No pasó una semana desde que se anunció la llegada del coronavirus a Uruguay y ya comenzaron a activarse las preocupaciones de los actores del mundo laboral sobre las repercusiones de la emergencia sanitaria en la actividad económica y el empleo. La economía doméstica se ve resentida por las medidas de contención del virus, que implican el cierre de los centros de estudio, la cancelación de los espectáculos públicos y la recomendación de permanecer en los hogares, evitar los espacios públicos y las aglomeraciones de personas. Además, la pandemia también afecta al sector exportador uruguayo, que tiene a China como principal destino.
En este contexto, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) se prepara para contener este parate de la actividad y elaboró un decreto para flexibilizar los envíos al seguro de desempleo en ciertos sectores de la actividad privada. Si bien hasta el momento no hay una cifra oficial de la cantidad de envíos al seguro de paro desde que llegó el virus al país, “hasta ahora hay muchos anuncios”, indicó en diálogo con la diaria el director nacional de Trabajo, Federico Daverede. “El coletazo de esto va a ser grande”, advirtió.
Los sectores más golpeados por este fenómeno son el turismo, el comercio y el transporte. En las últimas horas, el hotel Enjoy de Punta del Este anunció el cierre y el envío al seguro de paro de unos 700 trabajadores. En el rubro del comercio “la mayor preocupación surge de las tiendas”, dijo a la diaria Abigail Puig, secretaria de Organización de la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio y Servicios (FUECYS). “Es un sector que no ha tenido movimiento, porque la gente ha comenzado a comprender las disposiciones que se han dado de no transitar lugares donde se aglomere gente”, explicó la dirigente sindical. Dado que en este rubro los empleados no tienen la posibilidad de trabajar desde sus hogares, muchas empresas resolvieron enviarlos al seguro de paro. “Ya tenemos cuatro grandes cadenas de tiendas que han resuelto esto y redujeron a su personal en 50% o más”, señaló Puig.
Como consecuencia de esto, el gasto en seguridad social “se va a disparar”, anticipó Daverede, y aseguró que el tema ya está siendo analizado por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, el Ministerio de Economía y Finanzas y el propio MTSS. “Es el primer coletazo que sale a la luz y ya lo estamos viviendo”, apuntó.
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El 25% que falta
En la central sindical preocupa la situación de los trabajadores que no están amparados en la seguridad social, que se estima que son 25% del total. El economista del Instituto Cuesta-Duarte del PIT-CNT Pablo Da Rocha hizo énfasis en la necesidad de evaluar respuestas para esta masa de asalariados, que por permanecer en la informalidad no están protegidos por el sistema, a lo que se suma “que si contraen el virus no tienen una cobertura de salud garantizada”. En su opinión, el gobierno debería prever mecanismos de subsidio para estos trabajadores, “quizás en una lógica similar a las políticas de alimentación de las escuelas, de forma de brindar los alimentos necesarios para este personal en una situación crítica”, manifestó en diálogo con la diaria.
Consultado al respecto, Daverede señaló que si bien hasta el momento no se definieron medidas concretas para esta población, “la preocupación está instalada para todos los trabajadores”. “Acá no hay trabajadores ni de primera ni de segunda. Seguramente, los que están en la informalidad lo están por diferentes circunstancias; algunos porque es el único trabajo que consiguieron, otros porque hacen changas, otros porque en el sistema aún no se ha reconocido la formalidad. Pero todos son trabajadores y todos trabajan. El tema es ver cómo buscar amparo para esos trabajadores, que tienen realidades distintas”, observó.
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En tanto, Da Rocha explicó que tanto los trabajadores formales en relación de dependencia como los monotributistas contraen derechos al aportar al Banco de Previsión Social (BPS), como los seguros por enfermedad o seguros de desempleo. “Hay muchas situaciones en las que un trabajador con su unipersonal está aportando al BPS, pero los niveles de respuesta que el BPS puede brindar varían en relación al nivel de tributo que uno tenga”, indicó. “Hay una enorme cantidad de trabajadores, aún en su condición de monotributistas, que son formales. Ahí hay un mecanismo que eventualmente se puede gatillar a través del MTSS y del BPS: mandar a los trabajadores al seguro de paro es una de las acciones típicas”, señaló.