El sábado se celebra una nueva edición del Día Internacional de las Cooperativas y la Alianza Cooperativa Internacional, y Cooperativas de las Américas eligió como tema “Cooperativas para el desarrollo sostenible”, vinculado a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda 2030. La sostenibilidad es un tema que forma parte de la agenda del movimiento cooperativo en Uruguay desde hace varios años; está unido a los valores que sostiene el cooperativismo como la solidaridad, ayuda mutua, empatía y compromiso con el entorno. En ese marco, en febrero de 2022, la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas (Cudecoop) presentó el proyecto Movimiento Cooperativo por Uruguay Sostenible, financiado por la Unión Europea (UE), que tiene varios lineamientos para garantizar un modelo de desarrollo sostenible, igualitario e inclusivo.

Con esa idea en mente, era inevitable dejar por fuera una línea que abordara la perspectiva de género y que permitiera impulsar la equidad y justicia social dentro del cooperativismo, por una sencilla razón: “Sin transversalización de género, no hay sustentabilidad”, expresó a la diaria María de los Ángeles Dati, de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Consumo (FUCC) y representante de Cudecoop en el Comité Regional de Género de Cooperativas de las Américas. Además, si bien es el ODS número 5 el que se refiere específicamente a lograr “igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”, Claudia Becerra, de la Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay (FCPU) y única directora alterna del Instituto Nacional de Cooperativismo (Inacoop), apuntó que de los 17 objetivos generales, al menos 14 tienen una referencia al género.

Por eso, dentro del proyecto se impulsó el programa Género, Cooperativismo y Sostenibilidad, en el que participan la FUCC, FCPU, las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF), la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR), el Centro Cooperativista Uruguayo y Cudeoop. El programa tiene una duración de tres años, inició en 2022 y se extenderá hasta 2024. Esta línea de trabajo tiene el objetivo de “visibilizar el género” dentro de las cooperativas que forman parte de la propuesta y también en otras, e impulsar que cada institución tenga su propio comité de género donde se aborden las temáticas vinculadas, explicó Dati.

Las entrevistadas sostuvieron que es “imposible” un desarrollo sostenible sin lograr la igualdad de género, sin que se garanticen los mismos derechos y oportunidades para todas las personas y que las mujeres puedan ocupar lugares de toma de decisión dentro de empresas y cooperativas y se reconozca su aporte en la economía mundial. Dati y Becerra apuntaron que allí radica la importancia de impulsar iniciativas que permitan visibilizar situaciones de desigualdad, inequidad, de violencia y discriminación que atraviesan las mujeres dentro y fuera del ámbito cooperativo e impulsar un cambio cultural, que aunque es un proceso lento es necesario.

Asimismo, destacaron que la desigualdad de género no es sólo un impedimento para el logro de los derechos de las mujeres, lo es también para el avance y desarrollo de toda la humanidad. En esa línea, Dati recordó un artículo de la directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, María Noel Vaeza, sobre “lo que significan las mujeres en la economía del mundo”, y donde establece que “muchas veces no se dan cuenta del negocio que es tener mujeres en las organizaciones”. “Muchas de las empresas que están dirigidas por mujeres son muy exitosas, adquieren otro punto de vista, tienen otra forma de ver la economía, y, en muchos casos, eso ha posibilitado que sean muy fructíferas en todas partes del mundo”, expresó la integrante de FUCC.

Otro de los propósitos del proyecto es involucrar a más personas en el trabajo en el área de género. “La FUCC tiene un comité de género, pero somos siempre las mismas”, sostuvo Dati, y agregó que como está la idea de que “ellas lo hacen”, “no hay involucramiento”. “Lamentablemente, eso pasa en casi todos los sectores cooperativos y de eso se trata el proyecto: tratar de involucrar, tratar de dar a conocer lo que es género y no solamente género, sino también juventud”, apuntó la cooperativista.

En esa línea, comentó que también se está trabajando en talleres en los que participan alrededor de 50 jóvenes, y que eso “era impensable antes de este proyecto”. “Sin embargo, ahora lo estamos haciendo y vamos a tratar de conjuntamente incentivar un poco lo que es género con juventud, porque hay muchos temas en los que se involucran estos aspectos”, dijo Dati.

La cooperativista señaló que el programa también se enmarca en los lineamientos que estableció la presidenta de la Alianza Cooperativas de las Américas, Graciela Fernández, en el marco de este nuevo aniversario del Día Internacional de las Cooperativas. Dati recordó que la presidenta encomendó a las cooperativas “mostrar lo que hacen en los territorios, en las ciudades y en cada espacio de actuación”. “A veces pecamos de no mostrar lo que el cooperativismo hace. Son cosas que tenemos que mostrar y sentirnos orgullosos”, agregó.

En ese sentido, contó que en un encuentro en Florida, en un momento se detuvo a observar al público y notó que “la gran mayoría” de las personas a cargo de las cooperativas “son mujeres”: “mujeres que trabajan en trabajos forzados, en trabajos que antes eran impensados para la mujer”, y “lo sacan adelante”. “Son mujeres que trabajan a la par de cualquier hombre, administran a la par de cualquier hombre y eso pasa en todo el país y no lo mostramos”, manifestó.

Antecedentes

El programa Género, Cooperativismo y Sostenibilidad no nació de la noche a la mañana; por el contrario, es el resultado de un proceso de varios años. Así lo relató Becerra a la diaria. “El trabajo en género siempre va paso a paso. Hay idas y contramarchas. Hay una fase en la que empezás a trabajar y después se estanca y queda. ¿Cuándo se puede trabajar? Cuando hay recursos, si no es imposible que se pueda llevar adelante un proyecto”, expresó la integrante de FCPU.

En ese contexto, comentó que la federación que integra desarrolló entre 2018 y 2020 el proyecto Cooperación con Equidad, en conjunto con Cudecoop y la ONG italiana Cospe, y con financiación de la UE. Esta propuesta tuvo el objetivo de diseñar estrategias y acciones para la incorporación del enfoque de género en la gestión cooperativa. Durante ese período se realizó un diagnóstico de situación de las mujeres con relación a sus derechos en diez departamentos, y con los resultados obtenidos se elaboró el manual “Cooperativismo con lentes de género”, que fue publicado en 2020.

El manual contiene “estrategias para trabajar género”, y “lo más importante: se generaron aportes a políticas públicas con perspectiva de género”, señaló Becerra. “En medio de este proyecto nos agarró la pandemia y no se pudo trabajar en encuentros con las cooperativas. Trabajamos por Zoom, pero no es lo mismo que trabajar presencial”, contó. Como esta iniciativa tuvo buenos resultados, luego surgió esta nueva propuesta con Cudecoop, la FUCC, CAF, CNFR, “que no es la continuación” del anterior, pero “está enganchado”, dijo Becerra.

Asimismo, en estos años se ha trabajado en otras propuestas vinculadas al género. A modo de ejemplo, Becerra mencionó que la FCPU reformó sus estatutos y lo hizo con perspectiva de género. “Eso no fue de un día para otro, fue un trabajo arduo de un año y pico. Al final surgió un proyecto que está por ser aprobado por la asamblea”, señaló. También se conformó la Alianza Cooperativa por la No Violencia de Género, que fue aprobada en 2019 “por aclamación” en un encuentro de mujeres organizado por Cudecoop. “Son nueve puntos que fueron aprobados por unanimidad y a su vez se solicita que las cooperativas tengan el documento y lo puedan firmar y adherirse a esa alianza”, explicó Becerra.

Por otra parte, en 2022, Inacoop elaboró la “Guía para la construcción de protocolos de prevención y actuación de acoso sexual y acoso sexual laboral en cooperativas”, que propone herramientas para que las cooperativas puedan establecer sus propios protocolos contra estas manifestaciones de violencia. “Esto tampoco se hizo de un día para el otro, llevó meses de trabajo y de preparación, de hacer que los directivos varones concurran a las charlas, porque también forman parte de todo. Es todo un proceso que lleva tiempo porque implica un cambio de mentalidad”, sostuvo la integrante de FCPU.

Además, dentro de Cudecoop existe el Comité de Género, “un comité abierto donde están todas las instituciones que están afiliadas a Cudecoop”, contó Dati. El comité tiene el objetivo de promover y estimular la “transversalización de la perspectiva de género en los diversos espacios” que compone Cudecoop, “incorporando el camino hacia la igualdad de género como un eje central en el accionar del cooperativismo uruguayo y regional”.

La situación de las mujeres en el cooperativismo

“Nosotros no somos un satélite, somos parte de la sociedad. Lo que le pasa a la sociedad nos pasa a nosotros como cooperativistas”, expresó Dati con relación a las desigualdades de género que sufren las mujeres en el movimiento cooperativo. La integrante de FUCC sostuvo que los valores que sostienen al cooperativismo no son un factor excluyente de situaciones de discriminación y violencia de género, incluso de aquellas más extremas como los femicidios: “Ya nos mataron una compañera”, manifestó. Asimismo, dijo que “varias” han pasado situaciones de abuso sexual y acoso laboral, porque “somos parte de la sociedad, tan sencillo como eso”.

Por su parte, Becerra sostuvo que además de estas situaciones se dan otro tipo de violencias, quizás menos tangibles, como las barreras en el acceso a lugares de toma de decisiones. “No hay igualdad ni equidad para las mujeres cuando no podemos ocupar los lugares de decisión. Los llegamos a ocupar, pero tenemos tantas trabas para hacerlo...”, señaló. “¿Por qué se da esto? Porque hay toda una parte de cuidado y de un cambio cultural, todo el tema de corresponsabilidad, que no se tiene en cuenta. En las asambleas generales la mayoría capaz somos mujeres, pero siguen siendo los varones los que ocupan los lugares de decisión”, expresó, y agregó: “Creo que el cambio ese de poder llegar a los lugares de decisión todavía es un debe”.

Otro de los puntos en los que se debe mejorar de acuerdo a las entrevistadas es en el financiamiento de propuestas vinculadas a género. “Hay dinero para esto y para aquello. Vienen todos los ítems en una lista y te puedo asegurar que la última es ‘género’ en todas nuestras instituciones. No solamente hablo en Cudecoop, es en todas. Para que nos llegue un presupuesto al área de género tenemos que sacar un puchito de acá, pedirle un poquito de acá y otro de allá”, expresó Dati.

En ese sentido, apuntó que “es muy difícil trabajar así y poder realmente derramar conocimiento para que no lo tengamos unas pocas, sino todas, porque en definitiva todas enfrentamos situaciones difíciles y es fundamental seguir mostrando lo que hacemos”, agregó. “Tenemos mucho trabajo por delante”, apuntó Dati, y señaló, a modo de ejemplo, que la ley de cooperativas de Honduras tiene un artículo específico para asignar presupuesto a género. Esta es una propuesta que evalúan impulsar en Uruguay.