La Unión de Exportadores del Uruguay (UEU) elaboró un documento denominado “Agenda de prioridades para el desarrollo del sector exportador”, que presentó a todos los precandidatos a la presidencia, en el que detalla diversos puntos a trabajar. En su redacción participaron empresas exportadoras de diferentes sectores y tamaños.
El informe, al que accedió la diaria, expresa en su presentación que “se trata de ofrecer un aporte constructivo para el diálogo, para la política pública y para el análisis del sistema político e integrantes de la cadena exportadora”. “Entendemos que el país requiere de avances en aspectos clave, algunos puntuales y de corto plazo, otros que implican consensos y políticas de Estado, que permitan cambios estructurales hacia el futuro”, agregan.
“Desde la UEU consideramos que la exportación es fundamental para alcanzar los niveles de crecimiento requeridos, porque no está limitada a un mercado interno pequeño, da impulso a la inversión −que se instala mayoritariamente para exportar− y genera empleo de calidad. Para lograr un desarrollo exportador sostenible, se hace primordial mejorar las condiciones de competitividad y de inserción internacional del país. En el presente documento proponemos aspectos que creemos relevantes para lograr un aumento sustancial y sostenible de la exportación, que impulse a la economía en su conjunto”, dice un párrafo de la presentación.
Destaca la importancia de avanzar en acuerdos comerciales preferenciales, “modernizar el Mercosur y facilitar el comercio intrabloque, fortalecer o reformular la institucionalidad vigente, mantener, mejorar y facilitar el uso de instrumentos que potencian el comercio exterior, mejorar la medición de la exportación de servicios”.
La necesidad de reducir costos logísticos y de mejorar la conectividad es uno de los puntos principales. La UEU resalta la importancia de analizar y revisar los costos de terminales portuarias, implementar la Unidad Reguladora de Servicios Portuarios, evitar interrupciones en los servicios portuarios, reducir los costos de la terminal aérea, mejorar la conectividad aérea y mejorar la conectividad e infraestructura terrestre.
Añade en este punto que si bien las exportaciones del país actualmente llegan a más de 170 países, se compite “con países que tienen acuerdos e ingresan a los mismos mercados de forma preferencial”. Solamente 32% de las exportaciones de bienes ingresa a destino bajo algún acuerdo comercial. Si se toma en cuenta también el ingreso de productos a través de cuotas, la cifra asciende a 36%. El 22% de los bienes entran a destino libres de impuestos, lo que significa una mayor vulnerabilidad porque sin un acuerdo comercial las condiciones de acceso pueden cambiar.
En ese punto se explica que Uruguay pagó 538 millones de dólares en aranceles en 2022 para ingresar sus productos a los distintos mercados, según un informe realizado por Uruguay XXI. El 49% (263,8 millones de dólares) correspondió a China, 13,5% a la Unión Europea y 8,6% a Estados Unidos. Por lo tanto, 71% de los aranceles pagados en 2022 se destinaron a China, la Unión Europea y Estados Unidos, gravando 49% de las exportaciones de bienes. En cuanto a los productos exportados, 56% correspondió a carne bovina y 23% se reparte entre soja, productos lácteos, arroz y subproductos cárnicos.
Con referencia al Mercosur, la UEU expresa que “el bloque continúa siendo relevante para Uruguay: en 2023 representó el 25% del total exportado en bienes y fue destino de 514 empresas. Para 301 empresas el bloque representó más del 50% de su exportación. Necesitamos un bloque modernizado para trabajar de forma coordinada en la apertura comercial o avanzar en distintas velocidades”. El documento hace énfasis en que se debe insistir con el acuerdo Mercosur-Unión Europea y posibles acuerdos con terceros. “A su vez, es importante trabajar en la relación bilateral con los países miembro de forma de impulsar el comercio intrabloque”, añade.
Bajar costos de producción y promover la competencia es otro de los temas centrales del trabajo publicado. En ese punto sostiene que es relevante alcanzar un tipo de cambio real competitivo, fomentar la formación de mercados de cobertura profundos y transparentes, mantener y/o mejorar mecanismos que alivien cargas tributarias, reducir las cargas tributarias y tarifas públicas, prepararse para la implementación del impuesto mínimo global y trabajar en reformas que fomenten la competencia.
En esa línea, se explica que “los costos de los servicios portuarios son un tema de especial preocupación del sector exportador, en particular los de terminales portuarias, por su incidencia en el costo logístico total. De acuerdo con un estudio realizado por la UEU, entre 2013 y 2018 se registraron aumentos del entorno de 300% en tarifas de terminales, sin justificación frente a la evolución de las distintas variables macroeconómicas del país”.
“Para lograr la competitividad del servicio de la terminal portuaria es necesario contar con un cronograma de rebajas asociado al incremento de volumen de carga, de manera que la mayor eficiencia por la ganancia de escala derrame hacia el comercio exterior y a todo el país, además de hacer un monitoreo permanente de la evolución tarifaria”, señala la UEU.
En cuanto a la terminal aérea, se expresa que “los costos básicos para la exportación aérea llegan a ser diez veces más caros que en las terminales aéreas de Buenos Aires y San Pablo. Los conceptos que tienen mayor peso en el costo, como los cargos por refrigeración, son fijados libremente por el contratista, sin una paramétrica definida que determine su evolución”.
En ese sentido, explica que “eso ocurre con el ajuste de los conceptos básicos como el cargo fijo o la tasa de seguridad, a las que se aplica un Índice Global de ajuste atado a la variación del Índice de Precios al Consumo (IPC) de Uruguay y de Estados Unidos y la evolución del tipo de cambio. Al igual que para el transporte marítimo, estimamos necesario el mayor control de las tarifas aéreas, con un enfoque de la competitividad de la carga”.
Posteriormente, la UEU señala la importancia de “cuidar la estabilidad macroeconómica y consolidar mejoras”. Destaca la necesidad de potenciar la nueva institucionalidad fiscal y cuidar las cuentas públicas, consolidar la reforma de la seguridad social, consolidar una tasa de inflación reducida, gobernanza e independencia del Banco Central del Uruguay (BCU).
En este punto, se resalta que “el foco debe estar puesto en los egresos, ya que la carga tributaria es alta y proponemos bajarla. Creemos que esa es la forma de reducir el déficit fiscal y lograr una trayectoria controlada de la deuda pública. A su vez, en la medida en que se mejoren aspectos de competitividad e inserción internacional, que redunden en una mayor exportación, se generarán ingresos fiscales a través de más actividad y empleo”.
En lo que respecta a “Promover un desarrollo sostenible para empresas y personas”, remarca la necesidad de apoyar e incentivar la sostenibilidad en empresas, respaldar a las pymes en su internacionalización y supervivencia, continuar la reforma educativa, fomentar la innovación y la productividad, definir una estrategia clara y participativa para el desarrollo exportador.
Sobre las pequeñas y medianas empresas, recalca que “la mayoría de las empresas del país, incluyendo a las exportadoras, son mipymes. Según el último informe de Uruguay XXI, el 83% del núcleo exportador estuvo conformado en 2023 por mipymes, es decir, 901 empresas, que participaron solamente del 6% del valor total exportado”.
Con respecto a la educación, sostiene que “contar con personas capacitadas para los desafíos actuales es fundamental para el desarrollo del país. En ese sentido, resulta relevante continuar trabajando en la adecuación de los programas educativos, alineados a las necesidades del sector productivo”.