Los dos últimos años estuvieron marcados por dos acontecimientos trascendentes, el cambio de gobierno y la emergencia sanitaria por covid-19. ¿Qué impacto tuvieron en el movimiento cooperativo y cómo lo ven desde la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas (Cudecoop)?

Son dos cosas que incidieron en el desarrollo del cooperativismo. Por un lado, la pandemia influyó más que nada en algunas modalidades como trabajo y vivienda que son las que fueron más afectadas, pero en realidad si vas al análisis de los números de la situación de empleo, el movimiento cooperativo fue el menos afectado en cuanto a la desocupación. Este no es un dato que nos sorprenda, sabemos que el movimiento cooperativo en los momentos de crisis es un movimiento resiliente, porque en el movimiento cooperativo la centralidad es la persona. Piensa permanentemente en que las personas no se vean afectadas en momentos de crisis.

A veces nosotros decimos que esa resiliencia es también una resistencia. Preservamos los emprendimientos cooperativos, preservamos el empleo, ¿pero a qué costo? Eso hay que mirarlo más de cerquita, porque a veces se sacrifican cosas. Los compañeros dicen si a veces hay que trabajar menos horas, trabajamos menos horas, para que el que tengo al lado no pierda su trabajo y no tenga que pasar al seguro de paro. Es un deterioro social que no se ve de afuera pero que significa un sacrificio. Resistimos para poder sobrevivir. Cuando hablás de números fríos parece que el movimiento cooperativo no se vio afectado en nada, pero sí se vio afectado porque hubo que buscar opciones alternativas para poder sobrevivir a ese cambio que fue más que nada un cambio a nivel mundial, una crisis a nivel mundial.

En cuanto al cambio de gobierno ahí también ha habido cuestiones fundamentales. Se instala un nuevo gobierno con un proyecto político propio y diferente a lo que venía sucediendo en las últimas administraciones, que venían con cierta continuidad con respecto a las políticas públicas que se desarrollan hacia el cooperativismo. Se han producido cambios en la mirada hacia el movimiento cooperativo que han llevado a cambios en el diseño de la política pública. Han pasado cosas con las cooperativas sociales. La nueva administración dijo que las cooperativas sociales, si bien son una solución, tienen que cambiar de modalidad, tienen que pasar a ser cooperativas de trabajo. Entonces, nos pusimos a trabajar fuertemente en ver cómo hacíamos para que ese cambio se produjera, aunque después, en definitiva, se revirtió. Pero viene afectando las renovaciones de los convenios de trabajo entre el Estado y las cooperativas sociales, que son de los sectores más vulnerables.

También las cooperativas de ahorro y crédito han tenido últimamente algunas dificultades porque ha habido resoluciones del Banco Central del Uruguay que afectan a las cooperativas de ahorro y crédito más chicas, porque también tienen que pasar por determinados controles que no estaban previstos. Hemos tenido que trabajar en generar propuestas alternativas frente a algunas resoluciones que no contemplaron esta situación. También ahora estamos viendo dificultades en el Sistema Nacional Integrado de Cuidados (SNIC). Se está trabajando con un emprendimiento piloto, porque se propone que las y los asistentes personales pasen a ser cooperativas sociales y a integrarse a cooperativas socias. Estamos discutiendo entre el movimiento cooperativo y el Instituto Nacional del Cooperativismo (Inacoop) para ver cómo le generamos la mejor calidad, sabiendo que es una propuesta que tiene debilidades. Entonces, está la incertidumbre que tienen las cooperativas sociales y la debilidad que tienen frente a estas soluciones que está tomando la nueva administración y ahora, encima, trasladarles a las cooperativas sociales la responsabilidad de los cuidados.

Estamos viendo la manera de que el SNIC no se nos caiga, pero que también lo instalemos en un movimiento cooperativo que tenga fortalezas como para sostenerlo, y no en un sector como son las sociales que tienen todavía sus debilidades. Vamos viendo paso a paso lo que este gobierno va determinando en cuanto a cambios estructurales en las políticas públicas y qué tanto nosotros somos capaces de construir y proponer desde el movimiento cooperativo para cuidar lo que se vino haciendo, que no se caiga lo que se avanzó y construir lo que falta. En ese sentido hay un buen vínculo y diálogo, porque tenemos creada una instancia de cogestión con la política pública que es el propio Inacoop.

Las cooperativas de vivienda también se han visto afectadas por la disminución de la cantidad de préstamos otorgados.

Sí, además de que siguen sin solucionar el tema de que todas paguen 2% de interés. Ha habido un recorte importante en el otorgamiento de préstamos porque se van a hacer menos sorteos y van a haber menos adjudicaciones. Esto también afecta al crecimiento del movimiento cooperativo de vivienda.

¿Y las cooperativas de consumo?

A raíz de la pandemia también hubo una baja en las cooperativas de consumo, que también tuvieron que rediseñarse, reinventarse, como para no debilitarse. La plataforma SíCoop, que viene del período anterior, está trabajando para apuntalar de alguna manera la modalidad de las cooperativas de consumo en un vínculo de intercooperación con las cooperativas de ahorro y crédito. Si bien hay una afectación, también hay un proceso de generación de propuestas para salir al cruce a todas estas cosas que vienen sucediendo y por las que tenemos que estar alertas.

Han venido trabajando en la preparación del 5º Encuentro Nacional de Cooperativas, que será en agosto.

Falta poquito. Venimos haciendo encuentros regionales. Dividimos el país en cuatro y previmos cuatro encuentros regionales. El primero fue en Tacuarembó, luego en Canelones, después hicimos el del norte en Salto y ahora vamos a hacer en julio uno en Colonia. Estos encuentros regionales se vienen haciendo con una muy fuerte presencia de cooperativistas. Se está trabajando con tres ejes fundamentales: política pública, intercooperación y negociación colectiva, que son tres ejes muy importantes mirando hacia adelante y mirando la generación de insumos y propuestas para la planificación estratégica. Eso se va a terminar de definir en agosto en el encuentro.

Además de la herramienta SíCoop, ¿cómo se viene trabajando en el desarrollo de la intercooperación?

Se viene trabajando más que nada entre las diferentes modalidades, generando estrategias de trabajo ante la crisis por la pandemia. Por ejemplo, que diferentes cooperativas de diferentes modalidades interactúen, que se logre que las cooperativas de vivienda contraten a las cooperativas de trabajo en la construcción, en la vigilancia. Fomentar estas propuestas nos lleva a no atarnos tanto al Estado. Defendemos el Estado como generador de oportunidades, pero también que entre cooperativas empecemos a generar esas instancias de intercooperación que son fundamentales. Es algo que viene creciendo despacito. En la incubadora ahora hay un proyecto que está muy lindo. Son cooperativas que están en el tema de la comunicación que están haciendo una serie que va a salir por YouTube. Va a ser una producción uruguaya juntando tres cooperativas para hacer un negocio en común. A eso apuntamos en el tema de la intercooperación.

Están apareciendo cooperativas en rubros donde antes no había.

El estudio que hace Incubacoop previo a los llamados determina que se focalice dónde están los sectores de oportunidad, dando la posibilidad de que las propias cooperativas decidan “si esto no me da resultado puedo ir para este otro lado”. Ha contribuido mucho el aporte de Incubacoop para poder funcionar en otras áreas que también son sectores de oportunidad. Por ejemplo, han crecido las cooperativas culturales y que de alguna manera están abriendo el espectro. Hay otras cooperativas, que están en incubadora, que están desarrollándose en el tema de las energías alternativas. También ver otros sectores que pueden empezar a surgir como el turismo.

Parece que se está yendo la pandemia, pero empezó una guerra con consecuencias mundiales. El lema de esta celebración es: “Las cooperativas construyen un mundo mejor”. ¿Tiene que ver con este escenario global?

Hay un vínculo del movimiento cooperativo con los ODS [Objetivos de Desarrollo Sostenible]. Si analizás los ODS y los principios cooperativos vas a ver mucha similitud. Decimos que pensar otra economía es posible, una economía más humana, más sustentable, con mejor vínculo con la naturaleza. Es parte de nuestro ADN, pero a veces, los cooperativistas lo naturalizamos tanto que no nos damos cuenta que la herramienta cooperativa es una forma de pensar en un mundo diferente.