La Asociación de Supermercados del Uruguay (ASU) lanzó un comunicado en el que indica que “el ingreso masivo de mercaderías de contrabando” es una realidad que perjudica “al comercio formalmente establecido en todo el territorio nacional” e incluso ya se extendió a Montevideo y la zona metropolitana. Daniel Menéndez, gerente general de ASU, afirmó a la diaria que el clima en la asociación es de incertidumbre, “no vemos acción para evitarlo”. Asimismo, apuntó que las medidas actuales que se toman para contrarrestar la situación “son bienvenidas pero insuficientes”, además de que “van enfocadas sólo al comercio chico, mientras que al comercio grande no se lo toma en cuenta”.

La diferencia cambiaria con los países vecinos, sobre todo con Argentina, es el factor principal que juega en contra de los comerciantes uruguayos. Menéndez señaló que “hay que pensar cómo hacer para que la brecha de precio sea más pequeña”. En el litoral del país las ventas cayeron 40%, “son los socios que están en la frontera quienes más lo pagan”, aseguró. “La gente compara, si ve precios en la feria de un producto que también vendemos nosotros y está a la mitad de precio, no piensa que el producto es ilegal, piensa que los supermercados le roban la plata”, puntualizó.

En tanto, en la zona metropolitana el gerente señaló que “basta con recorrer algunos locales de venta informales o en las ferias para darse cuenta que hay mercadería que tiene un dudoso origen”. En el comunicado de ASU, se advierte que esta “situación ilegal afecta la formalidad y la capacidad recaudatoria del Estado” y que “configura un riesgo sanitario en virtud de que elude los controles y normas vigentes en Uruguay”.

Desde la asociación indican que el contrabando “tiene impactos negativos para el desarrollo de las industrias y empresas nacionales”. Es por esto que “se hace imprescindible la firme actuación de los organismos de control estatal” para enfrentarlo. En este sentido, Menéndez aseguró que “el gobierno tiene el poder legítimamente otorgado por la ciudadanía” para enviar a equipos inspectivos a realizar controles en los diferentes comercios y ferias, y eventualmente detectar la mercadería en situación ilegal.

Menéndez afirmó que ASU “no es partidaria del cero kilo”, sino que entienden que hay normas que regulan los cruces de fronteras, “lo que una persona puede y no puede ingresar”. La organización pretende una mayor vigilancia por parte de las autoridades, “que pase un camión con mercadería o un auto con mucho material de lo mismo está prohibido, porque eso ya es contrabando”, expresó el gerente.

En esta línea, sostuvo que se deben equiparar los precios de los productos en las góndolas de la frontera “para que no haya una brecha cambiaria tan grande que justifique que la gente se traslade a comprar o que un camión corra el riesgo de pasar mercadería de contrabando.” Para Menéndez, es necesario “pensar en medidas de largo plazo para abaratar el costo porque, si no, siempre va a haber diferencia”.