caso de los productos agropecuarios, afirma, “se espera que los niveles de precios en 2020 sean sólo levemente más bajos en relación con los niveles vigentes en 2019”.

Otra de las previsiones del informe es un aumento del desempleo en la región de 8,0% a 8,2% en promedio al cerrar 2019. Esto implica que el número de desocupados habría crecido un millón y alcanzado los 25,2 millones. A esto se agregan previsiones de que el desempleo promedio suba 0,2% en 2020, y un deterioro en la calidad del empleo, con un aumento de la informalidad laboral y del trabajo por cuenta propia.

Por otra parte, la CEPAL señala que, “a diferencia de épocas anteriores, la mayoría de los países de la región se encuentran hoy en situaciones de inflación en niveles históricamente bajos (2,6% promedio regional, sin considerar a Venezuela, Argentina y Haití), reservas internacionales relativamente elevadas, en general las economías mantienen acceso a los mercados financieros internacionales, y las tasas de interés internacionales se encuentran en niveles reducidos”. Afirma que “estas condiciones favorecen la capacidad de implementar políticas macroeconómicas tendientes a revertir el actual escenario de bajo crecimiento”. El documento concluye que es “fundamental reactivar la actividad económica mediante un mayor gasto público en inversión y políticas sociales”, y afirma que “los esfuerzos redistributivos de corto plazo deben complementarse con aumentos en la provisión y calidad de bienes y servicios públicos”.