El Sindicato de Funcionarios de H&M, filial de la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio y Servicios (FUECYS), y la empresa se reunirán ante la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra) el 3 de enero, una semana después de que los trabajadores se declararan en conflicto por irregularidades en las categorías laborales y en las condiciones de trabajo. El sindicato reclama la creación de categorías laborales correspondientes a las distintas tareas (cajero, vendedor, cadete y ayudante de depósito) y denuncia la ausencia de sillas en las tres tiendas que tiene la multinacional en Montevideo (Montevideo Shopping, Punta Carretas Shopping y Nuevocentro Shopping), así como la falta de agua potable accesible en los puestos de trabajo.

“Nuestra postura es clara: nosotros no queremos multitarea, porque en Uruguay no existe. H&M la implementa y nosotros hacemos de todo: vendemos, reponemos, cobramos, asistimos al cliente, atendemos los probadores; hacemos todo por el sueldo de un vendedor. Queremos un cargo con tareas acorde a lo que hace cada uno”, dijo a la diaria la dirigente sindical Jessica Guzmán. Ante los reclamos del sindicato, la empresa ofreció un aumento salarial pero manteniendo las condiciones actuales, lo cual fue rechazado por los trabajadores. “Nos propusieron un 10% más de lo que cobramos hoy en día, que serían unos 2.800 pesos más, pero nuestra propuesta es que se distinga a cajeros, vendedores, cadetes o ayudantes de depósito, sin perjuicio del quebranto de caja”, explicó Guzmán.

Además de la creación de categorías, el sindicato exige a la empresa que acate la ley 6.102, conocida como “ley de la silla”, vigente desde 1918, que establece la obligatoriedad de “la existencia de sillas en establecimientos y locales comerciales para que empleadas u obreras tomen asiento cuando sus tareas así lo permitan”,y que garantice a los trabajadores el acceso al agua potable, dado que actualmente sólo tienen en las cocinas, algunas muy alejadas de los puestos de trabajo. “Esto lo pedimos en setiembre y recién en noviembre, después de tres reuniones en Dinatra, nos dijeron que iban a colocar sillas, que todavía estamos esperando. Les pedimos más dispensadores de agua, porque los locales son grandes y tenemos que atravesar toda la tienda para ir a la cocina, y nos dejaron agregar sólo uno en el local de Punta Carretas”, afirmó la dirigente. El nuevo dispensador va a estar allí hasta el 1º de marzo, “porque la empresa considera que son los meses más movidos y calurosos”, señaló la sindicalista.

De los más de 420 trabajadores que tiene actualmente H&M entre las tres tiendas y el depósito en Paso de la Arena, 70% son mujeres, estimó Guzmán. La dirigente aseguró que hay “compañeras embarazadas que se tienen que certificar porque no pueden estar tantas horas paradas, porque eso les genera retención de líquidos, y la empresa prefiere que se certifiquen antes de darles una solución”. Asimismo, señaló que “la dinámica del trabajo lleva a no ir a tomar agua las veces que necesitás”. El viernes 27, durante una instancia tripartita, la empresa presentó un certificado médico que evaluaba el ambiente laboral como “óptimo” y, según contó Guzmán, el documento señalaba que los trabajadores “no sufren estrés por el tema de la rotación y que es un trabajo más descontracturado, cuando en realidad la mayoría de los trabajadores se certifican por problemas de cansancio y estrés”, indicó.