“Algún plano puede gustarte más o menos, pero lo importante es entender la historia”, opinó en diálogo con la diaria Pablo Lecaros, director del documental que estrenará el 26 de abril el medio cooperativo Tiempo Argentino. Para el realizador, más allá de lo técnico, el éxito de la película se dará si los espectadores salen del lugar en el que la hayan visto entusiasmados, con ganas de decirles a otros que la vean y de que conozcan lo que pasó.

En el caso de que así sea, quienes se sienten a conversar sobre De la resistencia a la existencia hablarán de la noche del 4 de julio de 2016, en la que un grupo de personas entró a la redacción del diario, sacó a sus integrantes a los golpes y rompió equipos de trabajo. Quizás comentarán lo que pasó antes: tras varios meses de conflictos a causa de un vaciamiento empresarial del grupo 23, los empleados, que no habían cobrado sus aguinaldos ni los sueldos de enero y febrero, ocuparon la sede del diario. Probablemente, también mirarán con otros ojos los siete años que vinieron después, en los que la cooperativa que se formó el 16 de abril de 2016 terminó de asentarse.

Piezas fundamentales

La idea fue considerada durante mucho tiempo. “Siempre tuvimos la intención de documentar cómo fue todo el proceso de la reconversión de cada uno de los laburantes, y fundamentalmente cómo fue el proceso de convertirnos en una empresa recuperada”, contó a la diaria Guido Molinari, guionista del documental, periodista y ejecutivo de cuentas de Tiempo Argentino.

Aunque también estuvo sobre la mesa la posibilidad de escribir un libro, luego de la pandemia se consolidó el proyecto de la película, especialmente al ganar un concurso que financiaba pequeñas producciones audiovisuales. Entre 2021 y 2022 comenzaron a darle forma, definiendo qué querían contar y cómo, y en agosto grabaron las primeras escenas. Desde el principio, “entendíamos y sabíamos que necesitábamos potenciarlo, darle una identidad, que salga bien con mucho profesionalismo”, explicó Molinari.

Para Lecaros, “fue un desafío” mantener el equilibrio entre los diferentes momentos de la historia. “Tenía claro que el ataque a la cooperativa era un punto fuerte” y por eso la película inicia con pequeños fragmentos de aquella irrupción. De acuerdo a lo narrado por Lecaros, al observar imágenes de lo acontecido y conversar con quienes lo presenciaron, “uno no puede creer que pueda haber pasado eso en tiempos de democracia”.

Otro de los retos a los que se enfrentó el director fue el de armar un relato que incluyera la voz de todos los protagonistas, al que comparó con un dominó. “Cada pieza es necesaria y está presente para que la otra continúe y siga en esa narración, como una posta”. En total, fueron entrevistadas 38 personas, de las que casi la mitad son trabajadoras del diario. También aparecen figuras como Taty Almeida y Norita Cortiñas, integrantes de Madres de Plaza de Mayo, que para la cooperativa “son un faro” porque, según dijo Lecaros, “estamos en las mismas veredas, comprometidos con la Memoria, Verdad y Justicia”.

El legado

Detrás del anhelo de contar su historia, para el equipo que estuvo a cargo de la producción -integrado además de por Lecaros y Molinari, por Ayelén Barberis, Malena Winer, Pablo Tomasello, Daniel Baca, Soledad Quiroga y Pepe Peralta, entre otros- era importante “dejar un legado” que evidenciara que es posible y sostenible la autogestión.

Según Molinari, el cooperativismo habilita espacios en los que “se puede construir, hacer productos muy buenos y generar muchos lazos entre las personas que lo integran”. Esto surge en el documental, no sólo a través de su narración, sino también en la manera en que fue realizado, pues muchas de las personas que lo hicieron posible son cooperativistas y trabajadores del diario. Además, Lecaros destacó que durante la etapa de preproducción el equipo “se cohesionó” y mantuvo su determinación a pesar de la complejidad que presentaba el guion para ser llevado a cabo.

Ahora el objetivo es llevar el largometraje a sindicatos y municipios, para dialogar con otros colectivos que tengan búsquedas similares. Ambos apelan a “darle su tiempo de recorrida” y no descartan la posibilidad de hacer trabajos similares en el futuro, pues se dieron cuenta de que “hay un potencial, una mirada y una sensibilidad” por descubrir y hacer crecer.

“La única lucha que se pierde es la que se abandona”, enuncia Taty Almeida en el tráiler. Lecaros aseguró que esa frase “también cuenta mucho sobre lo que es Tiempo, sobre lo que es la película, sobre lo que viene y desde dónde nosotros contamos”. Por su parte, Molinari opinó que el documental “es un buen resumen de estos siete años” porque le pone voces y caras a la pelea que dieron “por la importancia que tenía un medio como Tiempo Argentino en ese momento de arranque del gobierno macrista”.