Durante la Rendición de Cuentas de 2022 se estableció la reestructura de la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE), pasando así algunas de sus potestades a la a la Dirección Nacional de Transporte Ferroviario del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP). En concreto, se definió que la compañía ferroviaria pasaría a quedar con el control del transporte de pasajeros, y a su vez, de la empresa paraestatal de transporte de carga SELF.

Luego de esa instancia, se iniciaron conversaciones con los trabajadores, llegando a partir de ellas a un acuerdo marco a comienzos de 2023. A partir de ahí se inició un proceso de negociación en distintos frentes, por un lado, por el mantenimiento de las condiciones laborales para aquellos que pasaran al MTOP, y por el otro, el proceso de reorganización para aquellos trabajadores que quedarían en la compañía.

Con respecto a lo primero, se llegó a un preacuerdo, y en cuanto a lo segundo, se venció el plazo establecido y también su prórroga, y todavía no hay acuerdo. En este contexto, y de la mano de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), se introdujo el retiro incentivado de 130 trabajadores que se concretó el 31 de enero. La necesidad de una reorganización en la compañía ferroviaria se agudizó luego de esto, según dijo a la diaria Mariano Pouso, vicepresidente de la Unión Ferroviaria, y por eso se provocó una situación que definió como “apagón operativo”.

La pérdida de esos trabajadores se sumó a que, según lo que estableció la Rendición de Cuentas 2023 a partir de los lineamientos estratégicos y presupuestales de las empresas públicas, no se pueden hacer reestructuras, salvo las de costo cero. “El impacto del retiro incentivado más la negativa de OPP a diseñar la reestructura de AFE han hecho que en este momento es imposible que funcione”, analizó Pouso.

Además, por el momento, la compañía sigue cumpliendo con “las funciones que van para el MTOP” dado que no se ha reglamentado el pasaje de las distintas potestades, agregó el representante sindical. Esto lleva, entre otras cosas, a que existan vacantes en el centro de control y producto de eso “no pueden correr los trenes de carga y tampoco los trenes de pasajeros”, sostuvo el ferroviario.

La última etapa de negociación

La semana pasada se abrió un ámbito de negociación para llegar a “un plan de contingencia” a través del cual se pudiera subsanar esta situación, al menos, parcialmente, explicó Pouso. En esa instancia la Unión Ferroviaria realizó un planteo que preveía, entre otras cosas, la reorganización de los trabajadores para la cobertura a través de movimientos internos de las vacantes. Frente a esto AFE no respondió, ni tampoco ha realizado ningún planteo OPP. Terminada la semana, no se han establecido más comunicaciones, detalló el representante sindical.

Dentro de las medidas aplicadas por la Unión Ferroviaria, el martes se realizó el servicio de pasajeros de Rivera a Tacuarembó “bajo control obrero”, sin llevar adelante el cobro correspondiente de los boletos. También se le ha pedido una instancia de reunión al presidente de la República, que habría dicho según los trabajadores que “la pelota está en la cancha de AFE”, apuntó Pouso.

Cuando se pasen los trabajadores que por la reestructura corresponden al MTOP, “AFE queda con 70 personas, y nosotros hablamos que se trata de una nueva Pluna, porque no se la cerró, pero OPP le bloquea todo intento de funcionamiento”, concluyó el vicepresidente de la Unión Ferroviaria. “Se va a gestionar con el secretariado ejecutivo del PIT-CNT para ver si el Ministerio de Trabajo puede generar un ámbito, y se va a dar la pelea para llegar a la reunión con el presidente”, destacó Pouso, quien adelantó que el viernes habrá asamblea.

El PIT-CNT respaldó en un comunicado a la Unión Ferroviaria por haber “actuado con responsabilidad política” y haber “sostenido con guardias gremiales el servicio de pasajeros y de cargas (cemento Portland) durante el proceso de negociación”.

La central sindical también expresó el “rechazo a este nuevo paso que da el gobierno hacia la desaparición definitiva de AFE” y mostró su preocupación por “la incertidumbre que rodea a los trabajadores ferroviarios, tanto del sector público producto de reformas inconclusas como de la paraestatal SELF”.