Autoridades de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con sede en Lima, Perú, realizaron la presentación de la situación del panorama laboral en América Latina y el Caribe en el año 2023.

El trabajo expresa que hay una recuperación generalizada en las economías de los países de América Latina y el Caribe, pero a la vez se entiende que “aún enfrentan un escenario macroeconómico complejo”. También se entiende que en gran parte de la región se mantienen de brechas de género, desocupación juvenil, informalidad y pérdida de poder adquisitivo de los salarios.

El mercado de trabajo en América Latina y el Caribe, en materia de ocupación, tuvo un aumento menor a 1% en la tasa regional de ocupación. La tasa de empleo, por su parte, disminuyó ligeramente en comparación al año anterior (62,3%, en 2023 frente a 62,5% en el pasado año), mientras que la desocupación marcó un promedio de 6,5%, que en 2022 era de 7,4%. “La contracción de la tasa de ocupación durante los dos primeros trimestres del año 2020 requirió dos años para volver a los valores previos a la pandemia”, expresa el documento.

El trabajo dice además que a consecuencia de la recuperación más intensa en el empleo que en la oferta laboral, esto en comparación con 2019, “la tasa de desocupación se redujo tanto en áreas urbanas como en áreas rurales, 2,5 puntos porcentuales y 1,7 puntos porcentuales, respectivamente”.

En otros datos proporcionados por el informe se da cuenta que “en la mayoría de los países aquí considerados se evidencia la ralentización (incluso reversión) del crecimiento del volumen de empleo, consistente con lo observado a nivel regional”. Además, en 9 de 16 países “la tasa de ocupación en el segundo trimestre de 2023 aún era inferior al valor registrado cuatro años antes. En 7 de los 16 países la tasa de participación económica en el segundo trimestre de 2023 había alcanzado o superado los niveles de igual trimestre de 2019”.

En 9 de los 11 países con información actualizada se observa una contracción en las horas promedio semanales en el servicio doméstico en relación a las horas trabajadas cuatro años atrás. En algunos países estas contracciones han sido particularmente significativas, del orden del 8-10%, dice el texto. El documento expresa además que “la reducción en las horas trabajadas en el servicio doméstico tiene implicancias muy significativas para el empleo femenino, en particular, para el empleo de menor nivel educativo”.

En las primeras páginas del informe, se explica que “la contribución del crecimiento de los puestos informales ha venido disminuyendo desde el inicio de la recuperación. Así, el promedio simple de la contribución del empleo informal entre estos países en el cuarto trimestre de 2020 era de alrededor del 90%, fue aproximadamente del 70% en el segundo trimestre de 2022 y 61% en igual trimestre de 2023”.

Claudia Coenjaerts, directora regional de la OIT para América Latina y el Caribe, señaló entre las conclusiones de todo el informe que “la disminución del poder adquisitivo de los salarios, tanto mínimos como promedio, es un desafío que impacta negativamente en la calidad de vida de las familias latinoamericanas y caribeñas. A pesar de la recuperación del empleo, la masa de ingresos totales laborales aún es inferior a los niveles prepandemia”.

Señaló también que “aunque estas tasas indican una recuperación, se sitúan por debajo de los niveles alcanzados en 2022”. Cabe agregar que, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), se proyecta que la economía mundial crecerá un 2,9% en 2023, mientras que en la región se espera un crecimiento de 2,3%, y del 2,2%, según la Cepal, para el mismo período.

Desocupación en los jóvenes: más del doble que la general

Con respecto a la situación relacionada al empleo en los jóvenes, “la general se sitúa en 6,5%”, dice el informe. Añade que, aún así, algunos países de la región exhiben tasas significativamente más altas que esas, llegando a niveles cercanos a 30%.

“Desde mediados de 2020, los jóvenes regresaron al empleo de manera más rápida que los adultos. La tasa de ocupación regional de las personas jóvenes en el segundo trimestre de 2023 era 3,4% (1,3 puntos porcentuales) superior a la de igual período de 2019, mientras que la de los adultos resultaba similar. Ello hizo que la brecha de ocupación entre ambos grupos etarios sea algo inferior en 2023 respecto de cuatro años antes”, detalla el trabajo.

Con respecto a la tasa de ocupación regional (13 países) de las personas jóvenes, en el segundo trimestre de 2023 fue 41%, mientras que la de los adultos fue de 62,3%.

Coenjaerts manifestó, en cuanto a las mujeres, que “la tasa de participación laboral femenina es un 23% inferior a la de los hombres, mientras que la de ocupación es un 22,5% menor. Estas disparidades son aún más pronunciadas entre distintos niveles educativos”. Al respecto, las cifras marcan que es necesaria la promoción de políticas transformadoras de cuidados, que pueden brindar una mayor igualdad de género, ya que las mujeres llevan una mayor carga de cuidados.

Dentro de los datos del informe, se señala también que “las ocupaciones de tipo informal han contribuido a la creación de entre 40 y 95% de los puestos de trabajo”, esto entre el tercer trimestre de 2020 y el segundo trimestre de 2023. Además, la tasa de informalidad promedio en los mercados laborales de la región se situó en un 48% a mediados de 2023, sin embargo, en algunos países superó el 70%.

“La región necesita medidas integrales que respalden la creación de empleos formales, que fortalezcan las instituciones laborales y proporcionen protección social e ingresos a quienes más lo necesitan en un mundo laboral en constante transformación”, concluyó Coenjaerts.