El martes comienza la tercera edición del taller gratuito “El ABC de la Huella de Carbono”, una propuesta orientada a jóvenes emprendedores que deseen incorporar el indicador Huella de Carbono en sus proyectos. Aunque la convocatoria está casi completa, con más de 100 personas, las inscripciones estarán abiertas hasta este lunes.
La iniciativa es apoyada por la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) a través de su Programa de Oportunidades Circulares, e impulsada por el Centro Biotecnológico de Investigación e Innovación, el Centro de Innovación y Emprendimientos de la Universidad ORT y Desem Junior Achievement. Además está enmarcada en el proyecto Mi Huella, que busca abordar la problemática del cambio climático en Uruguay, cuyas consecuencias son “cada vez más visibles con inundaciones, lluvias abundantes y calores desmedidos”, de acuerdo a lo expuesto por Desem.
Los encuentros estarán a cargo de Silvia Acuña, consultora técnica de la División Ozono de la Dirección Nacional de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente, e Inés Tiscornia, coordinadora adjunta de Gestión Ambiental de la Universidad ORT. Se realizarán el 25 y 27 de abril y 2 de mayo, de 18.00 a 20.00, a través de la plataforma Zoom. El último, que tendrá lugar el 4 de mayo entre las 18.00 y las 21.00, será presencial y recibirá a los participantes previos y al público en general en la Universidad ORT para compartir un espacio de taller y otro de networking. Esta instancia, que es una novedad en relación a las ediciones anteriores, recibirá a emprendedores de Viatik -una aplicación para compartir viajes- y Revaso -que ofrece vasos reutilizables y reciclables- para que cuenten sus experiencias.
De acuerdo a Lucía Costales, coordinadora de proyectos educativos de Desem, el objetivo del taller es “sensibilizar a los jóvenes en temáticas como la economía circular y el cambio climático”, para que a través de indicadores como el de la Huella de Carbono puedan medir su impacto en el medioambiente y minimizarlo. La idea es que adquieran herramientas para “tomar acciones”, tanto a nivel personal como laboral, y “profundizar un poco más allá” sobre la importancia de determinadas decisiones.
La coordinadora de Gestión Ambiental de la Universidad ORT explicó a la diaria en qué consiste el indicador protagonista del taller. Al desarrollar un emprendimiento, las personas realizan consumos que pueden abarcar el transporte, la electricidad y otros recursos materiales. “Todo eso tiene factores de emisión asociados” que el indicador de la Huella de Carbono cuenta y suma. Con el resultado a la vista, quienes gestionan proyectos pueden decidir cómo reducir las emisiones.
A modo de ejemplo, Tiscornia mencionó a pequeñas empresas que basan su negocio en el uso de un automóvil. En ese caso, quien busque minimizar su impacto ambiental puede decidir utilizar un auto eléctrico y hasta investigar si existe alguna financiación especial para ese tipo de vehículo en la fase de diseño, fundamental en las empresas de economía circular. La docente, que forma parte del proyecto desde su inicio tres años atrás, dijo que lo importante es “dar lugar al intercambio y que este tema esté sobre la mesa”. Pese a que reconoce que las transformaciones individuales no compiten con las de las grandes empresas, cree en el poder de los gestos de cada persona, siempre que sean compartidos. “Si bien estamos de acuerdo en que las grandes empresas tienen que disminuir sus emisiones, estoy convencida de que los pequeños cambios cotidianos, en la medida en que los haga mucha gente, suman”, afirmó.