La Asociación Nacional de Empresas Recuperadas por los Trabajadores (ANERT) hizo este miércoles una asamblea, después de seis meses de inactividad. La finalidad del encuentro, que fue virtual y presencial a la vez, fue hacer una puesta a punto de la situación de las empresas, planificar las acciones a futuro y analizar la situación económica y social que atraviesa el país.

Daniel García, presidente de ANERT, dijo a la diaria que la organización nació “a la intemperie” y pasó mucho tiempo de esa manera, pero “las fortalezas siguen estando”. Sobre el período en que no hubo encuentros dijo que, a pesar de ese “parate”, se mantuvo la representación de ANERT ante la Junta Directiva del Fondo para el Desarrollo que administra el Instituto Nacional del Cooperativismo (Fondes-Inacoop), que desempeña Carlos Aulet.

Sobre el encuentro dijo que se relevó la situación de cada empresa que participó, y se fijó un cronograma para la nueva etapa. “En su momento en la ANERT hubo 30 emprendimientos, pero algunos detuvieron su producción y después reactivaron su actividad, mientras que otros hicieron el intento pero se produjo el cierre definitivo”, contó.

En la reunión participaron una decena de empresas, pero la idea de García es que con el correr del tiempo se sumen más. En ese sentido, un trabajo que hacían y piensan continuar son las recorridas por el interior del país. “Esa era una particularidad de ANERT que queremos retomar, una delegación salía por lo menos una vez por mes a recorrer y hablar con los protagonistas”, dijo.

Como integrante de Envidrio, una empresa recuperada, García sostuvo que desde el inicio la idea es presentar a la sociedad una alternativa distinta a la que existe, tan valedera como otras. “Son emprendimientos que no piden ningún regalo, pero precisan apoyos institucionales de los gobiernos. La idea es que gracias a las iniciativas autogestionadas, los trabajadores empiecen a liberarse y que los patrones sean cada uno de los trabajadores. Un desafío es ese cambio de rol de ser empleados a ser sus jefes, adquirir compromisos y responsabilidades. Todo eso nos pone a prueba, y en este tiempo todos tuvimos diferentes experiencias, hubo avances y algún enlentecimiento, pero entendemos que son emprendimientos que contribuyen a la sociedad”, aseguró.

Con relación a Envidrio dijo que su futuro va a depender de la capacidad que tengan los trabajadores de sortear los obstáculos, ya que “hay sectores que no están de ninguna manera de acuerdo en que los trabajadores tengan en sus manos la producción. La idea es empezar a revertir esa imagen, y lo hacemos trabajando y produciendo”. De todas formas, dijo que contaron con pocas chances de demostrarle a la opinión pública la realidad de la empresa.

“Se armó todo un operativo político. Uno de los objetivos era el [entonces] diputado [Daniel Placeres (FA)], y también querían que la empresa cerrara. Lamentablemente, se colaboró desde adentro”, opinó.

En diciembre de 2019 la jueza especializada en Crimen Organizado, Adriana Chamsarian, procesó por el delito de conjunción del interés público con el privado al ex diputado Placeres. El pedido de procesamiento había sido solicitado por el fiscal especializado en Crimen Organizado, Luis Pacheco, tras considerar que desde su banca en el Parlamento, Placeres había beneficiado a Envidrio apoyando iniciativas legislativas, mientras que el ex diputado argumentó que cuando ingresó al Parlamento se había alejado de la empresa.

Ahora los integrantes de la cooperativa tienen el objetivo de que Envidrio retome las actividades. Para eso, 20 trabajadores volvieron del seguro de paro y trabajan en la planta para poder reabrir. Todavía hay 40 operarios en el seguro de desempleo, pero esperan que vuelvan a sus empleos cuando se firmen algunos contratos que se están negociado.

Con respecto a las críticas a la autogestión, García dijo que “es un sistema viable, una alternativa al sistema capitalista”, y reiteró que uno de los desafíos es cambiar el “chip” del trabajador, que tiene que tomar las decisiones que antes corrían por cuenta del dueño de la empresa.

Agregó que en esta nueva etapa no descarta reuniones ni con el nuevo gobierno ni con los legisladores. “Estamos abiertos a conversar con todos”, dijo.

Según datos de enero de 2019, unos 3.000 uruguayos trabajan en empresas recuperadas o autogestionadas en todo el país.