Los trabajadores de los molinos de harina y los empresarios del sector alcanzaron un acuerdo en el marco de las negociaciones de la 10ª ronda de los Consejos de Salarios. El convenio entre las partes se cerrará en una nueva instancia, a concretarse el 13 de noviembre en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). El acuerdo es a nivel de toda la rama, y antes de firmarlo se redactan y firman los convenios por cada empresa.

Marcelo Pereira, delegado de base del Molino Cañuelas, dirigente de la rama del trigo y a la vez representante de la Federación Obrera y de Empleados Molineros y Afines (Foemya), dijo a la diaria que el grupo se está cerrando con 3% de crecimiento real del salario, dividido en cuatro partes, en un período de dos años -cada parte tiene 0,75% de aumento-. Se le debe sumar los ajustes por inflación, que será también en cuatro partes semestrales. El primer semestre es 2,7%, el segundo es de 4,4%, el tercero de 1,3% y el cuarto y último de 4,2%.

El dirigente dijo que el sindicato realizó todos los esfuerzos posibles por obtener mejores cifras de ajuste, pero que lo obtenido fue lo que se acordó en las negociaciones. Explicó que la parte empresarial solicitó un período denominado “ventana de paz” de unos días de duración, y en ese tiempo fueron interrumpidos adelantos y otros beneficios a los trabajadores de algunos molinos, y eso originó el tener que cerrar un acuerdo.

Con referencia a la atención en salud mental, una de las reivindicaciones del sindicato, Pereira señaló que los empresarios “están dispuestos a realizar reuniones en las empresas [molinos] con un psicólogo y con un equipo de salud laboral para todos los empleados, pero hasta ahora rechazan la posibilidad de pagar un psicólogo por empresa”.

Comentó que “este ha sido uno de los peores Consejos de Salarios desde que se reinstauraron, por las dificultades para negociar, desde todo punto de vista”. Concluyó diciendo que “hay que destacar la labor de los compañeros de las empresas. Se tomaron todas las medidas de lucha posibles, desde paros hasta ocupar establecimientos”.

En las negociaciones que se desarrollaron a principios de octubre, los trabajadores presentaron la solicitud de un ajuste salarial de 6% real anual, como parte de un nuevo convenio -retroactivo al 30 de junio-, mientras que los empresarios ofrecían, en ese momento, un aumento de salario real en dos años de 1,5% (0,75% por cada año). Con respecto a la propuesta de reducción de la jornada laboral, de ocho a seis horas, también fue rechazada por los empresarios, aseguró Pereira.