Con el salón de actos de la sede central del PIT-CNT pintado de violeta, en el marco de un nuevo día de la mujer, las integrantes de la Secretaría de Género, Equidad y Diversidad de la central sindical Flor de Liz Feijóo, Gretel Artola, Carolina Bruni, Alejandra Otero y Lorena Luján leyeron una proclama con las consignas para el 8 de marzo de 2023. Bajo la consigna “Feminismo de clase, antirracista y capitalista”, convocaron a un paro de mujeres “asalariadas y no asalariadas” y a una concentración en la plaza del Entrevero a las 17.30 para luego movilizarse hacia la explanada de la Universidad de la República.

La oratoria tuvo como punto destacado que la secretaría solicitó una reunión a la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, que esperan que se concrete en este mes. El objetivo es explicarle a la ministra su plataforma, junto a otras organizaciones feministas. Pero también quieren “preguntarle por qué los más de 40 femicidios del año pasado y los cinco que van de este año y las más de miles y miles de denuncias basada en género no merecen un presupuesto para prevenir, educar nuestra niñez, para atender a las mujeres violadas, maltratadas, para que todas puedan contar con un hogar, para que este flagelo terrible de nuestra sociedad termine”.

El inicio de la actividad constó de un recordatorio sobre la historia de los objetivos del movimiento feminista; se mencionó la huelga de la blusa en Nueva York, el incendio de la fábrica téxtil de la misma ciudad en 1911 y la huelga de 1917 a la que miles de mujeres rusas se lanzaron bajo la consigna de “paz y pan”. “La Asamblea Nacional de las Naciones Unidas declaró el 8 de marzo Día Internacional de la Mujer, pero nosotras seguimos reivindicando este día como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, porque no olvidamos la historia de las mujeres, que desde su condición de clase lucharon fervorosamente por conquistar derechos que tenemos hoy y que aún seguimos peleando”, manifestaron.

Llamaron a “seguir construyendo perspectiva de género” y “deconstruir la cultura patriarcal que transversaliza a toda la sociedad y no es ajena a los ámbitos mixtos en la que las mujeres militamos todos los días del año”. En ese sentido, afirmaron que “hoy hay quienes se deben llamar a silencio”, “que las protagonistas son las mujeres” y señalaron que “si no se pone un pienso sobre cómo generamos las condiciones para la participación de las compañeras, estamos fallando cuando hablamos de vida digna e igualdad”.

Reivindicaron la instancia como “el día de la mujer trabajadora” y añadieron que “dentro de la enorme diversidad de feminismos, nosotras estamos inmersas en la lucha de clase”. Por esa misma línea, recordaron que el 27 de junio de este año se cumplen 50 años de la huelga general que realizaron los trabajadores como respuesta al golpe de Estado: “Cómo no imaginar a aquellas mujeres luchadoras, obreras, trabajadoras, estudiantes, dispuestas a entregar su vida por la democracia y por el afán de generar igualdad. Por eso nos definimos feministas de clase, porque estamos de este lado de la historia, del lado de las causas populares, nunca del lado del opresor”, agregaron.

Por esa misma línea, se refirieron a la consigna antirracista de la fecha y remarcaron que las mujeres que sufren más discriminación son las mujeres afro. Por eso, rememoraron que durante la dictadura se les “quiso imponer un desarraigo cultural”, pero no pudieron porque “el amor a su ancestralidad y la solidaridad de su cultura las mantiene y mantuvo en pie de lucha”.

Un presupuesto “para que este flagelo terrible de nuestra sociedad termine”

Durante la proclama también se hicieron reclamos para el gobierno, al que definieron como “un fiel representante del capitalismo” y apuntaron que “arremete para seguir recortando nuestros derechos”. En primer lugar se criticó la reforma de seguridad social, que fue calificada como “una reforma de recorte que no es justa, ni solidaria, ni integral y a las que más perjudica es a las mujeres”.

Argumentaron que con el proyecto del gobierno “se trabajará más años y se ganará menos, se quita el derecho a la viudez y ni siquiera toma en cuenta el sistema integral de cuidados. Las mujeres más pobres serán las más perjudicadas y las administradoras de fondos de ahorro previsional, las AFAP, serán las únicas beneficiadas”.

Además, aseguraron que con la ley de adopción “se favorece a las familias más ricas”, que con el proyecto de tenencia compartida “se permite que un progenitor violento se haga cargo de su hijo” y que el proyecto de subrogación de vientres “puede conducir a la mercantilización de nuestros úteros”.

“El trabajo no remunerado que realizan miles de mujeres debe ser reconocido y se deben generar políticas públicas que subsanen esta desigualdad”, plantearon, y diferenciaron que “una cosa es hacer por amor y otra la obligación del cuidado de un hogar”. En ese sentido, afirmaron que “el sostén que hace a la reproducción de la vida y que el sistema capitalista usufructúa y no paga es el equivalente al 20 % de nuestro PBI. Si hacemos las tareas en la casa para que la vida se desenvuelva fuera de la casa, las políticas públicas deben reconocerlo”, insistieron.