Según una resolución del directorio del Banco de Previsión Social (BPS), del 5 de agosto de este año, no es su competencia “asegurar de oficio el cumplimiento de los laudos de los Consejos de Salarios vigentes en los casos concretos que se detecten incumplimiento”.

Otra resolución, pero de 2006, decía que el BPS era el se encargaba de “desarrollar una actividad preventiva, en forma pro-activa, de modo de asegurar a los trabajadores la percepción de prestaciones adecuadas al momento de la ocurrencia de las contingencias sociales cubiertas por el sistema (art 67 de la Constitución), por lo que no puede permanecer ajeno al cumplimiento de la legalidad salarial, máxime cuando la suficiencia de la cobertura prestacional está estrechamente vinculada a la misma”, ahora esto quedó derogado por las nuevas autoridades.

El actual directorio, presidido por Hugo Odizzio, consideró que “los acuerdos, convenios, laudos que arriben los responsables tributarios, no obligan a la Administración Tributaria, que habrá de determinar los tributos conforme lo establecido por la ley”, además “el Banco de Previsión Social tiene como cometido el coordinar los servicios estatales de previsión social y organizar la seguridad social (art. 195 de la Constitución de la República), lo que implica desarrollar una actividad de manera reglada, determinando los tributos conforme lo establece el art. 147 de la Ley N° 16.713 [de Seguridad Social], de manera independiente a los acuerdos que arriben los responsables”.

El artículo mencionado dice que “las contribuciones especiales de seguridad social destinadas al Banco de Previsión Social se aplicarán sobre las remuneraciones realmente percibidas por los sujetos pasivos de dichos tributos, con la sola excepción de aquellos casos en los que la materia gravada y las asignaciones computables se rijan por remuneraciones fictas”, lo que llaman “principio de primacía de la remuneración real”.

El senador del Frente Amplio (FA) Óscar Andrade dijo, en rueda de prensa, que la medida parece “alentar al trabajo informal”. “El BPS acaba de definir que deja de controlar de oficio los laudos, por lo tanto a la hora de intentar corregir una informalidad hasta se puede hacer por fuera de los laudos legales, lo que es despropósito”, aseguró.

“¿Cómo puede ser que el ministro de Trabajo [Pablo Mieres] este diciendo que uno de los objetivos es la formalización del trabajo y, en agosto de este año, el BPS resolvió que deja de controlar los laudos?”, se preguntó el senador, que además aseguró que “parece más un argumento burocrático que la necesaria articulación pública para lograr un objetivo” que es evitar la competencia desleal “que termina perjudicando al empresario que cumple con todo”.