En el marco de una paralización de 24 horas, la Confederación de Sindicatos de la Industria (CSI) realizó una movilización con caravana incluida este martes, en la que transmitió frente a las puertas de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) que si no hay negociaciones para la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, una mayor defensa de la industria y si no se concretan avances en los Consejos de Salarios, “habrá combate y lucha”.

El presidente de la Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (UNTMRA), Danilo Dárdano, expresó en su oratoria al final de la movilización que “tenemos una unidad contradictoria con la Cámara de Industrias; unidades de sentido estratégico, de buscar junto a la cámara, junto al gobierno de turno, pelear por un plan estratégico que permita realmente poner a prueba un nuevo sistema de política industrial de desarrollo productivo”.

El dirigente señaló que “planteamos un plan estratégico donde está el Poder Ejecutivo, las intendencias, la academia, el PIT-CNT y las cámaras empresariales. Eso no significa que estemos de acuerdo con lo que viene haciendo hasta el día de hoy”. En esa línea, sentenció que para negociar algunos puntos “tenemos un no más grande que una casa en la ronda del Consejo de Salarios”.

Agregó que “esto es con combate, con lucha, elaborando propuestas, pero también movilizándonos junto al PIT-CNT, a la Intersocial, peleando en cada barrio y en cada pueblo al interior”. También se refirió a que se apoyará, en caso de aprobarse, la recolección de firmas para que se lleve adelante un plebiscito para derogar las AFAP (administradoras de fondos de ahorro previsional) y la ley de reforma jubilatoria. “Nos va a quedar el desafío de encabezar la juntada de firmas, y después lograr enamorar a los grandes sectores populares para que voten a favor de derogar estas cuestiones”, afirmó.

Un diálogo de sordos

Consultado por la diaria, Dárdano dijo sobre el resultado de las negociaciones que las cámaras industriales consideran que “sus reivindicaciones sí son escuchadas”, pero que “es un diálogo de sordos”. “Nos pueden escuchar cinco horas. Ahora, después de todos los planteos no les sirve ninguno, y, por ejemplo, cierran fábricas y no hay una medida y no hay un llamado” para saber “qué está pasando y ponernos las pilas entre todos”. Agregó que “no hay una mirada en defensa de la producción nacional, especialmente en el sector industrial”.

El dirigente añadió que dentro de las reivindicaciones también figuran la negociación de las 40 horas semanales y el pago de 37.500 pesos de salario mínimo en la industria. “Son al día de hoy casi una utopía dentro de los consejos de salarios. Esperamos que, a partir de esta movilización, todo se empiece a mover”, manifestó.

Explicó que “las cosas en los Consejos de Salarios están muy trancadas”, porque en algunos sectores se ha renunciado a un porcentaje de recuperación salarial a cambio de obtener el Fondo Social Metalúrgico, pero que “la respuesta ante eso sigue siendo no”.

Un Poder Ejecutivo “cómplice”

Por su parte, Martina Pereira, delegada de rama de la Federación de Obreros y Empleados Molineros y Afines, manifestó en su oratoria que los trabajadores “que se encuentran movilizados frente a la Cámara de Industrias como siempre están dando la batalla por nuestros derechos, con la lucha de cada uno, que es la de todos, fortalecidos juntos frente a cámaras empresariales que pretenden recortar derechos, junto a un Poder Ejecutivo cómplice de los malla oro y de los que más tienen”.

Sobre la posibilidad de trabajar menos horas por día, dijo que van “por la reducción de la jornada laboral, porque entendemos que es mejor la calidad de vida de los trabajadores, y además estamos convencidos y convencidas de que menos horas de trabajo trae aparejado mayor productividad ya que esto va de la mano de la motivación de un tiempo libre que puede permitir el desarrollo personal”.

“En un momento donde las políticas que existen no están enfocadas hacia el desarrollo de empleo genuino y de calidad sería más que importante reducir la jornada sin reducción del salario, para que otros y otras trabajadoras puedan ingresar al mercado laboral. Defendemos la industria nacional y exigimos que haya políticas públicas que contemplen, por ejemplo, las compras públicas que son una herramienta de desarrollo fundamental”, dijo Pereira.

Afirmó que actualmente no existe la igualdad de trabajo en cuanto a determinados puestos de trabajo en algunas industrias, y que un ejemplo de ello es la rama de los curtidores, ya que “aunque existe igual tarea e igual salario, el trabajo es entregado a los hombres”.