El grupo 22, que incluye las categorías del arroz, ganadería, tambos y agricultura, en el marco de la décima ronda de los Consejos de Salarios, no registra avances significativos al día de la fecha, dada la falta de entendimiento que existe entre trabajadores y empresarios que nuclean al sector para cerrar un convenio colectivo. Marcelo Amaya, delegado de los trabajadores agremiados en la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (Unatra), explicó a la diaria que la agremiación presentó una plataforma con 14 puntos, en la que se incluían algunas sugerencias realizadas por el PIT-CNT que tenían que ver con la reducción de la jornada laboral y la inclusión de género.

De esa plataforma presentada, resaltó que entre los puntos más trascendentes están el aumento del salario con ajuste real -por fuera de las pautas-, la recuperación de lo perdido en la novena ronda de los Consejos de Salarios, regulación del área de riesgo y el uso del apero a cargo del patrón. Otros temas como la solicitud para que las trabajadoras cuenten con días para control de embarazo (desde el tercer mes en adelante), días para asistir a control de pediatra para hijos, set escolar y canasta son parte de esa propuesta planteada a los empresarios.

“La respuesta del sector empresarial fue que si no estábamos dispuestos a la flexibilización de la ley de ocho horas, no sería analizado ningún punto de la plataforma. Desde ahí se realizó un esfuerzo por mantener la mesa de negociación. En esa línea, planteamos que estábamos dispuestos a negociar dentro de las pautas, pero manteniendo los pedidos del apero, el set escolar”, explicó Amaya.

Hubo otra instancia en la que los empresarios insistieron con la flexibilización de la ley de ocho horas, lo que en algunos rubros significaba cambiar horas extras por horas de descanso. Además, plantearon un reajuste de la diferencia entre inflación proyectada e inflación real, pero al final del período de dos años.

“Para nosotros eso representaba una pérdida salarial durante ese tiempo. Ahí entendimos que prácticamente quedaba manifiesto que de la otra parte no existía voluntad de mantener la mesa de negociación. El planteo que hacían consideramos que tenía falta de ética. Los trabajadores ahí les dijimos que los derechos no se negocian. Y la ley de ocho horas menos, es innegociable”, afirmó.

Comentó que la última reunión fue el pasado viernes 20 de octubre, y la próxima es el lunes 6 de noviembre. En esa instancia tripartita se espera que el Poder Ejecutivo, a través de la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra), en representación del Ministerio de Trabajo, presente su posición sobre lo que son ambas posturas. “Para el encuentro que viene, vamos a escuchar al gobierno, si es llevar los lineamientos a votación, si es una propuesta de mediación o un decreto. Desconocemos qué sucederá. La pelota está en la cancha del Poder Ejecutivo”, respondió.

Amaya agregó que semanas atrás las gremiales empresariales le solicitaron al gobierno que los lineamientos fueran llevados a votación, a lo que la Dinatra respondió que eso depende de un informe, cuyo resultado se conocerá en el encuentro de la semana que viene.

Acerca de la posibilidad de que el gobierno tenga que laudar en el diferendo, dijo que es posible, aunque consideró que será difícil para el Ministerio de Trabajo confeccionar una propuesta que contemple los pedidos de las partes.

El dirigente resaltó que las negociaciones con los empresarios se fueron dando siempre en el Ministerio de Trabajo, y que no se ha dado la opción de mantener instancias bipartitas con la patronal. Sí hubo instancias bipartitas, pero entre la Unatra y la Dinatra. Sobre si se está evaluando posibles medidas, dijo que “se está analizando todo”, y señaló que será de acuerdo al avance o estancamiento de las negociaciones las resoluciones que la Unatra irá definiendo. “Por el momento no se descarta nada”, concluyó.