Desde el martes hasta el 6 de agosto, los empleados de Conaprole llevan a cabo una red de asambleas en las distintas plantas de la empresa, a raíz del conflicto que mantienen los trabajadores de la planta 10, ubicada en Camino los Ceibos, en la ciudad de San Carlos, Maldonado.
Hace una semana se reunieron representantes del gremio de trabajadores con el comité de Recursos Humanos de la empresa, integrado por el gerente general, los directores, el presidente y la gerenta del departamento de Recursos Humanos. En este ámbito, el sindicato dejó planteada su disconformidad con el cierre propuesto.
Luis Goichea, secretario general de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea, explicó que los trabajadores entienden que el cierre “no es beneficioso para la cooperativa” porque, en primer lugar, afecta “no sólo a San Carlos, a 40 familias, sino también a núcleos de los alrededores, implica pérdidas de trabajo directo y otros tantos indirectos”. Afirman que los resultados “económicos” de esta decisión son nulos, pero también que “desde el punto de logístico complicará el funcionamiento de toda la empresa”.
El dirigente recordó que existe un convenio colectivo acordado y firmado de manera tripartita, en el que se establece que debe haber un “aviso previo” de la empresa en todas aquellas situaciones en las que se puedan ver afectados los puestos de trabajo. Los trabajadores dicen haberse enterado por la prensa de la intención de cierre, lo que sorprendió “aun más” teniendo en cuenta que está vigente una instancia semanal de reunión en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
Después de la red de asambleas en las plantas que se extenderán hasta el 6 de agosto, el 9 se reunirá el órgano máximo de dirección política del sindicato, el Consejo Nacional de Delegados. El 15 los trabajadores se reunirán en asamblea general para definir medidas de alcance nacional; aún no se sabe si se llevará a cabo en Montevideo o en San Carlos.