En Malvín está el Colegio y Liceo John F Kennedy. Según dice su página web, conciben “el trabajo desde una mirada interdisciplinar, enriquecida por la visión del Departamento de Orientación (constituido por psicólogos, psicomotricistas, psicopedagogos, docentes), lo que es garantía de una percepción e intervención más ajustada sobre la realidad de cada alumna y alumno y el seguimiento adecuado de sus procesos de aprendizaje y desarrollo”. Este lunes, los trabajadores del Kennedy, afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep), realizaron una asamblea para analizar la propuesta de la empresa de rebajar los salarios entre 10% y 22%.

Pablo Abisab, secretario de Asuntos Laborales de Sintep, contó a la diaria que se resolvió rechazar la propuesta de recorte de sueldo, declararse en asamblea permanente y pedir la instalación de un ámbito de negociación tripartita ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Otro de los reclamos es que el colegio compense la diferencia entre el salario y el seguro de desempleo del último mes, un acuerdo al que habían llegado cuando se inició la pandemia.

El secretario general del Sintep, Sergio Sommaruga, explicó a la diaria que “la rebaja salarial es un despido indirecto y en este caso sería un despido masivo. No es procedente legalmente que se aplique de manera compulsiva”.

Consultado sobre si ya se realizó algún descuento, dijo que no lo sabe: “No se puede rebajar el sueldo de manera unilateral, no es legal. Si el colegio procediera de esa forma, además de incurrir en un comportamiento autoritario estaría incurriendo en una situación de fractura de la legalidad”.

Sommaruga dijo que lo que sí les llama la atención, y los pone “en alerta”, es “la actitud” de la institución: “Supongamos que objetivamente la empresa está en problemas; antes que intentar imponer un descuento de sueldo tendría que llamar al Ministerio de Trabajo y al sindicato para dar la información contable que verifique la situación de problemas de liquidez. No es al grito, a lo patrón de estancia, que se resuelven estas cosas”, dijo.

El dirigente de Sintep aseguró que los colegios y liceos privados, en general, fueron impactados económicamente por la pandemia generada por el coronavirus porque “es un sector que se encuentra muy pegado al mercado interno”; de todas formas, agregó que si bien “hay complejidad en la cadena de pagos y en el aumento de la morosidad en términos relativos”, también es cierto que “hay que atemperar estos impactos a la luz de dos factores, ya que se trata de un sector que tiene muchas personas en el seguro de paro”.

“Hubo una fuerte descarga de la estructura de costos en el Estado, porque entre 70% y 80% de los costos de un colegio son los salarios. Enviaron de manera masiva a los trabajadores al seguro y, en general, siguieron cobrando las cuotas; el otro aspecto es el subsidio total de pago de impuestos”, comentó.

Sommaruga dijo que al día de hoy no hay otra situación igual a la del Kennedy, y aseguró que en otros colegios se negociaron préstamos laborales a cambio de que no mandaran personas al seguro: por un mes, se realizó un descuento de 5% a los trabajadores durante la emergencia sanitaria con la condición de que se devuelva el dinero tras el retorno de los alumnos. “Eso el sindicato lo vio bien porque no se castigaba más al Banco de Previsión Social, el colegio se hacía cargo y los trabajadores contribuían haciendo ese préstamo”.

Sommaruga recordó el cierre del Pocitos Day School en junio de este año y dijo que “fue otra expresión de la misma tendencia que es depositar en la fuerza de trabajo los efectos de las crisis: destruyen los puestos de trabajo o los precarizan”.

la diaria se comunicó con la institución y pidió para hablar con la dirección, pero no consiguió respuesta.