A las 8.00 del lunes, trabajadores del Frigorífico Durazno (Frigocerro SA), ubicado en Santa Bernardina, emprendieron camino hacia Montevideo. Marcharán a pie casi 200 kilómetros en reclamo de dos despidos e incumplimientos de los convenios colectivos. Calculan que llegarán a la capital el miércoles 24 de agosto y su intención es ser recibidos por el presidente Luis Lacalle Pou en Torre Ejecutiva.

El conflicto en Frigocerro comenzó en julio. Los trabajadores, nucleados en el Sindicato del Frigorífico Durazno (Sifridur), rechazan dos despidos: el de un trabajador de mantenimiento por “bajo rendimiento” y el de una trabajadora de producción por “notoria mala conducta”, quien, según la empresa, “adulteró” productos de exportación. Ambos se habían afiliado al sindicato pocos días antes de sus despidos.

Semanas atrás, el conflicto escaló a nivel nacional, cuando la Federación Obrera de la Industria de la Carne y Afines (Foica) convocó a una serie de paros y una movilización en la ciudad de Durazno, tras sucesivos fracasos en reuniones tripartitas.

En diálogo con la diaria, el presidente de la Foica, Martín Cardozo, afirmó que la marcha de Durazno a Montevideo se trata de “una acción extrema” para “denunciar lo que es esta empresa y lo que viven los trabajadores día a día”. Aseguró que los integrantes de Sifridur están siendo citados a trabajar en el frigorífico “sólo una vez por semana”, esto es, cuatro veces menos que el resto de los empleados.

El dueño de Frigocerro, Diego Ramón Ortiz, se reunió el miércoles con autoridades del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) para tratar los dos despidos. Según Cardozo, luego del encuentro la empresa planteó como posible solución al conflicto suspender el despido del trabajador y enviarlo al seguro de paro, así como modificar la carátula del despido de la trabajadora: de “notoria mala conducta” a despido simple.

La propuesta de la empresa fue rechazada por el sindicato. A través de un comunicado, Sifridur resolvió “no abandonar ni desamparar a los compañeros que han sido tomados como rehenes en esta maniobra” y convocó a un paro por 48 horas en el frigorífico por “todo tipo de violación” a los convenios colectivos y las medidas de prevención de seguridad y salud laboral. El principal reclamo, subrayan, es “el reintegro de los compañeros despedidos”.

Acerca de la propuesta de la empresa, Cardozo señaló que en el caso del trabajador de mantenimiento “no hay garantías” de que sea reincorporado cuando termine el seguro de paro; en tanto, en el caso de la trabajadora de producción apuntó que, dado que “se la acusa de algo tan grave”, el sindicato exige “una investigación seria” con participación tanto del MTSS como del gremio de trabajadores.

Según dijo a El Observador el abogado Dante Alessandra, asesor de Frigocerro, en el último día de trabajo de la empleada se encontró en el área de control de calidad una caja destinada a China con las etiquetas al revés. “Cuando abren la caja resulta que no sólo estaban las etiquetas cambiadas, sino que habría otra mercadería”, aseguró; y agregó que más tarde se encontraron otras 15 cajas en iguales condiciones. “Eso es gravísimo”, afirmó Alessandra.

Al respecto, Cardozo aclaró que, a diferencia del caso del trabajador, en el que se pide su reintegro a la empresa, en el caso de la trabajadora se exige una “investigación con garantías”. “Y si la trabajadora es responsable de esa acción será despedida. Pero si no lo es, van a tener que reconsiderar el despido”, manifestó.

Acerca de la marcha a Montevideo que arrancó este lunes, Cardozo comentó que harán 50 kilómetros por día. “Somos optimistas de que nos reciba el presidente, pero si hacen caminar a estos compañeros hasta Montevideo y no hay ninguna señal, obviamente que vamos a tomar una medida a nivel nacional”, afirmó en referencia a los otros sindicatos que forman parte de la Foica, los cuales “ya están un poco molestos porque no tomamos una medida a nivel nacional con los compañeros en la calle”.

A su entender, la solución al conflicto la tienen tanto Ortiz como el Poder Ejecutivo. “Nosotros sabemos bien que si no podemos revertir uno de esos despidos, se hipoteca el futuro de este gremio [Sifridur], que se va a terminar desarmando. Y así van a seguir las injusticias de esta empresa”, añadió Cardozo.