El jueves 2 de mayo 110 trabajadores de Isusa (Industria Sulfúrica SA) pasarán a seguro de paro rotativo por cuatro meses, mientras “en el ínterin se irá negociando cosas más grandes, por encima de la negociación entre empresa y sindicato, involucrando a organismos del Estado, ministerios, OSE, y demás”, informó a la diaria el presidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (STIQ), Diego Zipitría. El dirigente dijo que se logró frenar los despidos anunciados por la empresa, que “pasaron a un cuarto intermedio”, pero “hay que buscar soluciones más profundas a la problemática de la industria”. Isusa, fundada en 1947, es una empresa de capitales uruguayos, que se dedica a la elaboración de fertilizantes, compuestos sólidos y líquidos y productos químicos como sulfato de alúmina y ácido sulfúrico. Cuenta con seis plantas, la principal en Ciudad del Plata (San José), pero también tiene en Nueva Palmira (Colonia), Agraciada (Soriano), Durazno (Durazno), Melo (Cerro Largo) y Fray Bentos (Río Negro), así como es propietaria, desde 1997, de Fanaproqui (Fábricas Nacionales de Productos Químicos), cuya planta está ubicada en Colón, Montevideo. Por medio de su sitio web, Isusa emitió un comunicado en el que informó que el aumento de “los costos de operación frente a la evolución del tipo de cambio real, y la caída de precios internacionales determinaron una pérdida de competitividad en los últimos años que culminó en 2018 con un resultado negativo”. “Ante esta situación la empresa ha comenzado un proceso de reestructura interna de sus operaciones que no afectará el nivel de los productos y servicios a nuestros clientes así como el cumplimiento restricto de sus obligaciones”, agregó la empresa. Por esto, a principios de abril había anunciado al sindicato que iban a ser despedidos unos 150 trabajadores y 60 serían enviados a seguro de paro.

El acuerdo alcanzado ahora prevé que unos 40 trabajadores se acogerán a un retiro voluntario y que sólo 110, de una plantilla de 480, pasarán a seguro de paro por cuatro meses.

“A la industria química hace tres o cuatro años que le vienen pegando fuerte. Año tras año vienen cerrando empresas, sobre todo las multinacionales”, afirmó Zipitría. Para el sindicalista, el problema es la entrada de productos importados, que muchas veces no cumplen con los requisitos “pero igual entran por falta de controles”. “Otro punto es el de la competencia desleal, cuando traen fertilizantes o sulfato de aluminio del exterior. Lo traen, ponen un contenedor, pagan sueldos mucho más bajos en logística, emplean mucho menos mano de obra, no pagan impuestos de industria química. Un vivo o dos vivos que tienen plata, traen un buque lleno de fertilizantes, lo acopian en un deposito y después empiezan a cargar camiones y venden. En cambio, Isusa tiene tres turnos de trabajo, con operarios de planta especializados. No es lo mismo una industria que los que son sólo operadores logísticos”, explicó.

Zipitría apuesta a que con la ayuda de la Asociación de Industrias Químicas del Uruguay y del Poder Ejecutivo se pueda encontrar “una solución, porque si no el mes que viene está cerrando otra fábrica”. “Se están perdiendo empleos de calidad, trabajos con salarios de 60.000 o 70.000 pesos; en la química hay una trayectoria de negociación colectiva de mucho tiempo, se cumplen todos los chequeos de salud ocupacional, hay tripartitas de seguridad en todas la plantas, hay convenios buenos, comisiones de trabajo, aguinaldo entero, salario vacacional, una caja de auxilio de la industria química, presentismo, ropa de trabajo, hasta la leche”, añadió el sindicalista.

Para Zipitría hay que discutir cómo el Estado se planta como motor del desarrollo por medio de las compras públicas. “A veces ves que por ahorrar 50.000 dólares, se pierden un montón de empleos de calidad, y los costos del Estado nunca bajan”, concluyó.