La Asociación del Comercio Automotor del Uruguay (ACAU) informó que el año pasado, en la comercialización de vehículos eléctricos, se constató un crecimiento de 80,9% con respecto a 2022. El gerente general de la gremial, Ignacio Paz, señaló que Uruguay, al igual que Costa Rica, han logrado las mayores ventas de vehículos eléctricos de toda América Latina.

El informe de la ACAU indica que se comercializaron 648 automóviles eléctricos en 2023, en comparación con los 629 vendidos el año anterior, y 367 utilitarios eléctricos, en contraste con las 163 unidades vendidas en 2022. La ACAU destaca el crecimiento sustancial en la categoría de SUV (vehículo utilitario deportivo, por sus siglas en inglés), en la que se observó un incremento importante en las ventas: se pasó de 224 unidades vendidas en 2022 a 827 en 2023.

El directivo destacó que ambos países han sido proactivos y eficientes en el desarrollo de infraestructura de carga. Uruguay cuenta actualmente con 285 cargadores instalados por UTE y proyecta alcanzar los 300 en un futuro próximo, lo que resultará en un cargador disponible cada 50 kilómetros en todas las rutas nacionales del país.

En este sector, se explica que el respaldo gubernamental a la adopción de vehículos eléctricos se evidencia a través de la extensión de los beneficios tributarios para la adquisición de esta clase de modelos. Por ejemplo, la ley de promoción de inversiones, que permite reducir una porción importante de los impuestos que se aplican a esta clase de utilitarios. También se destaca la exoneración del Imesi, la exención del arancel externo del 23% en caso de importación y la reducción del valor de la patente a la mitad.

El valor de esta clase de vehículos -que hoy promedia los 35.000 dólares en Uruguay-, la ausencia de infraestructura adecuada -es decir, contar con pocas estaciones de carga- y problemas de autonomía son vistos como algunos de los aspectos que obstaculizan la consolidación de la movilidad limpia, según una gacetilla de prensa de la agencia Ycon.

En Latinoamérica, la venta de vehículos eléctricos fue en aumento durante los últimos años, según el último informe regional del portal Statista. Colombia se posiciona hoy como uno de los países líderes de la región, con más de 3.000 unidades en 2022. México, Chile y Costa Rica son otros claros ejemplos del incremento en la comercialización de autos eléctricos gracias a la implementación de políticas públicas.

La movilidad sustentable es un tema que ocupa a los principales fabricantes de automóviles a nivel mundial. Sus esfuerzos forman parte de un objetivo global por reducir la contaminación ambiental. La Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas propone que todas las personas deben tener acceso a sistemas de transporte “seguros, accesibles y sostenibles”.

Seguros: una problemática global

Según la agencia de seguros Policygenius, el pago promedio mensual de seguros de vehículos eléctricos en Estados Unidos en 2023 fue de 206 dólares, 27% más que para un modelo con motor de combustión.

En tanto, y según Bankrate, un editor en línea de contenido financiero, las aseguradoras de Estados Unidos saben que “incluso si un accidente menor daña el paquete de batería, el costo de reemplazar este componente clave puede exceder a los 15.000 dólares”, consigna Ycon.

Con respecto a este tema en Uruguay, desde Segurarse, Martín Rodríguez, corredor de seguros de la firma, reveló que, ya sea el caso de una póliza contra robo o incendio, u otra que brinda una cobertura total, asegurar un auto eléctrico equivaldría a pagar entre 40%-45% más que en el caso de un auto impulsado a combustión.

Por su parte, Juan Pablo García, de Seguros Sura Uruguay, dijo que las aseguradoras tienen el desafío de contar con los recursos suficientes para otorgar una respuesta acorde a lo que el cliente necesita. El especialista sostiene que, a nivel riesgo, “no se observa ninguna diferencia entre un auto eléctrico y otro impulsado a combustión”. Sin embargo, aclara que “se observan diferencias sustanciales en cuanto a repuestos”.