La presidenta de UTE, Silvia Emaldi, aseguró que la empresa China Machinery Engineering Corporation (CMEC), adjudicataria de una obra de 190 millones de dólares para la construcción del cierre del anillo de transmisión de energía entre Tacuarembó y Salto, utilizará al menos 80% de mano de obra uruguaya. En caso de que no sea así, deberá cumplir con una pena “bastante considerable”, subrayó.

La obra, que se hará a través de un fideicomiso gestionado por República Afisa —administradora de fondos de inversión del Banco República— implicará la construcción de 350 kilómetros de líneas de alta tensión, más la adecuación de varias estaciones eléctricas. En diálogo con la diaria, Emaldi manifestó que tanto en el pliego de la licitación como en el contrato de la obra se estableció que los trabajadores, sean uruguayos o extranjeros, “hagan sus aportes en los institutos de seguridad social nacionales”.

“Si no lo hacen, si no cumplen ese 80% de mano de obra en territorio nacional, en este caso la empresa [china] tiene que pagar una penalidad que es un monto bastante considerable”, apuntó la presidenta de UTE. En este sentido, afirmó que “es poco probable” que incumplan con lo establecido, “porque la penalidad es muy alta”. Además, opinó que “es muy probable” que CMEC subcontrate empresas nacionales para la construcción.

La aclaración de Emaldi surgió luego de que la Cámara de la Construcción del Uruguay (CCU) manifestara preocupación por la adjudicación de esta millonaria obra a una compañía extranjera, ya que los empresarios locales entienden que en el país existen firmas capacitadas para hacerla. Además, advirtieron sobre la oferta de la estatal china, ya que la consideran demasiado baja para los salarios y aportes patronales de Uruguay.

Según informó el presidente de la CCU, Diego O’Neill, en entrevista con En Perspectiva de Radiomundo, la gremial envió una carta a Emaldi y a los ministros de Industria, Omar Paganini, y de Trabajo, Pablo Mieres, en la que manifestó su preocupación. O’Neill señaló que la licitación “nace mal” en el gobierno pasado, porque se pusieron “exigencias” que ninguna empresa nacional podía cumplir, y se buscó en el contacto con las nuevas autoridades cambiar esa situación. “No era una obra que no se pudiera hacer a través de empresas nacionales”, agregó.

Consultado por la diaria, el presidente del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca), Daniel Diverio, manifestó que la “preocupación” de los trabajadores es “que se asegure el cumplimiento de todas las normas uruguayas”. Según dijo, “lo que pasa siempre en ese tipo de obras” es que no se asegura el cumplimiento de la legislación.

Diverio explicó que a veces las empresas extranjeras “vienen con otra cultura de negociación”, lo que provoca “dificultades”. Sobre la obra del anillo de transmisión de energía en el norte del país, el Sunca hará un “control” del cumplimiento de todas las normas, “lo que tiene que ver con la negociación colectiva, los convenios colectivos y los laudos”.

Por su parte, Emaldi señaló que esta obra será “muy importante” para lograr una “inflexión” del mercado de trabajo en el norte. En cuanto a los resultados esperados, dijo que “el cierre del anillo de transmisión lo que hace es mejorar la carretera por donde circula la energía en el país”.

“Una vez que esté finalizado este tramo entre Tacuarembó y Salto, si por algún motivo hubiera alguna falla en una red de las de alta tensión que hay en el país, la energía puede ser desviada y mandada por el otro tramo, cosa que hoy no ocurre. Cuando hemos tenido problemas graves hubo apagones de más de 500.000 o 600.000 clientes por no poder dar toda la carga que requiere el país”, apuntó la jerarca.

La obra estuvo en el plan trazado por las autoridades de UTE del gobierno anterior, pero hubo postergaciones al no resolverse los aspectos de financiamiento. La previsión es que comience en los próximos meses y culmine sobre 2025. Lo proyectado es la construcción de dos tramos de la línea de alta tensión, que irán desde Tacuarembó a la subestación de Chamberlain —cerca de Paso de los Toros, donde se hará el enlace con la planta de UPM 2—, y desde allí hasta Salto Grande.